otras coordenadas

Nación y economía

Precisan identidad y libertad para ser eficientes. En el rally electoral se conforman dos ofertas, que, al margen del marketing, identificamos por sus características. Ideología, identidad nacional, igualdad, unidad de mercado y relación con la sociedad civil. El grupo de las izquierdas es socialdemócrata, neocomunista y populista, donde las tres derechas mantienen la democracia liberal, con respeto a la ley. Contra la nación única de las derechas, las izquierdas se sitúan en la plurinación. El pluralismo con igualdad de derechos y deberes, inclusivo y con libertad de pensamiento, se deconstruye por las izquierdas multiculturales y de pensamiento único, apelando a razones de sexo, religión, grupo social o cualquier otro. El mercado único nacional se segmenta en las 17 taifas regionales. Y se diseña una sociedad civil dependiente, que obliga a una sistemática subida de impuestos para atender necesidades sin fin. Contra la obligada reducción que equilibre el esfuerzo de la sociedad emprendedora.

El resultado de estas lecturas ofrece opiniones. Nicolás Redondo (1958), líder del PSOE vasco (1984-2002), opina que la solución pasa por un pacto PSOE-Ciudadanos, negando extremos y nacionalismos. Al igual que César Antonio Molina (1952), ministro de Cultura con Zapatero (2007-2009). Es la tesis de Manuel Valls, expremier francés en la lista municipal de Ciudadanos en Barcelona. Alfonso Guerra (1940), parlamentario del PSOE 38 años, en la España en la que creo (2019), no se reconoce en el PSOE del “corazón”, demolido por la acción de Sánchez. Rosa Díez (1952), ex PSOE y ex UPyD, es más clara al denunciar el peligro antiespañol de la acción de Sánchez, hoy el mayor riesgo del país. Descarnado el retrato de Fernando Múgica, denunciando las derivas de Arzalluz y Pujol, sistemática deslealtad a la construcción nacional, tolerada desde Madrid.

En paralelo, el asalto a la Constitución se produce por otras vías. Cuyo resultado prevé Iceta hacer efectivo en 15 años. Conforme a la declaración del Consejo Territorial del PSOE, Granada, 2013, donde son federalistas y por ello anticonstitucionales. Se inició el asalto con Zapatero, con la Ley de Violencia de Género (2004), que rompe los principios de igualdad de sexos y presunción de inocencia. De mayor calado, la Ley de Memoria Histórica (2007), ganando hoy la guerra civil, cuando deslegitima la Ley de Amnistía (1977), pilar de la Constitución del 78. Con ella se da continuidad a la República del 36, enterrada bajo un millón de españoles.

Análoga lectura ofrece la Ley Vasca de Abusos Policiales, 2019, cuyo enunciado ya es anticonstitucional, al convertir a la policía en titular de abusos. Rotura constitucional del Estatuto catalán, prohibiendo el uso de la lengua oficial del Estado. El cupo vasco, ilegal en la legislación europea y abusado en el cálculo. En la misma deriva las últimas modificaciones de los estatutos de autonomía, Canarias (2018), Murcia (2019), que, aprobados por unanimidad, implican un asalto a las competencias nacionales, desdibujando las fronteras mutuas y dando pie a un gasto expansivo, apoyado en la dinámica multicultural, de los nuevos derechos.

Esta mirada hacia adentro genera una dinámica reductora, que nos distancia de Europa y de la globalización, donde hemos cedido soberanía y esfuerzos. El desarrollo de la UE debe ser inclusivo e integrador. No vale por ello el actual modelo jacobino francés, producto de la guerra fría. Transformar la UE como ente burocrático, gestionado sin legitimidad democrática. No se pueden forzar las integraciones sin tener en cuenta las realidades nacionales. Una política de mínimos comunes, con un proceso desde abajo. Hay en la UE ausencia de alternativas y liderazgos, que se expresan en el brexit, o en la crisis del grupo de Visegrado, con Austria y Rumanía. Identidad y libertad para la nación y la economía.

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