
El nuevo Gobierno canario tenía dos opciones: esperar a que hubiera presupuestos del Estado, para aprobar los de la comunidad, o adelantarse y sacarlos, contando con los recursos propios. Y ha elegido esta segunda opción para acelerar, lo máximo posible, la agenda social del pacto de izquierdas en pleno enfriamiento económico mundial. “Es una decisión política”, afirmaba ayer el vicepresidente y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, que estuvo en la Redacción de DIARIO DE AVISOS para explicar las líneas generales de unas cuentas con un gasto de 8.066.993.290 euros, un 2,7% más que el año anterior, sin contar los 1.400 millones de euros que se van a pagar en deuda pública. El Ejecutivo no ha incluido en el presupuesto los 300 millones de euros que podrían llegar del Estado tras la formación del nuevo Gobierno central.
Según Román Rodríguez, el nuevo presupuesto, que se ha hecho con una previsión de crecimiento “moderado” del 1,3% del PIB autonómico , invertirá 6.051 millones de euros en gasto social, un incremento de 352 millones de euros respecto al año anterior, el 6,1%. Habrá 219 millones para dependencia, un 4,5% más; 51,7 millones para el cuidado de los mayores y la discapacidad, un aumento del 8%; se subirá un 44,2% el gasto para la Prestación Canaria de Inserción, hasta los 88 millones de euros; las escuelas infantiles recibirán 9,1 millones, el doble que en 2019; y las partidas para reducir las listas de espera se triplican, al pasar de 4,5 millones de euros a 12,3 millones.
También tienen previsto aumentar en 237,4 millones, un 13,6% más, la inversión en sectores productivos como la industria, el turismo, la energía, la I+D+i o el cambio climático.
La clave del presupuesto está en cómo financiar esta agenda social cuando solo el aumento del gasto de personal se come 211 de los 219 millones del incremento de gasto presupuestario, después de que el anterior Gobierno de CC, decidiera rebajar la jornada del personal sanitario y educativo, manteniendo el mismo sueldo, sin cuantificar el impacto de la medida, que es de unos 120 millones de euros.
A pesar de la desaceleración económica mundial -que ha provocado una rebaja en la previsión de crecimiento de España del 2,3% al 1,9 en 2019, y del 1,9 al 1,5 en 2020, según la Comisión Europea-, el Ejecutivo autonómico utilizará recursos propios que piensa obtener a través del incremento de algunos impuestos y reasignaciones en los gastos de algunos departamentos.
En los impuestos, se modificará el IGIC, revocando la decisión de bajarlo tomada por el Gobierno de Fernando Clavijo a iniciativa del PP, lo que hizo que se recaudaran 170 millones de euros menos de lo previsto: se subirá del 6,5 al 7% el tipo general; del 3 al 7% en las telecomunicaciones; del 0 al 3% en la energía eléctrica, salvo en el consumo doméstico, que se mantendrá a 0; y del 13,5 al 15% en los productos de lujo.
El Gobierno también introducirá la progresividad en el impuesto de sucesiones y donaciones. No pagarán quienes hereden menos de 300.000 euros. Entre los 300.000 y 350.000, habrá una bonificación del 90%. Por cada incremento de 100.000 euros en la herencia habrá un 10% de bonificación, hasta llegar a 1,1 millones, donde desaparecerá completamente. También habrá una ligera subida en el impuesto al tabaco y en el del juego. En la parte autonómica del IRPF, se aplicará un tipo marginal que pasa del 24 al 25% en las rentas de entre 90.000 y 120.000 euros y del 24 al 26% a partir de 120.000.
Aparte de este dinero, que el Gobierno calcula en 90 millones de euros, se ha hecho una reasignación de gasto por valor de 230 millones, en cuestiones como el Fdcan, que cambia el reparto, compensaciones a la bajada del IGIC que se iba a ayuntamientos y cabildos o “inversiones consolidadas” cuyas transferencias no se han recibido, pero que computan a efectos de gasto permitido y que se destinarán a políticas sociales. El Ejecutivo considera que, una vez se forme el nuevo Gobierno central y se elaboren nuevos presupuestos estatales, llegarán, con relativa facilidad, 300 millones más, sin contar con cuestiones pendientes como el convenio de carreteras incumplido por Rajoy.
“Este primer presupuesto nos permite trasladar ideas, valores y orientaciones de este Gobierno”, afirma Rodríguez, y que considera importante que se visualice una nueva forma de gobernar de la “mayoría progresista”.
Rodríguez estuvo acompañado por el viceconsejero de Hacienda y Planificación, Fermín Delgado; el director general de Coordinación y Apoyo a la Vicepresidencia, Miguel Ángel Pulido, y el director general del Gabinete del Vicepresidente, Martín Marrero. Los tres se reunieron ayer con periodistas de economía y política de la Redacción de DIARIO DE AVISOS.