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Del patio del colegio a la Liga Endesa

El jugador tinerfeño Álex López estrenará campus este verano como homenaje y agradecimiento a su etapa de formación
El exterior tinerfeño, en las canchas del colegio Nuryana, las mismas que lo vieron formarse como jugador y persona. Fran Pallero
El exterior tinerfeño, en las canchas del colegio                        Nuryana, las mismas que lo vieron formarse como jugador y persona. Fran Pallero
El exterior tinerfeño, en las canchas del colegio Nuryana, las mismas que lo vieron formarse como jugador y persona. Fran Pallero

No resulta sencillo realizar la entrevista en el patio porque Álex López es un referente para los más pequeños del Colegio Nuryana. Ellos lo reconocen, se le acercan, le piden autógrafos y, entretanto, varios de sus anteriores profesores aprovechan para darle la enhorabuena y desearle la mejor de las suertes. Está a un paso de convertirse en jugador del CB Canarias, pero la historia de Álex de hoy es otra: es la confirmación de que, para llegar a la élite, es necesario trabajar mucho y, desde pequeño, divertirse por encima de todo.

“Me apetecía mucho hacer un campus desde hacía años y, siempre que lo hacía, era pensando en el Colegio Nuryana y en Luis Afonso”, dice el jugador tinerfeño, bajo la mirada atenta de Afonso, una de esas personas buenas que existen en el competitivo baloncesto insular.

Su idea de desarrollar entre el 8 y el 13 de julio esta actividad en las pistas del centro educativo sirve, entre otras cosas, para poder rememorar aquellos años de estudiante en los que disfrutaba “como un enano” jugando a su deporte favorito: “Yo aquí pasé mi infancia, desde que tuve tres años hasta los 16. Cuando eres pequeño es cuando más aprendes y este es el sitio en el que comencé a saber lo que era el baloncesto”.

En un deporte de cantera en el que parece que lo más importante es ganar, dando como resultado una generación de pequeños que, por desgracia en muchas ocasiones acaban desarrollando cierto rechazo por aquello a lo que han jugado, Álex López, cuya carrera hasta el profesionalismo no ha sido precisamente sencilla, vuelve a dar un ejemplo de lo que deben ser las categorías de formación: “Yo me divertí siempre mucho, muchísimo. Me inculcaron mucha disciplina en el colegio, siempre pongo el ejemplo de Luis Afonso, una persona seria, que nunca nos dejaba sacar los pies del tiesto. Lo primero que me enseñaron aquí fue la educación y el respeto hacia el rival y hacia el propio deporte. Ahora, que seguimos teniendo relación, continuamos comentándolo. Esos valores inculcados se mantienen inalterables; eso es lo realmente importante”.

Porque, pese a que tiene solo 28 años, Álex reconoce que, por desgracia, las cosas están cambiando demasiado deprisa: “No puede ser que ganar sea el único objetivo. Entre todos tenemos que hacer un esfuerzo para que eso no sea así. Cuando yo era pequeño lo importante era divertirnos y competir, no ganar. Si ganábamos, porque éramos buenos, mejor. Eso se va perdiendo, no sé si entre todos, me incluyo, hemos hecho que eso cambie, pero no debería ser así en edades tempranas”.

Enseñar a los jóvenes

Álex López fue un habitual de los campus del CB Canarias o el Santo Domingo, de los que guarda “un gran recuerdo” porque “jugar era siempre lo más importante” eso mismo es lo que quiere trasladar a su actividad, sin pensar en lo que pueda pasar dentro de unos años: “¿Voy a decir que todos los que vengas a mi campus acabarán siendo profesionales? No, porque no es verdad, lo que yo les digo es que van a divertirse y a aprender, porque me gustaría que tuvieran la misma suerte que yo tuve. La amistad y el deporte deben ir siempre de la mano”.

Es curioso, porque, a lo largo de toda la conversación con un jugador que ha logrado estabilizarse en la Liga Endesa y que, con total seguridad, vestirá la elástica aurinegra el próximo curso, apela poco al recuerdo de la calidad que tanto él como el resto de sus compañeros tenían en una generación del Colegio Nuryana que siempre será recordada por muchos: “Ganábamos mucho, porque éramos buenos y porque, entre otras cosas, éramos amigos y disfrutábamos tanto de entrenar como de jugar. Nosotros tuvimos la posibilidad de competir y ganar, pero mi recuerdo es siempre de momentos divertidos”.

Sigue manteniendo su grupo de amigos, especialmente con los que fueron sus compañeros de clase. Él llegó al profesionalismo, gracias a un afán de superación que lo ha llevado a la élite.

Durante el tiempo que duró la entrevista, ÁLex López fue aclamado por estudiantes del Colegio Nuryana. F.P.
Durante el tiempo que duró la entrevista, ÁLex López fue aclamado por estudiantes del Colegio Nuryana. F.P.

“Claro que hay momentos difíciles”

Porque antes de que Álex fuera un ídolo en el Burgos tuvo que trabajar y sufrir mucho. Él lo explica de la mejor manera posible: “Estamos acostumbrando a la gente más joven a que a los 17 años deben ser como Luka Doncic o Ricky Rubio. De esos sale uno cada diez años y creo que yo puedo transmitir otro tipo de cómo se puede llegar a vivir del baloncesto aunque no sea en Liga Endesa. Eso es necesario”.
Porque tras jugar en EBA y LEB, Álex logró tocar el cielo con el Burgos, con el que llegó a la Liga Endesa. En medio surgieron dudas, las lógicas, pero nunca desistió: “No me propuse dejarlo nunca, pero sí es cierto que me marqué una meta de alcanzar la ACB a una edad y, si no era posible, centrarme más en los estudios”.

Ahora, gracias a ese esfuerzo, ha logrado ambas cosas, acabar Administración y Dirección de Empresas y estar a un paso de jugar en el club de su Isla.

Un campus con “mucho baloncesto” para los más pequeños

La obsesión de Álex López es que los más pequeños puedan disfrutar del baloncesto. Por ello, en el campus que lleva su nombre estará acompañado por “amigos” que ha hecho en el mundo de la canasta como Javier Beirán y Sebas Saiz.

“Lo importante s jugar y divertirse, ya luego, cuando tengan 17 o 18 años, cuando vean que pueden competir con senior, es solo cuando puedes plantearte ser profesional”, dice como parte fundamental de su filosofía.

Luis Afonso, coordinador de baloncesto del centro educativo no puede ocultar su orgullo cuando habla del jugador al que formó, aunque él niegue todo protagonismo: “Es muy importante para nosotros que quiera seguir vinculado con nosotros. Es una persona muy indicada para los valores que siempre queremos transmitir”.
Luis recuerda a Álex como “un alumno brillante” que supo completar sus estudios siendo deportista profesional: “Los estudios son lo principal, porque el deporte nunca sabes por dónde te va a llevar. Eso sí, desde pequeño fue de esos jugadores que veías que hacía cosas distintas. Esas cosas las palpas y tenía algo muy a favor: su entorno siempre fue muy bueno”.
El ejemplo de Álex López debe servir a otros jugadores para convencerse de que, con mucho esfuerzo y queriendo ir paso a paso, se puede llegar al deporte profesional.

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