la palma

El Museo Arqueológico recibe un fragmento de cerámica benahoarita

La pieza fue hallada en la Punta de Los Roques por dos turistas alemanes, que la entregaron al centro dependiente del Cabildo
PIEZA CERÁMICA BENAHOARITA
Los turistas alemanes entregaron la pieza que encontraron a los responsables del Museo Benahoarita. DA

Dos turistas alemanes, Eric Hoffstetter y Helen Hoffstetter, han depositado en el Museo Arqueológico Benahoarita (MAB) un fragmento de cerámica prehispánica de gran tamaño que descubrieron hace un mes en el sendero que recorre los bordes de La Caldera de Taburiente a su paso por la Punta de Los Roques. La consejera de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, Jovita Monterrey, valora el gesto altruista de estas dos personas al hacer entrega de esta pieza arqueológica al museo, recuperando así un pedazo del pasado insular que se habría perdido en el caso de que no lo hubieran llevado hasta las instalaciones del Cabildo.

Monterrey anima a otras personas que guardan materiales en sus casas a entregarlos al MAB, “porque pueden ser objetos únicos, con decoraciones desconocidas o pertenecientes a nuevos yacimientos”. En este sentido, recuerda que los objetos arqueológicos son bienes de interés público y pertenecen a todos. La posesión privada de los mismos está sancionada por la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias.

Respecto a la pieza cerámica, el arqueólogo y director del Museo Arqueológico, Jorge Pais, indica que “aunque se trata de un objeto totalmente descontextualizado, hay que destacar que pertenece a una vasija de transición entre las subfases IIIc y IIId, decorada con motivos en forma de ovas y semicírculos concéntricos. El grosor de la pasta y varias roturas recientes nos dan pie a suponer que el resto del cuenco podría permanecer en la zona, si bien las extremas condiciones ambientales imperantes en estos parajes hace que los materiales se desplacen grandes distancias”.

Pais también destaca que el fragmento ha sido localizado en una zona de gran riqueza arqueológica, en la que se conservan restos de cabañas y abrigos pastoriles, un amontonamiento de piedras, una estación de grabados rupestres, así como vetas y rompederos de obsidiana. “La abundancia de fragmentos de cerámica y piezas líticas de basalto y obsidiana son un indicio claro de que este lugar fue sometido a una intensiva explotación pastoril por parte de los aborígenes debido a la existencia de fuentes y manantiales, como los de El Río, en la cabecera del barranco homónimo, perteneciente al cantón de Tedote”.

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