Existen muchas quejas acerca de si las leyes que tienen que ver con el maltrato animal son lo suficientemente duras. Son muchas las personas que creen que sale ‘muy barato’ tratar mal a los animales, pero eso no es lo que ha pasado con una californiana de 56 años.
El pasado mes de abril, Deborah Sue Culsell, ni corta ni perezosa, cogió a siete cachorros de perro, los metió en una bolsa y los tiró a la basura. Las imágenes fueron captadas por un vecino y, en seguida, se viralizaron, poniendo a la policía tras su pista. Afortunadamente, los perros fueron puestos a buen recaudo.
Un juez de Indio, la localidad californiana donde todo ocurrió, la ha condenado a un año de prisión, además de prohibirle tener animales o trabajar con ellos hasta 2026. Lo más terrorífico de todo es que cuando los policías registraron la casa de Deborah, encontraron casi cuarenta perros que, quizás, podían haber tenido el mismo destino que los siete cachorritos que, milagrosamente, se salvaron.