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A Estados Unidos lo que ocurre en la frontera le importa un aguacate

Entrevistamos a Ariel Moutsatsos, corresponsal en jefe y analista de Noticieros Televisa en Washington DC sobre la política del presidente Trump con México
FRONTERA EEUU
FRONTERA EEUU
“México está tratando de acoger a todos los inmigrantes posibles. Por ahora es más una crisis humanitaria que otra cosa”, sostiene Ariel Moutsatsos

El presidente Trump puso a México en jaque con la amenaza de que cerraría la frontera sur de Estados Unidos si el país azteca no cedía a sus exigencias de parar de inmediato el flujo de inmigrantes procedentes de América Central. Una jugada -que al margen de hacer saltar en la silla al contrincante- en este caso, carece flagrantemente de estrategia.

Trump ha advertido a sus connacionales que Estados Unidos enfrenta una grave crisis en la frontera. Su promesa de campaña de construir un muro, al más puro estilo muralla china de la época medieval quedó en entredicho al no conseguir los fondos necesarios para llevar a cabo la obra. No dispuesto a rendirse pese a la sonora negativa que recibió por parte de los legisladores, el presidente de los Estados Unidos ha optado por acudir a la utilización de decretos para salirse con la suya. No obstante, tratándose de una cuestión presupuestaria, Trump no tiene la potestad de apropiar fondos para su proyecto si no es disfrazándolo de crisis de una magnitud semejante a la que en otras instancias usaron sus predecesores en tiempos de guerra. Es decir, la crisis humanitaria en la frontera sur de Estados Unidos ha sido elevada a la misma categoría que una inminente amenaza de conflicto armado dentro de los Estados Unidos.

Pero el problema es real y existe: hay una crisis y es necesario afrontarla, pero enviar al ejército a luchar contra niños hambrientos y madres desesperadas es cuando menos, inhumano. Entonces a Trump le queda, dentro de sus argumentos, construir el muro -en eso están- y amenazar a los gobiernos de cuyos países proceden estos inmigrantes para que repriman las ansias de aspirar a una vida mejor a sus propios ciudadanos. Es un tema complejo, y uno de mis buenos amigos en Washington D.C. lo conoce muy bien, así que lo invité a darnos su opinión y análisis del tema.

Ariel Moutsatsos, es corresponsal en jefe y analista de Noticieros Televisa en Washington DC. Ha sido consultor estratégico, académico, funcionario y diplomático mexicano. Fue asesor estratégico del procurador general de la República Eduardo Medina Mora (2008-2009). Como diplomático fue Portavoz y Jefe de Prensa y Asuntos Públicos en la Embajada de México en el Reino Unido de 2010 a 2012, al igual que en la Embajada de México en Estados Unidos de 2013 a 2016, y es miembro entre otras organizaciones del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (Comexi).

ARIEL MOUTSATSOS
Ariel Moutsatsos

MR: Estados Unidos demanda de México una acción inmediata para frenar la inmigración de Centro América, y amenaza con el cierre de fronteras o la imposición de aranceles. La Embajadora de México Martha Bárcena dijo que la inmigración no se puede detener, y lo único que pueden hacer las autoridades es tratar de conducirla de forma ordenada. ¿Son realistas las exigencias de Trump?

AM: “El presidente Trump solo conoce una forma de negociar, y es por medio del bullying. Así lo hizo para poner fin al Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA), aunque al final lo único que consiguió fue una modificación. México ha decidido no responder a las amenazas por medio de una confrontación abierta sino simplemente ignorando hasta cierto punto la coacción. Lo cierto, es que hay una crisis, y Estados Unidos o cualquier país tiene el derecho (por muy poco que quieran admitirlo públicamente los analistas) a decidir quién entra y de qué manera entra a un país. No podemos, y permítame la expresión “meter a un país dentro de otro” para resolver problemas internos. Pero decirle a eso a personas desesperadas huyendo no solo del hambre sino de la violencia en muy difícil”.

MR: Trump acaba de dar marcha atrás a su amenaza, al menos por ahora, y se ha centrado en aranceles a los vehículos (para muchos vulnerando el nuevo tratado). ¿Ha servido de algo esta técnica coactiva de Trump?

AM: “Ha servido para que el primer día que efectuó la amenaza, el precio de los aguacates (muy consumidos en Estados Unidos y procedentes de México) subiera el 34%. Los traficantes de personas han aumentado sus precios ante el apremio por cruzar la frontera antes del cierre, y los carteles de la droga han visto una oportunidad de oro al igual que el crimen organizado para cebarse de la desesperación y las prisas. La frontera entre Estados Unidos y México es la más transitada del mundo. Más de medio millón de vehículos la cruzan en ambas direcciones diariamente. Las pérdidas si se cerrara la frontera superarían fácilmente los mil millones de dólares diarios para Estados Unidos. Los despidos en los estados fronterizos serían inmediatos, y estos son en su mayoría estados que votaron por Trump. Los daños serían tan costosos para Estados Unidos como para México”.

MR: En esta situación, Trump habla de una emergencia nacional en la frontera, pero muchos de estos inmigrantes están en el lado mexicano. ¿No sería una emergencia para México también?

AM: “La situación en la frontera es complicada. México está tratando de acoger a todos los inmigrantes posibles buscando soluciones para ellos. Por ahora es más una crisis humanitaria que otra cosa, pero es cierto que la situación delictiva pueda escalar rápidamente, no porque los inmigrantes sean criminales, sino por la propia necesidad y por una afluencia de bandas organizadas que ven negocio en esas zonas. Trump ha dicho que retira por ahora la amenaza dado que el gobierno mexicano está cooperando. El gobierno mexicano lleva cooperando desde hace tiempo, no está relacionado con las amenazas. Hay que entender que la mayoría de estos inmigrantes vienen de El Salvador, Honduras y Guatemala, donde la situación es crítica, de hecho, la emigración mexicana a Estados Unidos es negativa, es decir, el número de personas que se va equivale al de ciudadanos que regresan, y en muchos casos, regresan, ahora mismo, más de los que se van. Este problema se resuelve con solidaridad, ayudando a mejorar la situación para que los centroamericanos no tengan que abandonar su país”.

MR: Trump entre sus amenazas ha dicho que va a eliminar la ayuda a esos países… Recientemente el canal Fox hablaba del tema y en el grafismo en pantalla decía, que Estados Unidos eliminaba la ayuda a “tres países mexicanos”. ¿Esta falta de cultura, de conocer la región no complica la idea de solidaridad?

AM: “Efectivamente. Fox, el canal de preferencia de los seguidores de Trump, se disculpó por el error. Pero esto no es un “dedazo”, no es una errata… esto es un error significativo que demuestra la ignorancia de Estados Unidos con respecto al resto del mundo. En Estados Unidos se enseña el “excepcionalismo”, se inculca a los niños, que son por ser estadounidenses mejores que los demás. Es positiva la autoestima que genera, pero es preocupante la falta de empatía, de interés y el desdén hacia otros países en especial aquellos más débiles económicamente. No entender sus necesidades, su idiosincrasia, hace que sientan menos interés en ayudar y fallan en comprender que sin una mejora en la región, el problema no se va a solucionar. Retirar la ayuda a estos países, simplemente agrava el problema”.

MR: Por último, ¿Cómo está la relación entre Estados Unidos y México ahora mismo?

AM: “Peor que nunca. Disiento de la política de Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, de simplemente ignorar los comentarios de Trump. No se puede tratar de negociar por una cara y por la otra insultar a la otra parte. No estoy a favor de un enfrentamiento abierto, pero México tiene que darse a respetar”.

Y ciertamente como ya muchos medios en Estados Unidos y México apuntan, el presidente Andrés Manuel López Obrador, está empezando a darse cuenta que ceder no hace que el problema desaparezca, y si a Trump le das la mano, puedes esperar que se coja el brazo.

Mientras tanto, en muchos hogares estadounidenses, cuando escuchan hablar de un cierre de fronteras lo único que les viene a la cabeza es que se va a producir una escasez de guacamole. Parece que a Estados Unidos esta crisis humanitaria y soluciones a largo plazo, le importa un aguacate.

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