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Jonay insiste en que solo él mató a ‘el Tajonero’, pero varios testigos involucran a Ana Luisa

Comienza en la Audiencia el juicio por el asesinato de Manuel, acaecido en Cabo Blanco, contra su esposa y la nueva pareja de esta
Los dos encausados junto a sus respectivos letrados durante la sesión de inicio del juicio que se celebra en la Audiencia                   Provincial de Santa Cruz de Tenerife. TVE
Los dos encausados junto a sus respectivos letrados durante la sesión de inicio del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. TVE

Jonay V.M., uno de los acusados por el asesinato de un varón que tuvo lugar el 26 de noviembre de 2017 en Cabo Blanco, dentro del término municipal de Arona, insistió ayer lunes en que fue solo él quien acabó con la vida de la víctima, si bien varios testigos involucraron en la misma a su pareja y esposa del fallecido, Ana Luisa E.C., quien, a su vez, niega haber participado en la violenta muerte. Dichas declaraciones se prestaron bajo juramento durante la primera jornada del juicio que por estos hechos celebra desde ayer y con Tribunal de jurado popular la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife.

Tras la elección de los miembros del jurado popular, la sesión de ayer permitió conocer la versión de Jonay, quien se mantuvo fiel a la que ya había dado ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Así, detalla que Manuel, alias el Tajonero, se presentó en la vivienda que compartía con Ana Luisa en la referida localidad aronera, al poco de salir de prisión, gritando e insultando a Ana Luisa, que ambos estaban entonces en la planta de arriba y que el fallecido mezcló metadona y heroína con la idea de consumir con Ana, quien se encontraba bloqueada y como sin sentido.

Los dos hombres comenzaron a discutir y, según el testimonio del encausado, Manuel sacó un cuchillo mientras consumía. Jonay le dio una patada, le tiró la jeringuilla, le quitó el cuchillo y le apuñaló con él en el cuello, aunque ha reconocido que todo ocurrió “muy rápido”.

Dicho relato coincide con el de Ana Luisa, pero solo hasta este punto, por cuanto Jonay sostiene que Manuel, pese a sangrar abundantemente por el cuello, amenazó a Ana con la hoja del cuchillo para salir del recinto, cuando ella alega que ayudó a Manuel cuando lo vio herido, que le apretó el cuello con su mano para contener la hemorragia y que bajaron juntos las escaleras hasta la calle, donde comenzó a pedir auxilio. “A mí no me puso ningún cuchillo en el cuello”, sostuvo la mujer sobre este punto. Hay que insistir en que Jonay ha negado en todo momento que Ana Luisa participara en alguna agresión a el Tajonero, y que fue él quien siguió a la víctima fuera de la casa, donde le tiró piedras mientras el ya herido se caía y se levantaba repetidas veces del suelo.

Dentro de una huerta, al final de la calle, fue donde, según Jonay, acuchilló al fallecido mientras continuaba vivo, y que Manuel solo pidió “perdón” cuando vio que Jonay agarraba una piedra enorme. Cuando llegó el primo de Manuel, Jonay le amenazó de correr similar fortuna.

Por su parte, la mujer sostuvo que era Jonay quien apedreaba a Manuel, y que ella tenía que apartarse para no recibir las pedradas. Ha añadido que nunca entró a la huerta y que cuando llegó el primo de Manuel, avisó a Jonay.

Sin embargo, como informa Efe, las versiones de los dos encausados no coinciden con los testimonios prestados por diversos testigos, como la tía y el primo del fallecido, quienes aseguran que Manuel salió del domicilio solo, sin asistencia de Ana Luisa, y que ambos le apedreaban a lo largo de la calle. La tía de la víctima, en concreto, asegura que vio cómo le aplastaron la cabeza con una piedra grande y lo tiraron dentro de la huerta, ya muerto.

La Fiscalía pide 23 años de cárcel para cada uno de los dos acusados

Como ya informó en su día este periódico, la Fiscalía pide para cada uno de los dos encausados 23 años de prisión como presuntos autores de un delito de asesinato con agravante de parentesco, así como nueve años de libertad vigilada y una indemnización conjunta de 120.000 euros a los herederos de la víctima. Cabe recordar que el fallecido acababa de salir de prisión por los malos tratos que sufrió Ana Luisa durante la relación que los unió durante 18 años. “Manuel ya me había advertido de que vendría a por mí cuando saliera de la cárcel”, reconoció ayer la mujer durante la primera jornada del juicio

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