economía

El turismo en Canarias se enfrenta a la ‘tormenta perfecta’

La recesión de Alemania, el ‘brexit’, la vergüenza a volar y el cambio climático convergen al mismo tiempo provocando que las Islas se enfrenten a los peores datos desde la crisis
Imagen de una playa del sur de Tenerife. DA
Imagen de una playa del sur de Tenerife. DA
Imagen de una playa del sur de Tenerife. DA

Si hay una palabra que define claramente el momento por el que pasa el sector turístico en Canarias es la de incertidumbre. La recesión en Alemania, el brexit, el fenómeno nórdico de la vergüenza a volar, la situación de crisis de muchas aerolíneas y el cambio climático, que ha traído el buen tiempo a destinos donde tradicionalmente imperaba el frío, son vectores que, al darse todos al mismo tiempo, provocarán en el sector turístico de las Islas la tormenta perfecta.

Aún así, no hay motivos para la alarma extrema, aunque sí para la preocupación. El lunes conocimos que el número de turistas descendió el pasado mes de julio un 7,9% en el Archipiélago, algo que lleva ocurriendo desde principios de año con la recuperación de destinos competidores como Túnez, Egipto o Turquía. Durante los primeros siete meses del año se han perdido en las Islas 309.479 turistas extranjeros, la mayoría de ellos (el 65,78%) alemanes.

El año pasado vinieron a las Islas 3.065.360 alemanes, por detrás de los británicos (5.001.630). Hasta el mes de julio, Canarias ha recibido 1.533.641 alemanes y 2.894.156 británicos. El sector espera recuperar “algo” con la llegada de la temporada alta, que comienza el próximo mes de octubre. “No creo que recuperemos tanto como para llegar a las cifras logradas en 2017 y 2018, pero las previsiones para este invierno no son del todo malas”, declaró Juan Pablo González, gerente de Ashotel.

Tenerife, por ejemplo, a diferencia de las islas orientales de Gran Canaria o Fuerteventura, está manteniéndose debido a que su mercado es esencialmente británico y “este, por el momento, sigue viajando”.

Pero para entender a lo que se enfrenta Canarias en los próximos meses hay que analizar lo que está ocurriendo en su entorno más cercano. A principios de año se empezaron a recuperar los mercados competidores (Egipto, Turquía y Túnez), que estabilizaron su situación política. Estos son destinos con los que Canarias no puede competir en precios ya que, según explicó González, tienen un coste laboral “bajísimo y, por ejemplo el Gobierno de Egipto da ayudas al sector para poder asumir los precios bajos”.

A esto se une el hecho de que Alemania se encuentra casi en recesión, y el alemán es un mercado “muy previsor” por lo que en estos momentos “está prefiriendo hacer turismo residencial a gastarse el dinero en volar fuera de su país”. Esto ha provocado una caída de casi el 12% de visitantes alemanes a las Islas, que se ha dejado notar sobre todo en Fuerteventura y Gran Canaria y también, aunque en menor medida, en La Palma.

El turismo británico, que prefiere a Tenerife, no se ha resentido tanto (la isla recibió 4.000 británicos más en julio de 2019 que en el mismo mes de 2018) porque, según explicó González, a diferencia del alemán, el británico es “menos cauteloso” y piensa: “¡vámonos de vacaciones ahora que podemos porque después del brexit será más caro!”. En este punto, la incertidumbre, sobre todo en Tenerife, será mayor puesto que la existencia de un brexit duro en plena temporada alta podría “estropear” las buenas cifras previstas para el último trimestre del año. El mercado nacional, que se ha estado manteniendo estos meses (1.119.333), tampoco se ha comportado tan bien como se esperaba, puesto que a los peninsulares que viajan sin paquete turístico “se les hace muy costoso venir a las Islas por su condición de no residente”. Por este motivo, González explicó que la patronal hotelera está manteniendo conversaciones con el Cabildo de Tenerife para que “vigile” que las aerolíneas no incrementen los precios. Precisamente, la situación convulsa de muchas compañías aéreas, así como la quiebra de otras, está provocando la reducción de rutas y frecuencias, que acorta distancias con otros destinos.

Otro de los vectores que confluyen en esta tormenta perfecta es el fenómeno nórdico de la vergüenza a volar. Este movimiento, según González, está provocando una reacción en este mercado que también “prefiere” a las Islas Orientales. En este sentido, González indicó que hay que lanzar ya mismo un mensaje “potente y empezar a realizar acciones concretas y visibles para recuperar este mercado”. “La apuesta por la planta fotovoltaica que en breve empezará a caminar, así como medidas en contra del plástico, serán esenciales en el futuro para convertirnos en un destino sostenible”. Aún así, González aseguró que los turoperadores están transmitiendo tranquilidad para este invierno, aunque “ni por asomo llegaremos a las cifras de 2017 y 2018”.

No obstante, hay medidas para, si no acabar, sí sortear esta tormenta perfecta. Una de ellas es la antes mencionada por González de lanzar “cuanto antes” el proyecto de la planta fotovoltaica “para convertirnos en un destino sostenible”. Otra medida es abrir Canarias a otros destinos como el ruso, el polaco o el francés.

González no tiene tan claro la incursión en mercados como el de India, Marruecos o Japón, puesto que si bien son destinos que pueden ver en Canarias un destino de sol y playa, tienen otros más cercanos. Sí resaltó que rutas como Nueva York, Boston o Toronto pueden ser ahora mismo asequibles, “puesto que el rechazo norteamericano a toda Centroamérica puede acercarnos a este país, aunque volar casi 7 horas aún sigue siendo un obstáculo”. Por último, otro aspecto que está influyendo en todo este ciclón turístico es el cambio climático y la llegada del buen tiempo en destinos de frío.

Aunque no hay que encender aún las alarmas, a la espera de que acabe la temporada alta, el Gobierno ya está trabajando con todos los agentes implicados, con la Consejería de Turismo al frente para “afianzar las fortalezas del destino Islas Canarias, entre las que se sitúan la seguridad, la calidad y el entorno natural”. No hay que olvidar, en cambio, que las Islas vienen de años récord: 15,9 millones en 2018.

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