al golpito

Memoria Isleña: un pasado que también fue un presente

Son las 11:00 horas de la mañana de un lunes, día 25 de 2019, que se presenta con demasiado calor

Son las 11:00 horas de la mañana de un lunes, día 25 de 2019, que se presenta con demasiado calor. Camino diestro hacia CajaCanarias, con el objetivo de presenciar un nuevo documental de David Baute y Cirilo Leal, titulado: Memoria isleña. Antes del comienzo, en el exterior de la señalada identidad bancaria, muchas personas comprometidas para presenciar tan hermoso e importante documental avalado por la Fundación CajaCanarias. Viejos conocidos y amigos nos vimos y compartimos breves tertulias de amistad. Entre ellos, mi gran amigo Cirilo Leal, el cual nos fundimos en un gran abrazo fraternal. Un proyecto, que contó con la representación de lo participantes, los mayores entrevistados y varios responsables de citado documental. Del mismo modo, los centros participantes han sido los Institutos de Enseñanza (IES) de Alcalá y Los Realejos (Tenerife), Las Breñas (La Palma) y Vallehermoso.

Ni que decir tiene, que este nuevo documental es un acercamiento de la memoria viva entre el pasado y el presente. Es decir, experiencias vividas y contadas por los mayores de un pasado duro y de mucha pobreza; donde muchos de esos mayores tuvieron que dejar la escuela de antaño para trabajar en los trabajos más primarios de la vida. Mientra estuve observando tan interesante documento audiovisual, me vino a la memoria el estilo y trabajo en TV de mi gran amigo Cirilo Leal, un especialista de la pequeña pantalla, especialmente en hacer documentales de los valores humanos en aquellos documentales de fuentes orales: Señas culturales, en la TV de un medio de comunicación local.

No descubro nada nuevo, si escribo que Canarias tuvo su propia historia con el primer poblamiento de las Islas, seguramente en el I milenio antes de Cristo, según la mayoría de los historiadores. Luego, con la invasión y conquista de los castellanos contra el pueblo aborigen guanche. Pero también no debemos de olvidar, que Canarias tuvo otra parte que hizo historia en el tránsito del tiempo de un pasado que también fue un presente. Es decir, de aquellas generaciones de la España oscura de una guerra civil española que dejó miserias, hambre, cartillas de racionamientos, emigración, trueques en el mundo del cambullón y muertes. Trabajos duros en la época de la sorriba que motivaron que las manos y hombros de hombres y mujeres dejaran cicatrices ensangrentadas y callos endurecidos por las pesadas mandarrias y las parihuelas cargadas de pesadas piedras.

Ellos, esos mayores, nuestros abuelos y padres, sacrificaron la enseñanza por la dureza del trabajo para sobrevivir y para que nuestras islas con el paso del tiempo fueran evolucionando. Ese ha sido en gran trabajo y rescate de campo de investigación realizado por Cirilo Leal. La recuperación de las fuentes orales; una biblioteca humana llena de valores que no debemos de perder, especialmente para que sea llevada a todos los institutos y universidades como la “Gran Enciclopedia Contemporánea de nuestros Mayores”. Los cultivos, las lluvias y la ganadería fueron elementos para que nuestros mayores pudieran hacer “veredas” hacia la libertad y la evolución, pero sobre todo para recoger semillas de valores humanos.

Sin duda, tener entre nosotros persona como Cirilo Leal y David Baute es todo un privilegio para nuestras islas. Ellos son los investigadores voluntariosos e inquietos del rescate de la memoria isleña de nuestros mayores. Bibliotecas andantes por las islas que no han dudado en recabar toda la información de un pasado que supo resistir a las embestidas de la vida y de sus propios destinos. Lo más importantes, es que ese pasado no ha quedado en saco roto, porque ese maravilloso rescate ya esta siendo llevado al conocimiento y los corazones de la nueva generación del siglo XXI.

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