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Una madre de Chamberí lucha contra el reloj para evitar hoy su desahucio

La chicharrera, de 32 años y con un hijo de 6, se enteró el pasado viernes de la fecha del lanzamiento; se verán en la calle salvo que el Ayuntamiento, que ya trabaja en el caso, logre frenarlo en el juzgado
Fachada de la vivienda del barrio de Chambería donde vive esta madre y sus hijos. FRAN PALLERO

Una madre santacrucera de 32 años de edad está pasando el que, seguramente, es el peor fin de semana de su vida, después de que el pasado viernes abriera una carta que habían metido bajo la puerta de su hogar y se enterase de que su desahucio está previsto para las diez de la mañana de hoy lunes. En lo que, sin duda, es una lucha dramática contra el reloj, sus esperanzas están puestas en la mediación del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, cuyo Área de Atención Social y Vivienda ya trabaja para lograr que el juzgado en cuestión acceda a un aplazamiento.

Así lo explicó anoche a DIARIO DE AVISOS María, nombre ficticio de esta chicharrera, vecina del barrio de Chamberí, quien prefiere ocultar su identidad para salvaguardar los intereses de su hijo, de apenas seis años de edad, pero también los propios, por cuanto en la actualidad tiene un empleo y teme que la exposición pública sea perjudicial para la futura renovación de su relación laboral que, como la de tantos españoles, es temporal.

“Iba a salir de casa el pasado viernes para ir al trabajo cuando vi la carta junto a la puerta de mi casa. Cuando leí que nos iban a echar de casa mañana [hoy para el lector], me dio un ataque de ansiedad como es lógico”, detalla la angustiada mujer, que habla maravillas de cómo reaccionaron sus jefes.

“Empecé a trabajar en la hostelería hace tres meses y es un trabajo temporal, pero cuando llamé a mi jefa el viernes tras leer la carta me dio todo tipo de facilidades para que me pueda centrar en evitar el desahucio”, explica María, cuya amistad con el conocido activista social Lolo Dorta, presidente de la Plataforma 29-E le ha guiado en esta singular carrera contra el reloj. “Siguiendo sus indicaciones, me puse en contacto con mi trabajador social, quien me explicó que iba a confeccionar un informe sobre mi caso”.

Interés

Pero la reacción del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife no se quedó ahí, dado que la propia concejal capitalina del referido Área de Atención Social y Vivienda, Marta Arocha, se ha interesado directamente en el caso. “Me llamó ella personalmente esta mañana [ayer para el lector] y me aconsejó que fuera a primera hora, a las ocho de la mañana, a recoger el informe y que luego me pusiera en contacto con ella. El desahucio es a las diez, y la verdad no sé si dará tiempo”, reconocía anoche esta madre.

A este respecto, todo pasa por que el Ayuntamiento pueda activar a tiempo su eficaz protocolo para casos como el que nos ocupa y que lleva evitando desahucios desde su aprobación, allá por 2012. Eso sí, la última palabra la tiene, lógicamente, el juzgado.

La historia de María es otro ejemplo más de cómo un derecho fundamental como es la vivienda se ha convertido en objeto de especulación, particularmente desde la llegada de la crisis. “Cuando me separé, hace tres años, y me vi en la calle, descubrí esta casa vacía. Hablé antes con los vecinos, que me acogieron maravillosamente y me ayudaron. Siempre me han tratado como una más a pesar de que, por necesidad, me vi obligada a entrar con mi hijo, que lleva mis dos apellidos, en este piso que, poco a poco, hemos ido convirtiendo en un hogar para nosotros. Yo trabajo, he trabajado en muchas cosas y en muchos empleos, y no quiero estar así, quiero pagar por este piso y busqué un acuerdo con la entidad bancaria, que es la dueña, pero no hubo manera. Y, aunque he buscado, nadie me alquila nada con un contrato temporal como es el mío”, detalla María.

En cuanto a por qué se ha enterado de la fecha del lanzamiento con tan poco margen, esta madre chicharrera explica que “el juicio fue hace un año, y lo perdimos, pero mi abogada, que era del turno de oficio, presentó un recurso y ahí se quedó la cosa. En los meses siguientes la llamé varias veces, pero respondía que estas cosas llevaban su tiempo, y está claro que confié demasiado en que cumpliría con su palabra de comunicarme cualquier novedad”.

Nada regalado

“Yo no quiero nada regalado y ahora mismo estoy trabajando”, insiste la afectada, “pero así son las cosas. Solo me queda dormir esta noche lo que pueda y mañana [hoy para el lector] estar bien temprano en el Ayuntamiento”, reconoce María con un evidente tono de zozobra en su voz.

El caso de María llega justo después del de Magdalena Rouco [sobrina del Cardenal Antonio Rouco Varela] y su numerosa familia (ocho miembros, tres de ellos menores, incluido un bebé de cuatro meses) a quien el Ayuntamiento de La Laguna logró frenar in extremis su desahucio, previsto para la semana pasada, tal y como informó puntualmente este periódico.

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