sucesos

“Esta noche me verás muerto; me mato, te lo juro; no me quieres”

Ignacio, el ahorcado del que se investiga su posible relación con la violenta muerte de una expareja, Conchi, iba a ser juzgado ayer por maltrato a otra mujer, a la que chantajeaba emocionalmente con matarse por desamor
Investigan si Ignacio estranguló a Conchi antes de ahorcarse en su casa de La Laguna. DA
Investigan si Ignacio estranguló a Conchi antes de ahorcarse en su casa de La Laguna. DA
Investigan si Ignacio estranguló a Conchi antes de ahorcarse en su casa de La Laguna. DA

Ignacio F.G.D., el hombre que apareció ahorcado en su vivienda del lagunero Camino de San Diego hace una semana y del que se investiga su presunta participación con la violenta muerte sufrida por una mujer llamada Concepción (Conchi para familiares y amigos) acaecida horas antes, iba a ser juzgado ayer viernes en el Juzgado de Instrucción Número 3 de la Ciudad de Los Adelantados como presunto autor de un delito de malos tratos tras ser denunciado por otra mujer, a la que llamaremos Ana (nombre ficticio).

Si bien el Delegado del Gobierno de España en Canarias, Juan Salvador León, ya desveló esta semana que constaban tres denuncias anteriores contra Ignacio por supuesto maltrato a otras mujeres que no eran Conchi, hoy DIARIO DE AVISOS desvela que, al menos, una de dichas denuncias presenta indicios claros de que el finalmente ahorcado utilizaba el mismo método con sus distintas parejas, a las que (según considera probado la Fiscalía en el caso de Ana) chantajeaba emocionalmente con quitarse la vida en el caso de que ellas cumpliesen con su palabra de acabar con la relación sentimental.

Así, ayer mismo iba a ser juzgado por la denuncia que le interpuso Ana quien, en realidad, era la pareja más reciente de Ignacio, por cuanto la historia con Conchi, tal y como explicó un portavoz de su familia a DIARIO DE AVISOS, era anterior. Presumiblemente, Ignacio intentó volver con Conchi tras romper con Ana, a pesar de que la infortunada víctima (que murió estrangulada tras recibir varios golpes en su vivienda de la también lagunera calle de San Juan) no tenía ningún interés ya por Ignacio, siempre según la versión de dicho portavoz.

Referente a lo sucedido con Ana, llama poderosamente la atención que fue hace muy poco, concretamente el pasado julio, cuando, tras comunicar esta mujer a Ignacio su decisión de poner punto y final a año y medio de relación sentimental, este reaccionó mal, en hechos que tuvieron lugar el día 8 de dicho mes.

“No habiendo asumido el cese de la relación, el encausado (…) le arrojó por la ventana sus enseres personales cuando ella fue a recogerlos el pasado día 12 de julio (…) negándole además entonces la entrega de las llaves de un vehículo propiedad de aquella”, considera probado la Fiscalía en escrito dirigido al juzgado lagunero ya citado el pasado 22 de julio.

Dicho relato del Ministerio Público continúa explicando que “en la madrugada del día 17 de julio (…) el encausado se dirigió a las inmediaciones del centro de trabajo de [Ana], introduciéndose con las llaves que le había retenido en el vehículo que está había allí estacionado, desde donde le remitió numerosos mensajes afirmándole que se iba a quitar la vida con expresiones como ‘esta noche me verás muerto, no te asustes, lo hago por amor, me mato te lo juro’ o momentos después, ‘perdóname, no puedo más, no me quieres, lo siento’”.

Con inmejorable criterio y ante semejante panorama, Ana llamó a la policía, “personándose en el lugar una dotación de la Policía Local de La Laguna, que procedió a conducir al encausado al HUC para ser atendido de los arañazos y erosiones que presentaba, autoinflingidos, así como a intervenirle las llaves de referencia, un cutter, una cuerda y un soplete entre otros efectos”, siempre según la relación de los hechos que considera probados la Fiscalía provincial.

Por estos hechos, Ignacio fue acusado de un delito de coacciones leves en el ámbito de la violencia de género y, según fuentes conocedoras del caso, llegó a plantearse aceptar el relato del fiscal a cambio de una rebaja en la pena, si bien en el último momento cambió de parecer y pronunció unas palabras que resultaron proféticas cuando le dijeron que, dado que no había conformidad, sería juzgado el 6 de septiembre (ayer para el lector): “¿En septiembre? Me da igual, para entonces ya estaré muerto, me voy a matar”.

Con estos antecedentes, es harto comprensible que otro juzgado lagunero, el de Instrucción Número 4, investigue ahora si, como se sospecha, Ignacio tuvo que ver con la violenta muerte de Conchi, fallecida violentamente en la madrugada del viernes al sábado (tal y como adelantó este periódico), horas antes de que se ahorcase en el Camino de San Diego. Cuando la hija de Conchi, que vivía con ella en la calle de San Juan, retornó aquel domingo, se encontró con el cadáver de la infortunada mujer, que tenía 54 años de edad, al igual que Ignacio.

Ya en su día, un portavoz de la familia de Conchi denunció en DIARIO DE AVISOS que “ella llevaba mucho tiempo sufriendo maltrato psicológico por parte de esta persona que siempre estaba amenazándola con ahorcarse si ella no retomaba la relación”, así como que “ellos tuvieron una relación hace tiempo, pero ella quería terminarla y él no lo superaba”.

Resta recordar que, en caso de que finalmente se catalogue la muerte violenta de Conchi como violencia de género serían siete las mujeres fallecidas por esta causa en Canarias durante lo que va de este año.

 

La familia de Conchi lo acusa de utilizar el mismo método con ella

Las revelaciones en exclusiva de DIARIO DE AVISOS sobre los antecedentes por malos tratos de Ignacio coinciden con la versión de Conchi, la mujer asesinada en La Laguna la semana pasada, ya que la familia de la infortunada asegura que durante años la chantajeó emocionalmente con suicidarse para evitar que la mujer acabase con todo contacto entre ambos. Exactamente igual que presuntamente hacía con otra de sus parejas, por lo que iba a ser juzgado ayer en la Ciudad de Los Adelantados n

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