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Javier Nóbrega: “Todos los carteles del Carnaval se merecen la crítica murguera”

Con más de 20 años de trayectoria como murguero y una capacidad innata para el dibujo, para Nóbrega ser elegido para la realización del cartel del Carnaval de Santa Cruz suponía cumplir "un gran sueño"
Javier Nóbrega, murguero y autor del cartel del Carnaval de Santa Cruz. Foto: FRAN PALLERO
Javier Nóbrega, murguero y autor del cartel del Carnaval de Santa Cruz. Foto: FRAN PALLERO
Javier Nóbrega, murguero y autor del cartel del Carnaval de Santa Cruz. Foto: FRAN PALLERO

Con más de 20 años de trayectoria como murguero y una capacidad innata para el dibujo, para Javier Nóbrega ser elegido para la realización del cartel del Carnaval de Santa Cruz suponía cumplir “un gran sueño”. Asumió el reto y representó “la fiesta de la calle” y hasta ahora, ha encajado bien las críticas, tanto por los pocos colores elegidos como por el parecido que algunos han encontrado con otros carteles. Pero este Bambón, lo que más “teme” es la opinión de su “familia” murguera, aunque espera las críticas, dice, porque son “lo que hace que un cartel esté vivo”.

– ¿Cómo se origina la idea que da pie a este cartel?
“Desde hacía tiempo sentía que le debíamos una al chicharrero de a pie. El Carnaval se ha representado de diferentes formas pero faltaba un homenaje al humor de la gente en la calle, que es lo que diferencia al Carnaval de Santa Cruz de cualquier otro. Al principio intenté ubicar el cartel en algún sitio y pensé en la Plaza del Príncipe, junto al chicharro, pero al final me decidí por un lugar irreconocible, que puede ser tu calle o la mía, aquella donde nos gusta estar”.

– ¿Cuánto tiempo lleva hacer un cartel así?
“Fueron tres meses en total en los que durante las 24 horas tenía el cartel en la cabeza”.

– ¿Fue arduo crear tantos personajes individuales?
“Tiré de recuerdos y de las ideas de unos amigos para hacer una lista inicial con 100 personajes. Al final me quedé con 43, que con los 7 elementos de mobiliario urbano suman 50, como los años a los que está dedicado este Carnaval. La parte de reunir los personajes en el cartel fue la más complicada porque había que ubicarlos de forma que se taparan pero sin que dejaran de verse los detalles de cada disfraz, pero ahora es un plus para usar los personajes por separado”.

– ¿Cuáles son tus influencias?
“Creo que el cómic es muy poderoso para lanzar un mensaje. Me inicié con los superhéroes de Márvel, con Ibáñez (Mortadelo y Filemón) y más tarde me adentré en el cómic europeo. Entre todo te creas un estilo propio, que es algo que creo que poco a poco he ido consiguiendo. Hay también mucho nivel en ilustradoras españolas como Esther Gili y de esta corriente tomé la forma de tratar el color, por eso usé una paleta de 8 colores, creo que usar más habría resultado en un cartel algo infantil”.

– ¿Algún mentor canario?
“En el mundo carnavalero, sin duda, Enrique González, (ex director de Ni Fu-Ni Fa). Guardo en casa como oro en paño un cartel de su murga de 1997 que me firmó y que preside una de las habitaciones de casa”.

– Cuando te encargaron el cartel, ¿pensaste que podían haber críticas?
“Por supuesto, además al ser murguero y letrista, en otros años he aprovechado carteles como hilo conductor para hacer crítica. Y sobre todo en Bambones lo que hemos hecho ha sido usar los carteles como excusa para hacer críticas más serias. Evidentemente me espero críticas y creo que todos los carteles se lo merecen, porque eso significa que están vivos. Ahora me toca estar en el otro lado y a quien más les tengo miedo es a los Bambones, que están muy callados”.

– ¿Qué comentarios te han llegado?
“Hay quien dice que el cartel es poco colorido para tratar el Carnaval pero yo creo que hay que acercarse un poquito al mundo de la ilustración. Han habido también muchas anécdotas divertidas, gente que me dice que se ha disfrazado como todos los personajes que aparecen en el cartel y otros que me manda fotos con sus disfraces y me dicen: “mira, yo soy el del cartel”.

– ¿Qué opinas de las acusaciones de plagio?
“Se me comparó con un cartel del Carnaval de Cádiz y con un libreto de la murga Los Singuangos. Pero esta comparación es siempre desde la distancia porque cualquier cartel con una multitud tiene cierto parecido. Igualmente, para mí es un honor que me comparen con dos pedazo de artistas y creo que esto es normal en el contexto de las redes sociales”.

– En estos días en los que se celebra Fitur, ¿crees que el cartel vende bien el Carnaval?
“Sí, porque representa lo que es esta fiesta, que es la más inclusiva, porque no hay que comprar entradas ni ser parte de una asociación para participar. Me imagino a un alemán que se baja del barco, se pone colorote y una peluca y sale a la calle”.

– Dibujaste el Carnaval de la calle, pero también eres seguidor de los concursos…
“Sí, sobre todo de las fases y la final de murgas. Creo que hay dos tipos de carnavales, el de los grupos, que es precioso y agotador por los ensayos, y el que empieza tras el concurso de murgas, que es donde de verdad cobra sentido esta fiesta”.

– Entonces… ¿no hay por qué elegir entre día y noche?
“Son complementarios, pero sí es cierto que cuando se suman el día y la noche se desvirtúa, porque los conciertos empiezan demasiado temprano y eso lo acaban sufriendo los grupos, que quieren cantar la mañana del sábado y no pueden”.

– ¿Por siempre Bambón?
“Sí, llevo allí desde la universidad, tengo a mis amigos que son como mi familia, así que estaré hasta que el cuerpo aguante, porque los ensayos son muy duros”.

– ¿Ya tienes disfraz para salir por la noche?
“No tengo ni idea de que llevaré, soy de improvisar a última hora, de que los amigos me líen y acabar saliendo. Saldré como alguno de los personajes del cartel, con un disfraz de los clásicos del Carnaval de Santa Cruz”.

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