El Papa ha rezado este domingo sin asomarse a la ventana de su estudio en el Palacio Apostólico, la primera vez que lo hace durante su Pontificado, como medida de precaución para prevenir el contagio del coronavirus.
El rezo mariano ha sido retransmitido en streaming desde la misma Biblioteca del Palacio Apostólico y los fieles que estaban en la plaza de San Pedro han podido seguirlo a través de las pantallas instaladas. Si bien, el Papa ha decidido asomarse brevemente a la ventana para saludar a los fieles al final de su alocución.
“Es una situación un poco rara, pero necesaria para evitar la propagación del COVID2019”, ha asegurado el Santo Padre, que ha aclarado que él mismo también ve las imágenes de quienes estaban en la Plaza de San Pedro a través de una pantalla.
Está previsto que la audiencia general que el Papa preside los miércoles se desarrolle de la misma manera. Además, el pontífice seguirá celebrando su misa matutina de Santa Marta, pero sin la presencia de fieles.
Estas decisiones se enmarcan dentro de la batería de medidas de precaución tomadas por el Vaticano, ante la situación de contagio en Italia y tras detectarse los dos primeros casos dentro de los muros de la Ciudad del Vaticano.
PIDE VIVIR ESTOS MOMENTOS CON “ESPERANZA” Y “CARIDAD”
Tras el rezo, el Pontífice ha instado a los fieles a vivir “estos momentos difíciles con la certeza de la esperanza y el fervor de la caridad” del mismo modo que ha recordado la Cuaresma y ha pedido que este periodo “ayude a dar sentido evangélico a estos momentos de prueba”.
Por otro lado, se ha referido a la tragedia que se vive en Siria y ha pedido que no reine la indiferencia. “No se debe mirar hacia otro lado frente a esta crisis humanitaria, sino darle prioridad frente a cualquier otro interés –ha dicho–. Recemos por esos hermanos de Idlib que sufren tanto”.
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