El coronavirus de Wuhan ha subido un peldaño más en la escala de patologías reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasando a ser considerada una pandemia. Si bien este hecho hace referencia a su capacidad expansiva, más que a su tasa de mortalidad, lo cierto es que, tal como ha podido saber este periódico, algunas cadenas de supermercados del Archipiélago han notado un incremento en la venta de determinados productos -como los congelados-, aunque en todo momento niegan que pueda producirse un desabastecimiento de artículos.
Lo cierto es que esta reacción de la sociedad canaria responde a un miedo que, poco a poco, a lo largo de las últimas semanas, ha calado hondo en varios sectores de la sociedad. Unas circunstancias quizá agravadas por las palabras del director general de la OMS, que ha llegado a reconocer que desde la entidad están “profundamente preocupados, tanto por los niveles alarmantes de propagación y gravedad, como por los niveles alarmantes de inacción” de algunos países.
En el caso de España, Canarias estrenaba el contador nacional con un primer positivo en la isla de La Gomera que se recuperó con éxito.
También, nuestras Islas fueron pioneras en aislar un hotel con cerca de un millar de personas en su interior, y, sin embargo, pese a la dificultad de gestionar ambas situaciones, se han logrado superar satisfactoriamente. No obstante, visto el avance a pasos agigantados de la enfermedad en todo el territorio español -especialmente en Madrid-, el Ejecutivo regional celebró ayer un encuentro extraordinario del Consejo de Gobierno, en el que decidió suspender los viajes de escolares a la Península y al extranjero y restringir las visitas a residencias de mayores y hospitales. De igual manera, tomó la decisión de cancelar todos los eventos con más de 1.000 asistentes, algo que ha tenido eco en citas ineludibles como los carnavales del sur de Tenerife y de Gran Canaria, al igual que en las competiciones deportivas no profesionales, que se cancelan durante los próximos 15 días.
En el plano académico, el calendario ya se ha pospuesto dos semanas en la Comunidad madrileña, mientras la Consejería canaria se encuentra estudiando la posibilidad de adoptar la misma medida debido a la elevación del nivel de riesgo.
Las bolsas internacionales permanecen en caída libre, el BCE anuncia que se avecina una recesión económica muy similar a la de 2008, y en Canarias el sector turístico, corazón de la economía isleña, muestra su preocupación porque la Semana Santa “se da por perdida”. De hecho, aún con la mirada puesta en verano son muchos los que aseguran que “no se han registrado nuevas reservas”.
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