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Lo que diga Christopher

Las últimas líneas rojas puestas sobre la mesa en las negociaciones para conformar el Ejecutivo de Canarias trasladan el foco a un pequeño municipio gomero de 4.484 habitantes, con alcalde del PSOE
Christopher Marrero, alcalde de Valle Gran Rey. DA
Christopher Marrero, alcalde de Valle Gran Rey. DA
Christopher Marrero, alcalde de Valle Gran Rey. DA

Por José María Rodríguez (EFE)

Las negociaciones para conformar el nuevo Gobierno de Canarias han asentado dos bloques en los que la iniciativa parece haberla recuperado el pacto de izquierda liderado por el PSOE, pero las últimas líneas rojas puestas sobre la mesa trasladan el foco a un pequeño municipio de 4.484 habitantes. Ni Ángel Víctor Torres, el candidato del PSOE, que ganó las elecciones; ni Fernando Clavijo, el presidente que aspira a conservar el cargo con CC; ni Asier Antona, el dirigente popular que más cerca ha tenido estar al frente del Gobierno de Canarias… El pacto en las Islas depende en este momento de Christopher Marrero. Y todo por estas palabras: “Para empezar a hablar, se tiene que revertir la situación de Valle Gran Rey”. Las pronunció en la noche del lunes Casimiro Curbelo, el líder de la Agrupación Socialista Gomera (ASG), cuyos tres diputados parecen imprescindibles para que el futuro presidente de la comunidad autónomas de Canarias sume los 36 diputados necesarios para la investidura en la mayoría de las ecuaciones.

Por sorpresa

Valle Gran Rey es un pequeño municipio situado en el suroeste de La Gomera, con un pasado ligado a la agricultura y la pesca, pero que poco a poco se ha ido labrando su propio espacio en el turismo alemán con una oferta diferente a la de los grandes complejos hoteleros de Tenerife, Gran Canaria, Lanzarote y Fuerteventura. Allí gobierna desde este sábado, por primera vez y por sorpresa, el PSOE… O, mejor dicho, el alcalde socialista Christopher Marrero y su compañero de grupo, que habían recibido instrucciones de respetar la lista de ASG. En Valle Gran Rey, la agrupación que lidera Casimiro Curbelo había conseguido esta vez cinco de los once concejales que conforman la Corporación, por lo que aspiraban a completar desde allí el amplio poder que ASG tiene en la Isla, empezando por el Cabildo. Sin embargo, la sesión constitutiva de la Corporación deparó una sorpresa: Christopher Marrero se votó a sí mismo y el resto de los ediles no adscritos a ASG (otro del PSOE, dos de Nueva Canarias y otros dos de Sí Se Puede) se sumaron a él y lo hicieron alcalde.

Un escollo

Resuelta la brecha que había abierto en el pacto de izquierdas la posibilidad de que el PSOE desplazara a NC de las alcaldías de Telde y Santa Lucía, el segundo y tercer municipio de Gran Canaria, los socialistas se enfrentan a su último escollo en Valle Gran Rey. En Telde, el candidato socialista declaró el sábado que retiraba su candidatura (que había conseguido reunir un apoyo mayoritario del resto de grupos) y permitía que se formara un Gobierno local entre las dos fuerzas nacionalistas (CC y NC) “para que Ángel Víctor Torres sea presidente”. Ello ha permitido reconducir las relaciones entre PSOE y Nueva Canarias, a la que también había empezado a sondear Coalición Canaria como alternativa a Ciudadanos, cuyos dos diputados se siguen negando a que Fernando Clavijo se siente en el Gobierno, por estar imputado (investigado) por el caso Grúas.

La preferencia de ASG

El aspirante socialista, Ángel Víctor Torres, dijo este lunes que esperaba cerrar un pacto “en horas”. Sin cerrarse a otras opciones, la Agrupación Socialista Gomera ha manifestado por primera vez desde las elecciones del 26 de mayo que su opción preferente en estos momentos es el pacto progresista. Pero el nuevo Gobierno de Canarias y sus posibles derivadas para la investidura de Pedro Sánchez parecen ahora depender de lo que pase en Valle Gran Rey.

De momento, la Ejecutiva regional del PSOE ya ha abierto expediente disciplinario a sus dos concejales en la localidad por no respetar la lista más votada. La ASG dirá ahora si eso le basta.

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