Este jueves entra en vigor en Holanda la norma que prohíbe el uso de prendas que oculten el rostro, como el velo integral islamista denominado burka o un simple pasamontañas. La nueva aplicación es solo “parcial” porque limita el uso de las citadas prendas en áreas públicas (hospitales, escuelas, transporte público…).
Pese a que su implantación estaba prevista para comienzos del pasado mes, los centros escolares pidieron una prórroga al Gobierno con el propósito de evitar complicaciones durante el último trimestre del curso escolar, provocando tensiones entre alumnas y madres que usen niqab o burka.
El incumplimiento de la norma supone una multa de 150 euros y únicamente puede infringirse por cuestiones de salud, seguridad o trabajo, entre otras.
Por su parte, los conductores de guaguas o trenes tienen la obligación de impedir la entrada a cualquier usuario que oculte la cara, pero no están obligados a hacer cumplir la ley. En este sentido, informarán a los pasajeros de la nueva normativa pero evitarán cualquier tipo de conflicto para evitar retrasos en el itinerario.
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