Primer cuarto
Con la baja por lesión de Díez y la de Bogris, debido a la necesidad de tener a Alberto Cabrera y Fran Guerra para cumplir con los cupos nacionales de la competición, el CB Canarias se encontró desde el primer momento con unos Vipers que intentaban correr mucho e imponer un ritmo de juego endiablado. Salin, con dos triples, mantuvo a raya a los estadounidenses, que aprovechaban la más mínima oportunidad para correr. Así, con ese ritmo frenético, los Vipers lograron la primera renta a favor (12-20) obligando a Vidorreta a parar el duelo. A partir de ese momento, parcial de 14-4 para llegar al final del primer cuarto con 26-24.
Segundo cuarto
Dos triles de los Vipers volvieron a darle la iniciativa en el marcador (26-30) desatando los primeros murmullos en Los Majuelos. Pero la defensa no parecía la mejor virtud de los visitantes, algo que supieron aprovechar los locales para reaccionar (38-33). Pero el ritmo de juego no le venía bien al Canarias. El desorden y el marcador alto que imponían los Vipers eran suficientes para que las cosas se apretaran llegando al descanso con 51-48 en el marcador. Ellos solo rotaban con nueve, pero físicamente no se notaba un ápice.
Tercer cuarto
Una técnica señalada a Shermadini espoleó, aún más, a los norteamericanos, cuya principal acción ofensiva, cuando no lanzaban de exterior, era buscar unos contra unos acabando con el tiro más inverosímil posible, pero lo cierto es que les salía bien. Tanto que a falta de cinco minutos el marcador reflejaba empate a 60. Llegó entonces un parcial de 8-2 coincidiendo con varias posesiones visitantes, en las que el Canarias impuso una zona defensiva, y los Vipers optaron por lanzamientos lejanos y algo precipitados. Aún así, el Iberostar Tenerife tenía claro que si lograba encadenar un par de buenos ataques podría, quizás, alcanzar una renta que le diera cierta ventaja, pero tres tiros libres de los estadounidenses sirvieron para apretar las cosas con solo diez minutos por jugarse (70-68).
Último cuarto
Un triple de Aaron White, que había estado muy desacertado hasta el momento, puso el 78-72 a falta de poco más de siete minutos. Era la enésima ocasión en la que parecía que los insulares podían despegarsem definitivamente, en el marcador, pero los jugadores rivales, verdaderos martillos pilones, lograron un 0-5 (78-77) para mantener la tensión en un Santiago Martín que enmudecía por momentos. Yusta dio la cara, anotando cinco tantos consecutivos (83-77), una falta antideportiva a favor del Iberostar Tenerife, cuyos tiros libres anotó el propio Yusta (85-77) y una técnica, también convertida por el madrileño, que alcanzaba los 23 puntos, lanzaba a los suyos (86-77). Yusta, con otro tiro de tres, finiquitó el partido con el 94-82 a falta de dos minutos. Se había convertido en el héroe del duelo. A los Vipers se les había acabado la gasolina. El 110-89 final mete al Canarias en la gran final ante la Virtus.
