la palma

Hawái, resignada ante el “fracaso” de las negociaciones para el TMT

Tras años de gestiones, los estériles esfuerzos del gobernador han sido puestos de relieve por la prensa local, que afea el hecho de que “ha hecho concesiones” a los detractores del proyecto sin obtener resultado
El político aseguró la semana pasada en un discurso que “la gran mayoría de los involucrados en el telescopio están comprometidos con Mauna Kea”. DA

El Telescopio de Treinta Metros (TMT por sus siglas en inglés) parece estar más cerca de instalarse en La Palma, y el gobernador del Estado de Hawái, David Ige, lo sabe. La prensa local de la isla del Pacífico, que hasta la fecha ha sido el “lugar preferido” del consorcio internacional que promueve el aparato óptico, recoge como un “fracaso” del mandatario la gestión realizada en el conflicto con la comunidad nativa. Recordemos que los colectivos Kia‘i, autodenominados “protectores” del monte de Mauna Kea, se han opuesto a la construcción del gigante de la astronomía en dicho territorio, al considerarlo “sagrado”. Ahora, los medios se ceban con la administración Ige ante sus estériles esfuerzos por cambiar las tornas.

Los calificativos de connotación negativa y las críticas contra el líder estatal, se producen tras una manifestación pública que, según han indicado a DIARIO DE AVISOS diversas fuentes del grupo promotor de la infraestructura, han llegado a sorprender a los representantes de China, Estados Unidos, Japón y Canadá. India, uno de los socios del proyecto (cuya aportación supone el 10% del coste total), a través de su secretario nacional de Ciencia, Ashutosh Sharma, declaró al periódico The Hindu que apostaban por la implantación del instrumento de observación en la ubicación alternativa. Es decir, en una parcela del Roque de los Muchachos situada en el término municipal de Puntagorda, donde ya disponen de todos los permisos pertinentes y unos grupos detractores con repercusión muy puntual.

Que la postura de uno de los países asociados al TMT se salga del hermetismo férreo que ha mantenido el consorcio sobre sus decisiones y posicionamientos, es una novedad que no ha pasado inadvertida para las instituciones en una punta y otra del globo. David Ige, horas más tarde del anuncio protagonizado por el científico hindú, entonaba un discurso en el que resumía los logros obtenidos a lo largo de la legislatura. Y, al hablar del instrumento óptico, a diferencia de otras ocasiones en las que obtenía una alabanza de los medios, destacando los éxitos argüidos por el político, esta vez los titulares eran bien distintos.

“Les puedo asegurar que la gran mayoría de los involucrados en el telescopio están comprometidos con Mauna Kea”, decía el gobernador. Mientras, el diario Star Advertiser le echaba en cara que desde 2015 “ha hecho concesiones a los manifestantes”, y, sin embargo, los opositores “no han llegado a un acuerdo para permitir el TMT” ni el Estado ha logrado hallar “una forma de honrar la montaña”, de acuerdo a los preceptos de la cultura local. Otros, como Hawaii Tribune-Herald, hacen hincapié en los más de 10 millones de dólares que ha tenido que asumir la institución en gastos policiales.

LOS UNIVERSITARIOS
A los sectores sociales que se han revelado ante la “profanación” del monte, también se suman algunos estudiantes de la Universidad de California, entidad académica que participa en el proyecto. “Estamos aquí para informarles de que la gente de Hawái ya no aceptará esto”, reclamaban los jóvenes ante la Junta Directiva el pasado jueves.

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