artes marciales mixtas

Darren Till ¿la cuesta abajo de un aspirante a gran campeón?

El deportista de Liverpool, detenido este fin de semana en Adeje después de una disparatada noche que acabó con la sustracción de un taxi, acumula dos derrotas consecutivas en una trayectoria que hasta hace seis meses era inmaculada
Till, en actitud provocadora, durante un pesaje para un combate de UFC. / DA

Iba a dominar el mundo, estaba destinado a marcar una época en las artes marciales mixtas, pero la de Darren Till es una cuesta abajo que, ahora mismo, no tiene fin. Su detención este fin de semana en Adeje después de protagonizar un estropicio en un establecimiento hotelero y de sustraer un taxi, es el último capítulo de una decadencia que muchos esperaban que fuera exclusivamente deportiva.

Y es que hasta el pasado día 8 de septiembre de 2018 Darren Till era el prometedor fajador británico que aspiraba a arrebatarle la corona del peso welter al poderoso Tyron Woodley dentro de la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo, la UFC. Aquel día el fajador de Liverpool se pareció bien poco al Darren Till agresivo y poco especulador que se solía ver dentro del octógono.

The Gorilla llegaba invicto en 18 combates para enfrentarse al Elegido, pero su imbatibilidad se acabó a los cuatro minutos y 19 segundos del segundo asalto de un pleito escenificado en Dallas. Till fue sometido con una estrangulación D’Arce, no tuvo ninguna opción pero sí encontró el consuelo de la madre de su rival, que le dio su bendición para que obtuviera otra oportunidad titular más adelante.

“Mi récord era de 10-0 cuando peleé por mi primer título”, le dijo también Woodley a Till una vez que se encontraron tras pasar por la ducha. “No estaría aquí de no haber sido por esa derrota”, le señaló el norteamericano mientras le daba un respetuoso abrazo. Till asintió, parecía haber aprendido la lección.

La arrogancia del británico, sin llegar a la escala McGregor, fue aplacada aquel día, pero aún tendría otra experiencia que le iba a marcar mucho más. Till regresó a su barrio de Merseyside para empezar una nueva etapa ya con su casillero de derrotas vulnerado. La decepción fue generalizada tras su pobre desempeño ante Woodley, pero el británico, sin haber cumplido aún los 26 años (lo hizo el 24 de diciembre del año pasado) tenía cuerda para rato.

El hombre que se había cargado al Cowboy Cerrone y al Wonder Boy Thompson antes de encontrar su opción titular pactó un retorno teóricamente plácido con Dana White. Su rival, en el O2 Arena de Londres, sería Jorge Masvidal, inactivo desde el 4 de noviembre de 2017. Toda una oportunidad para la redención que se volvió en una nueva pesadilla para Till. El hombre que nunca había conocido el aroma del KO se vio tumbado encima del octógono a los tres minutos y cinco segundos también del segundo asalto después de haber sido alcanzado por Masvidal.

Otro revés, el segundo consecutivo, el segundo antes del límite. Pero Till encontró otra moraleja en su nueva derrota como profesional y se acordó de las palabras de Woodley.

Hace apenas cinco días entrenaba con sus compañeros de gimnasio, pero esta semana tomó un vuelo hasta la Isla junto a un grupo de amigos y el jueves se desencadenó el caos. Al parecer destruyeron mobiliario de un complejo hostelero donde también vaciaron unos extintores teniendo que ser desalojados. Luego acudieron a otro hotel donde no los aceptaron, posiblemente, por el estado en el que se presentaron en la recepción.

Como era poco, Till y uno de sus cuatro acompañantes llamaron un taxi y, presuntamente, aprovecharon que el conductor cargaba sus maletas para llevarse el vehículo siendo detenidos poco después cuando circulaban por la zona de La Caleta. The Gorilla y sus colegas vivieron su particular Resacón en Las Vegas, un resacón que le puede costar muy caro.

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