Los trabajadores del hotel H10 Costa Adeje Palace que se encuentra en aislamiento tras los cuatro positivos de turistas italianos están demostrando una gran profesionalidad y responsabilidad. Los primeros 14 templeados del turno nocturno que se vieron encerrados junto a sus huéspedes han trabajado a destajo 16 y 18 horas los primeros dos días, cuando deberían haber unos 180, tuvieron el refresco de una quincena de compañeros que entraron el pasado martes y actualmente, otros 42, hasta completar aproximadamente 82 trabajadores que atienden a las 725 personas que se encuentran aisladas.
Los primeros 14 trabajadores se encuentran desbordados y cansados por la gran labor que han realizado.
Además, no pueden abandonar el recinto por así determinarlo el protocolo preventivo activado por las autoridades sanitarias. Sin embargo, el resto de compañeros se debaten entre quedarse en el propio H10 o regresar a sus domicilios, bajo su propia responsabilidad, para lo que tienen que firmar una autorización en estos casos, y llevarse consigo un termómetro para tomarse la temperatura dos veces al día. Solo pueden beneficiarse de esta situación los trabajadores que vivan en solitario o no tengan hijos o personas mayores a su cargo o con grupo de riesgo en su vivienda.
Manuel Fitas, secretario general de Sindicalistas de Base, cuya organización cuenta con mayoría en el comité de empresa, comentó a este periódico que se han retomado la información entre la dirección del recinto, a través del departamento de recursos humanos, para poder prestar la mayor ayuda posible a los trabajadores.
Desveló que inicialmente se hospedaban en las habitaciones que quedan libres, sin embargo, tras el primer aumento de voluntarios, el recinto hotelero ha tenido que habilitarles un espacio con colchones donde poder descansar cómodamente.
Fitas está pendiente desde el primer minuto de lo que ocurre en el H10 Costa Adeje Palace ya que su esposa, delegada de prevención de riesgos laborales, una de las empleadas recluidas desde el primer momento en el que se tomó la decisión de cerrar el hotel por precaución. Tenían previsto realizar un viaje próximamente y no podrán hacerlo ya que forma parte de ese primer grupo de trabajadores. “Llevaba una semana en contacto y nadie nos ha dicho que no lleve a mi hija al colegio”, afirmó Fitas,
Con el aumento del personal, el hotel ya ha mejorado las condiciones del servicio y se abrió un buffet en el comedor para la mayoría de los huéspedes, mientras que otra minoría recibe la comida en sus habitaciones. “Los trabajadores llevan a cabo su labor por responsabilidad y siguiendo el protocolo, pero están desbordados”, incidió.
La gran labor de todos estos profesionales será reconocida en un homenaje que ya prepara el Gobierno de Canarias, la patronal hotelera y las organizaciones sindicales.
