El Ministerio de Defensa sigue dando los pasos necesarios para que la base militar de Hoya Fría se quede definitivamente en Santa Cruz. Tras el anuncio de la expropiación forzosa de los terrenos colindantes, con el objetivo de mantener la base en su actual ubicación, ayer Defensa anunció que abría el periodo de exposición pública de este proceso que afecta a 91.664 metros cuadrados y cuyos propietarios tienen 15 días para presentar las alegaciones oportunas.
La familia Rodríguez-López es la propietaria de esos terrenos y lleva años pleiteando con el Ministerio de Defensa para obtener un acuerdo justo por la venta de estos terrenos. Hace ya 12 años, estos propietarios consiguieron que el Tribunal Supremo anulara la donación que la familia se vio obligada a hacer al Estado en la época franquista, como pago del rescate de un familiar, Rubens Marichal, capturado por los sublevados. Aunque la anulación no se hizo por esta donación forzosa, sino porque en los términos de la misma se establecía que los terrenos solo podían tener uso militar y Defensa había vendido parte de ellos para que fueran urbanizados. En ese momento el Estado pasó a arrendarle el suelo a la familia hasta que se abrió este proceso de expropiación hace dos años.
Los Rodeos
La decisión tomada por el Ministerio de Defensa coincide en el tiempo con el desistimiento de convertir la base de Los Rodeos en el gran centro logístico militar de la Isla. La férrea oposición de los ganaderos y el apoyo de instituciones como el Ayuntamiento de La Laguna frenó la expansión. Se inició entonces la expropiación forzosa, inicialmente, de 53.792 metros cuadrados, que, sin embargo, en el anuncio publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado (BOE) suman 91.664 metros cuadrados.
Este mismo año, el portavoz de la familia propietaria de los terrenos, Conrado Rodríguez-López, mostraba públicamente su decepción con el proceso y la falta de implicación de administraciones públicas como el Cabildo o el Ayuntamiento de Santa Cruz, a los que acusó de renunciar a unos terrenos vitales para la expansión de la ciudad. “Nunca podrán decir que mi familia ha sido la culpable de que la base militar se quedara en Santa Cruz”.
Rodríguez-López recordó que llevan 22 años tratando de resolver el problema de que “una posible base militar se quede dentro de la ciudad”, algo que para la familia parece ya poco probable que se pueda solucionar, tras el acuerdo firmado el pasado enero entre el Cabildo y Defensa para la compra y reutilización de cinco cuarteles ubicados en La Laguna, entre ellos los de La Cuesta y de Ingenieros, cuyas unidades se preven desplazar a la base de Hoya Fría, según se apuntó en ese momento de la firma. Esta sería la solución al fracaso de unificar en Los Rodeos el resto de unidades militares.
Un acuerdo que, a juicio de Conrado Rodríguez-López, “no creo que sea la decisión más acertada”, ya que estos cuarteles “no tenían ningún interés comercial ni estaban dentro de ningún plan, pero parece que eso ha tenido más importancia que resolver un problema para el futuro de Santa Cruz”, enfatizó el portavoz de la familia.
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