política

Coalición Canaria decide hoy su futuro y el de Ana Oramas

Tras perder el poder en las Islas después de más de un cuarto de siglo en el Gobierno, el partido se la juega en un cónclave que debatirá la indisciplina de la diputada que votó en contra de la investidura de Sánchez
Ana Oramas, Fernando Clavijo (derecha) y Carlos Alonso, tres de los pesos pesados de la organización en Tenerife, afrontan esta tarde un Comité Permanente de alta tensión.
Ana Oramas, Fernando Clavijo (derecha) y Carlos Alonso, tres de los pesos pesados de la organización en Tenerife, afrontan esta tarde un Comité Permanente de alta tensión.
Ana Oramas, Fernando Clavijo (derecha) y Carlos Alonso, tres de los pesos pesados de la organización en Tenerife, afrontan esta tarde un Comité Permanente de alta tensión.

Salvo que prospere un nuevo aplazamiento, esta previsto que sea hoy cuando el Comité Permanente de Coalición Canaria decida la sanción que se le impondrá a su diputada en Madrid, Ana Oramas, a cuenta de la indisciplina en la que incurrió durante la sesión de investidura celebrada la semana pasada en el Congreso, donde la lagunera votó en contra del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez -conformado por el PSOE y Podemos- a pesar de las instrucciones de su partido, que apostaba por una abstención, e incluso,por un voto afirmativo en caso de que prosperasen los contactos a última hora con los socialistas estatales.

Aunque desde Coalición Canaria ya se ha reconocido públicamente que la descrita indisciplina de Oramas está calificada como “muy grave”, tal actitud ha puesto de relieve la enorme grieta que separa hoy en día a las formaciones insulares de Fuerteventura, Lanzarote y Gran Canaria con la tinerfeña, tradicionalmente, la de mayor peso en CC.

Ello se debe a que, mientras desde las islas orientales se aboga por una sanción ejemplar a Oramas, en lo que antaño fue ATI se estima que la que fuera alcaldesa de la Ciudad de los Adelantados es un valor político clave para la formación en Tenerife, a tal punto que incluso el expresidente del Cabildo, Carlos Alonso, ha abogado públicamente porque la sanción se limite a una multa de 600 euros.

Estas declaraciones públicas de Alonso han enervado al habitualmente moderado secretario general de CC, José Miguel Barragán, atrapado entre su doble condición de miembro de Asamblea Majorera (una de las organizaciones insulares de CC más críticas con la indisciplina de Oramas) y sus excelentes relaciones con ATI, a tal punto que tanto con Paulino Rivero como en la etapa de Fernando Clavijo ha sido clave para el funcionamiento interno del partido. “Carlos Alonso mete la pata y empeora la situación de Ana Oramas ante los órganos del partido”, tuiteaba el pasado sábado con evidente enfado Barragán. “Él sabrá, pero si antes era grave la situación de Oramas, las declaraciones de Carlos la empeoran”, remachó el majorero.

A buen seguro que el enfado de Barragán viene dado porque Alonso, con sus reiteradas manifestaciones públicas, sabotea el trabajo de bambalinas de quienes persiguen amainar las aguas, lo que motivó el aplazamiento de la referida decisión del Comité Permanente del pasado viernes a hoy lunes.

Sea como fuere, las posturas están tan claras como lejanas. Por un lado, están los pesos pesados de CC en Tenerife, quienes, para defender a Oramas, pretenden poner sobre la mesa el peso de sus votos en esta Isla respecto al conjunto del partido (112.513 de los 196.080 que obtuvo CC el pasado mayo, sin contar la circunscripción autonómica). Tanto Alonso como el exalcalde santacucero José Manuel Bermúdez han defendido públicamente a la lagunera, pero el hoy senador Fernando Clavijo guarda un estratégico silencio, sin duda con la vista puesta en el congreso de Coalición Canaria previsto para el próximo mayo.

A este respecto, hay que tener en cuenta que la autoimposición de Clavijo como senador autonómico por CC ya levantó ampollas en el partido, así como el hecho de que ATI perdió ya un pulso interno de considerable relevancia cuando quiso evitar (sin éxito) que Coalición se presentase a las últimas generales junto a Nueva Canarias, lo que posibilitó el retorno al Congreso de Pedro Quevedo, pero también apuntaló que Oramas revalidase su escaño.

Por el otro lado, los secretarios insulares de CC en Fuerteventura, Lanzarote y Gran Canaria -Mario Cabrera, David de la Hoz e Isaac Godoy, respectivamente- han sido claros y apuestan por un duro castigo para Oramas. Aunque está contemplada en los Estatutos de CC para casos así, la expulsión está descartada, así que gana cuerpo que se le pida la renuncia como diputada, que pasaría a la palmera Guadalupe González Taño.

Lo que es indudable es que, pase lo que pase hoy, la crisis interna de CC es cada vez mayor.

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