Así lo ha anunciado el consejero de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de Fuerteventura, ANDRÉS BRIANSÓ (Podemos), quien aún no sabe si lo dejarán como está “o se apuesta por una renuncia de una manera más activa”. Lo cierto es que el proyecto de Chillida en esta montaña, sagrada para los majos, ya es historia.
Y pensar que los escándalos que generó estuvieron a punto de tumbar a todo un Gobierno regional, bajo una gran confusión política nunca esclarecida, en la que había culpables e inocentes.