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Xiomara Díaz: “Cuando jugaba al fútbol no reparaba en la figura del árbitro”

La árbitra tinerfeña Xiomara Díaz logró el ascenso a la Primera División femenina. /Fran Pallero

La irrupción de la mujer en el mundo del arbitraje es un hecho, y en el Comité Técnico de Árbitros de Tenerife no iba a ser menos. Marta Huerta, Xiomara Díaz, Belinda Castilla o Davina Dorta están abriendo el camino a generaciones venideras de niñas que desean ser árbitras. Hace pocos días tres colegiadas adscritas al Colegio de Árbitros de Tenerife han sido ascendidas de categoría tras el anuncio de la Real Federación Española de Fútbol: Marta Huerta a Segunda B, Xiomara Díaz a Primera División femenina o Davinia Dorta, que será asistente en la misma categoría. Acostumbrada a pitar partidos de formación, categoría regional o de ascenso a Tercera División, Xiomara Díaz vio recompensado su trabajo diario desde que empezó en el difícil y poco valorado mundo del arbitraje. DIARIO DE AVISOS pulsó el sentir de la colegiada tinerfeña.

-¿Cómo le entró el gusanillo de ser árbitra de fútbol ?
“Cuándo era más pequeña era la típica niña que jugaba al fútbol en el cole, luego empecé a jugar al fútbol sala hasta que ya por edad no encontraba equipo femenino cerca de donde vivía, y tuve que dejarlo a la fuerza. Se me presentó la oportunidad de ser árbitro y así empezó todo”.

-¿Cómo se siente tras el anuncio de la RFEF de su ascenso a la Primera División femenina ?
“Ascender de categoría es un orgullo porque detrás hay un trabajo brutal, y llegas a un grupo selecto el que accede a Primera División. Estar ahí es un honor después de tanto esfuerzo y trabajo diario”

-Hasta ahora árbitra en partidos de formación, en categoría regional y en la promoción de ascenso a Tercera División. ¿Ha sentido que los jugadores por el hecho de ser mujer le tratan de manera distinta?
“La verdad es que los jugadores llevan el tema de las mujeres arbitrando súper bien. No hacen ningún tipo de distinción, si que a lo mejor cuando hay jugadores de 4 o 5 añitos, que no están tan acostumbrados, pues sí. Pero ya en equipos de categoría regional no hay ningún tipo de distinción”.

-En su trayectoria como árbitro por el hecho de ser mujer, ¿se ha sentido discriminada en un campo de fútbol o por compañeros del Colegio de Árbitros?
“Es cierto que en el fútbol con los aficionados se pueden vivir algunos episodios de machismo y sexismo, pero la verdad es que es una tendencia a la baja, por que al principio cuando empecé a arbitrar si que era una situación que se podía vivir más a menudo. Con el paso de los años, la gente está tomando mayor conciencia, y afortunadamente es un episodio que cada vez se da menos. En cuanto a los compañeros del colectivo arbitral no se nota ningún tipo de diferencia en relación al sexo, raza o edad. Somos un colectivo muy diverso y no nos metemos en ese tipo de discriminaciones”.

-¿Es cierto que las mujeres, sobre todo en partidos de formación, se meten más que los hombres con las árbitras?
“Sinceramente, no. Haciendo memoria he vivido más situaciones en la que ha sido el hombre el que me ha lanzado improperios. Si lo hace una mujer, al ser mujer, si es un hecho más notable que puedes recordar más, pero el machismo es una tendencia, por lo general, más del hombre que de la mujer”.

-Algún partido que desee borrar de su mente porque le haya ocurrido algún episodio violento en un campo de fútbol
“He tenido que parar algún partido, avisar al delegado de campo para que los aficionados dejarán de tener algún tipo de comportamiento. Generalmente al árbitro le suele marcar más los primeros partidos que arbitra. Al principio me costó mucho, pero luego ya fui cogiendo rodaje y ya iba mucho mejor la cosa, pero si que los dos primeros años arbitrando, como venía del fútbol sala, habían cosas del fútbol que no lograba entender del todo. Por ejemplo, el fuera de juego me costó un montón. Vives con mucha angustia cuando tu entiendes que hay algo que estás haciendo mal, y no solo te tienes que castigar con tu propia autocrítica, sino con la de los demás que se ponen a gritar o a protestar. Esa situación, a lo mejor si tienes 16 o 17 años, se puede llevar mal, pero ese tipo de situaciones el árbitro las recuerda más a la larga que cualquier episodio de violencia, machismo o racismo, que tiene una solución más puntual que si estás en la etapa de aprendizaje y necesitas tirar de mucha garra psicológica propia”.

-¿Tiene alguna manía antes de empezar los partidos?
“Es cierto que antes de empezar a redactar el acta preparo el material: camisa, pantalón, medias, silbato y lo pongo todo en el mismo sitio porque soy una persona un poco olvidadiza, y podría salir al partido sin tarjetas, moneda o silbato, como ya ha ocurrido en alguna ocasión. Pero manías no tengo”.
-¿Hasta donde quiere llegar Xiomara Díaz en el mundo del arbitraje?
“Ahora estoy centrada en lograr la permanencia en la Primera División femenina. Las chicas tienen un nivelazo y vamos a tener que ponernos a su altura, incluso potenciar lo que pueden hacer ellas porque al final se trata de una competición entre nosotras, y las dos peores pierden la categoría. Otro de los objetivos que me marco es el ascenso a la Tercera División, porque voy a empezar la tercera temporada arbitrando en la categoría Preferente y necesitas el estímulo de acceder a una categoría más alta”.

-¿Una de las referentes para el resto de chicas que está en el Comité Técnico de Tenerife es la trayectoria de Marta Huerta, que acaba de ascender a Segunda División B?
“El ascenso de Marta ha sido un soplo de aire fresco para todas, porque parecía que el techo estaba en la Tercera División, y ahora con este ascenso de Marta supone un aliciente para las demás, y el objetivo se ve más real. Cualquier árbitro quiere arbitrar en Primera División, pero es cierto que las chicas lo teníamos un poco más tapado”.

-¿Qué mensaje le trasmite a las niñas que están dudando si ser árbitras?
“Les diría que es un deporte muy bonito, que hay muchas cosas que aprender, que desde fuera se ve un poco feo, pero una vez que estás dentro te enamoras de él cuando conoces todos los retos individuales y colectivos que te vas poniendo. Y el que no haya podido llegar muy alto como futbolista siempre tiene la opción de arbitrar. A pesar de que normalmente suele ser la opción B, después de algunos años hay quien se arrepiente de haber empezado tan tarde en el arbitraje por intentar alargar la carrera de futbolista”.

-¿Cómo se prepara en la pretemporada para llegar a la hora de la verdad en la mejor forma posible?
“En cuanto a la preparación física, los lunes y los miércoles hacemos gimnasio intentando mejorar el tono muscular para mejorar en velocidad y resistencia. Los martes y los jueves hacemos entrenamientos más enfocados a la carrera, que se asemeja mucho al atletismo. Los viernes descanso porque ahora no hay partidos el fin de semana. Los sábados carrera suave para recuperar el trabajo hecho durante la semana y el domingo descanso. A nivel técnico todos los veranos la CITAF (Comité Interinsular Tinerfeño de Árbitros de Fútbol) modifica el reglamento y tienes que volver a estudiar las reglas nuevas y sus interpretaciones. Además, antes de que empiece la competición el CITAF nos convoca a pruebas físicas y técnicas, dando ciertos parámetros para que el criterio sea lo más homogéneo posible y podamos resolver dudas de los aspectos nuevos. Por otro lado, tenemos una herramienta muy interesante que es un video en el que ves todos tus partidos, yo aún no lo he llegado a utilizar porque acabo de acceder a la categoría, pero el resto de compañeras lo han utilizado mucho el año pasado. Cuando terminas de arbitrar el partido que te toque tienes volver a verlo entero y hacer una especie de autoanálisis en el que destacas los aciertos y señalas los errores que hayas podido cometer”.

-¿Qué sintió el día que un trío femenino de árbitras, Marta Huerta, Xiomara Díaz y Belinda Castilla, pitaron el partido de Tercera División, Unión Viera-Unión Sur Yaiza?
“A ese partido se le dio un poco más de bombo porque era un trío tinerfeño femenino en un partido de la provincia de Las Palmas de Gran Canaria, ya que allí no hay tantas mujeres arbitrando como aquí. En Tenerife había salido muchas veces con tríos arbitrales femeninos en categorías como juvenil preferente, juvenil nacional, regional preferente incluso en Tercera División. Para mi no fue realmente especial, pero entiendo que para la gente de la vecina provincia haya resultado novedoso”.

-¿Que le parece la llegada del VAR al mundo del arbitraje?
“El VAR me parece una herramienta muy necesaria. Ojalá hubiese llegado antes porque hay límites humanos que no te permiten apreciar jugadas con la mejor visión posible. Por ejemplo estás corriendo y de repente un jugador se te cruza por delante y justo ha pasado algo que no has podido ver. Así que tener detrás todo ese apoyo tecnológico para nosotros es una gran ayuda, y nos sirve para demostrar que el interés del árbitro en un partido de fútbol es acertar la mayoría de las veces que tiene que actuar”.

-Por último, ¿cuándo eras más pequeña tenías algún árbitro o árbitra como referente?
“La verdad es que cuando jugaba al fútbol y era pequeña, la figura del árbitro era inexistente para mi y no había reparado en ello. Sin embargo, cuando empecé a arbitrar la primera vez que estuve en la delagación de árbitros recuerdo que Marta Huerta había ascendido a Tercera División, y fue el primer árbitro del que yo supe su nombre. Una árbitra que tenia una carrera muy prometedora que siempre me la pusieron de ejemplo. Unos años después, empecé a trabajar codo a codo con ella y se convirtió en un ejemplo mucho más práctico. Por tanto, si me preguntas por un referente arbitral esa es Marta Huerta.

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