La ‘fotocrónica’ de Zapata

Mariano H. Zapata

Practicar deporte siempre ha sido y es mi principal afición. Y lo digo hasta el punto de que el deporte define mi modo de vida y mi personalidad. El ejercicio de la política que entiendo como un servicio público a la ciudadanía, a nuestras gentes y a su bienestar, no solo no me ha alejado del deporte, sino que he permanecido fiel a su práctica, en la que he encontrado nuevos puntos de vista para mejorar mi carrera política. En su momento, como concejal o como senador, y ahora como presidente del Cabildo palmero.

Y es que en el deporte hay valores y pautas como la concentración, la disciplina, la coordinación y el trabajo en equipo, que son dinámicas que también intento llevar a mi ejercicio profesional. De esta forma, cada jornada como presidente de una institución insular consiste en trabajar duro, con la vista fijada en objetivos claros y estrategias definidas, fruto del trabajo coordinado y consensuado. Siempre hay metas que cruzar.

Todo el mundo sabe que soy de Los Llanos de Aridane. Llegar a la presidencia del Cabildo ha supuesto el desplazamiento prácticamente diario, y a veces más de una vez, a Santa Cruz de La Palma, donde tiene su sede principal la institución insular. Antes de salir, elijo un horario de madrugada, cuando aún es plena noche, para poder ir a correr. Ya en mi mente se van forjando algunas ideas para el desarrollo de la jornada de trabajo. Es un momento de relajación y concentración del que salen ideas… a veces, como anécdota, estas ideas parten de algo tan sencillo como que durante el recorrido paso junto a una instalación u obra del Cabildo o alguien te detiene para preguntarte por algún problema puntual.

La parte del deporte en equipo suelo tenerla más en horario de tarde, en la piscina o sobre la bicicleta.

Reunirme con mis buenos amigos para pasar un buen rato pedaleando o nadando también tiene un paralelismo con los Consejos de Gobierno o las comisiones del Cabildo: diálogo, planificación, decisiones… ¡Y a darle para cumplir retos!

Mis amigos y familiares son compañeros infatigables de mi vida personal y profesional. Disfruto de su compañía echando unas risas, reunidos en un bar, viendo un partido del Real Madrid o disfrutando de atardeceres espectaculares en mi querido Puerto Naos, un lugar en el que nunca dejaré de estar sean cuales sean las circunstancias.

En definitiva, Mariano H. Zapata no deja de ser quien es por su nueva condición de presidente del Cabildo. Sigo siendo un joven muy dinámico e inquieto, al que le encanta hablar con las personas y conocer sus inquietudes, quien ama el deporte y lo entiende como parte esencial de su modo de vida, y quien, como presidente insular, asume y siente la responsabilidad de hacer de La Palma un sitio mejor para vivir, a base de escuchar y dialogar, debatir y consensuar, y, ante todo, trazar estrategias decididas que lleven a la sociedad palmera a lo más alto del podio.