tribunales

Eligio Hernández: “Dolores Delgado es una buena fiscal; Pedro Sánchez ha acertado con el nombramiento”

El magistrado herreño y ex fiscal General del Estado recuerda en una entrevista con el DIARIO que la campaña contra él “fue mucho peor”
Eligio Hernández. Sergio Méndez
Eligio Hernández. Sergio Méndez
Eligio Hernández. Sergio Méndez

El joven discípulo del periodista José Padrón Machín, socialista represaliado, de aspecto desaliñado, que caminaba por El Pinar con la sombra de la derrota de la Guerra Civil, se convirtió luego en fiscal general del Estado con el Gobierno de Felipe González. Eligio Hernández, persona que siempre dice lo que piensa, aunque la izquierda de la que es parte a veces sea crítica con él, fue recibido en el cargo con uñas por buena parte de los fiscales y por la derecha política y mediática por su trayectoria política con el PSOE. Igual que le ocurre estos días a Dolores Delgado.

-¿Qué le parece la polémica sobre el nombramiento de Dolores Delgado?
“Eso no es nuevo, es raro el nombramiento del fiscal general del Estado que no conlleve polémica. Está tan asumido pública, política y mediáticamente que el fiscal general del Estado puede ser manipulado por el Gobierno, que es inútil que uno diga que eso no se corresponde con la realidad ni con la ley. La gente desconoce el funcionamiento interno del Ministerio Fiscal. Muchos periodistas transcriben sin entender bien lo que ponen. Y también hay jueces y fiscales que no se lo saben. Mire, yo he estado en una asamblea de fiscales donde ha surgido el tema del fiscal general de Estado y he preguntado: ¿Hay algún fiscal aquí que haya recibido alguna orden que tenga que cumplir contraria a sus convicciones? Y no he encontrado ninguno.

-¿Cómo funciona el Ministerio Fiscal?
“Es imposible que un fiscal general de Estado imponga una orden a una Fiscalía o a un fiscal si este considera que la orden es contraria a derecho o improcedente por cualquier otro motivo. El artículo 27 del Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal permite a un fiscal desobedecer una orden de su superior o de su fiscal jefe y que el tema vaya a la Junta de Fiscales de sala, que es la élite de la carrera fiscal. Y solo cuando esa Junta informa favorablemente sobre la posición de la Fiscalía General del Estado, esta puede imponer su criterio”.

-Pero al fiscal del Estado lo nombra el Gobierno, no la Junta de fiscales de Sala. Si no depende de ella, puede actuar con un criterio distinto…
“¿Usted conoce a algún fiscal general del Estado que haya adoptado alguna decisión en contra del parecer de la Junta de Fiscales de Sala? Como lo haga, al día siguiente está acabado, porque eso lo situaría como un mandado del Gobierno. En democracia, no ha pasado nunca. La Fiscalía es un órgano del Estado con autonomía funcional. El Gobierno no le puede ordenar nada. Le puede interesar algo, sugerir, pero también eso se tiene que someter a la Junta de fiscales de Sala, que dirá si lo que le pide el Gobierno es correcto o no”.

-Entonces, esa interpretación de que Dolores Delgado está allí para intentar amarrar la deriva judicial del procés…
“No va a amarrar nada. Si ya lo hemos visto. El Gobierno y la Abogacía del Estado entendían que era sedición, mientras que la Fiscalía defendió que era rebelión. Al final, por cierto, la condena del Tribunal Supremo fue por sedición”.

-¿Y por qué el CGPJ está tan dividido sobre su nombramiento?
“Lo que diga el Consejo General del Poder Judicial no es vinculante. El Gobierno propone, luego el CGPJ. Y finalmente comparece ante el Parlamento para que sea examinada su idoneidad, aunque tampoco eso es vinculante. Porque no hay ni un solo régimen democrático en el mundo donde el fiscal no sea nombrado por el Gobierno. La política criminal es competencia del Gobierno. El fiscal traduce esa política criminal.

-Y si, según usted, esto ocurre en otros países, ¿por qué nos rasgamos las vestiduras aquí?
“¿Usted vio que se formara algún follón por que Kennedy nombrara a su hermano? Lo que pasa aquí es que nadie se ha querido enterar del tema y estudiárselo”.

-A usted le acusaban de ser un fiscal servil con el Gobierno de Felipe González…
“Yo pasé por ser el fiscal más manipulado que ha habido en España. Y a mí, Felipe González nunca me dio ninguna orden de lo que tenía que hacer. Yo le dije que había que investigar los asesinatos del GAL y del Batallón Vasco Español antes de que prescribieran. Y él me contestó: “Esa es tu responsabilidad”. Y luego estuvo el tema del secuestro de Segundo Marey, que fue en 1983, meses después de la llegada de los socialistas. En el año 1993, el tema iba a prescribir. Garzón lo había dejado sin tocar sobre su mesa porque iba a presentarse con el PSOE. Y yo di la orden de que mandaran una comisión rogatoria a Francia para que no prescribiera. Se lo conté a Felipe y él me dijo: “Tú sabes que eso nos va a ocasionar un problema tremendo, pero tienes mi apoyo siempre para cumplir con tu deber, aunque nos perjudique”. Luego, cuando Garzón volvió de la política cabreado por que Felipe no lo hubiera nombrado ministro, fue cuando reactivó el caso”.

-¿Le recuerda la reacción contra Delgado a la que hubo con usted?
“La que hubo contra mí fue mucho peor. Pero bueno, yo era un gallo de pelea y tenía 40 años, aunque fue una hostilidad tremenda. A mí, la Asociación de Fiscales me recibió a cañonazos. Entre ellos, Ortiz Úrculo y Eduardo Torres Dulce, que fueron fiscales generales con el PP y ahora son amigos míos. Luego se dieron cuenta de que mi actuación fue éticamente impecable. Por cierto, Torres Dulce sufrió con Rajoy lo que acusó al Gobierno socialista de hacer conmigo”.

-¿Qué le parece que el Consejo General del Poder Judicial haya criticado las declaraciones que hizo el otro día Pablo Iglesias sobre la supuesta humillación del Supremo por la inmunidad que el TJUE le reconoció a Junqueras?
“El CGPJ le ha respondido bien. Porque las declaraciones son improcedentes. El Tribunal de Justicia de la UE no ha humillado al Supremo. Si a mí me dictan una sentencia en contra, eso no es humillarme. Eso es un disparate. Desde que los romanos inventaron el derecho, siempre hay dos posiciones. Además, lo que dice el TJUE no es un dogma. De hecho, el Tribunal Supremo ya ha explicado que, tras la sentencia del procés , Junqueras ya no es eurodiputado, y el Europarlamento lo ha aceptado”.

-¿Qué le parece este Gobierno que se ha formado gracias a la abstención de ERC?
“A mí no me gusta un pacto con ERC, que es un partido que traicionó a la República y, en parte, hizo que perdiera la guerra. Ya están diciendo que la gobernabilidad les importa un pimiento. Mi posición contraria a Sánchez es porque ha cambiado de opinión cuatro veces. No puedo confiar en él. Pero también hay que decir que creo que está acertando con los nombramientos. Entre ellos, el de Delgado, que ha sido una buena fiscal. Igual que María José Segarra o Consuelo Madrigal, que es muy amiga mía”.

-Y conservadora…
“Es que la profesión de juez y de fiscal es conservadora. Yo, cuando oigo lo de fiscal o juez progresista, a veces me echo a temblar. Porque, con eso de que tienen que dejar sentado que no los manipula un Gobierno de izquierdas, se afirman frente a ese Gobierno, porque, en el fondo, son tan corporativos o más que los demás. Y nunca han defendido algo que yo les he dicho toda la vida: que a los jueces y fiscales los juzgue un tribunal popular elegido por el Parlamento, como en la II República.

-¿Qué le produce que nombren a Juan Negrín presidente de honor del PSOE canario?
“Pues una satisfacción tremenda, porque yo llevo toda la vida con el tema de Negrín, desde que José Padrón Manchín, me hablara sobre él con 12 o 13 años . Y hay que leer bien lo que dijo: “No estoy haciendo la guerra para que nos surja en Barcelona un separatismo pueblerino y estúpido”. Negrín quería resistir porque él, que conocía bien Alemania, sabía que la II Guerra Mundial se iba a producir y que los aliados eran la única esperanza de la República. Le faltaron cinco meses que habría podido resistir si los independentistas catalanes no la hubieran traicionado.”

TE PUEDE INTERESAR