Los materiales de protección como mascarillas o batas no son los únicos elementos que escasean por la crisis sanitaria derivada del Covid-19. También los recursos económicos son más bien justos para hacer frente al estado de alarma actual y a los meses sucesivos, en los que se prevee pueda darse una recesión sin precedentes, aún peor que la acontecida en 2008. Y en este mar de dudas respecto al futuro financiero global, Canarias alza la voz en defensa de los medios que le corresponden y su gente.
Según ha podido saber DIARIO DE AVISOS, el Gobierno regional ultima el diseño de una renta de emergencia destinada a aquellos sectores más vulnerables de la población del Archipiélago; personas que han perdido su puesto de trabajo y no reciben ningún tipo de prestación. Se trataría de una antesala de la renta ciudadana que anunciaron los partidos del Pacto del Progreso (PSOE, NC, Podemos y ASG), que prometieron dar un giro a la política canaria. Una iniciativa cuya aplicación también se está acelerando debido a los difíciles tiempos que se avecinan, tal como apuntan voces autorizadas del Ejecutivo.
En el Consejo de Gobierno que se celebrará hoy por videoconferencia, el área de Hacienda, que dirige el también vicepresidente de la institución, Román Rodríguez, planteará la puesta en marcha del plan de ayuda especial para arrojar un salvavidas a los más damnificados por este parón. La prestación, que tendrá una duración aproximada de dos meses y supondrá una cuantía de entorno a 400 euros por beneficiario, espera facilitar el acceso a los alimentos y bienes de primera necesidad en el transcurso del periodo de confinamiento, para luego dar paso a la renta ciudadana con carácter permanente.
En lo que respecta a la salud financiera de las Islas, las fuentes consultadas por este periódico advierten de que el Ejecutivo está llegando a un momento límite. Canarias tiene liquidez para pagar las nóminas del funcionariado público (que ascienden a los 260 millones al mes) hasta mediados de mayo, es decir, hasta dentro de un mes y diez días. A partir de entonces, las cuentas entrarían en números rojos, como ya le ha ocurrido a comunidades autónomas como Cataluña. En declaraciones al DIARIO, Román Rodríguez reconoció que las previsiones de ingresos para la administración “son las que son”, y mostró su preocupación porque “los ingresos de abril, mayo y junio caigan un 85%, alrededor de 150 millones de euros cada mes”. De este modo, indica que “los ingresos caen y los gastos se elevan”.
De otra parte, el Gobierno confía en que el Estado tenga en cuenta los 900 millones que le debe transferir antes de junio, cuantía correspondiente a la liquidación de la financiación autonómica de 2018 y que en el mejor de los escenarios debía haber llegado en marzo. Asimismo, desde el Área destacan que para hacer frente a los gastos más próximos, el Ejecutivo canario se ha visto obligado a formalizar pólizas de crédito, las cuales antes de final de año deberán ser devueltas, en de los acuerdos alcanzados con las entidades prestatarias. Además, la Administración central adeuda la mitad de la partida destinada a políticas activas de empleo, de unos 70 millones.
También, la problemática de la Unión Europea y la poca solidaridad manifestada por Estados miembros como Países Bajos tiene su eco en las Islas. A principios de semana, la canciller alemana Angela Merkel se mostró partidaria de echar mano del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) para salvar a lugares que se han visto afectados de lleno por el coronavirus, como Italia y España, sin fiscalización por parte de ninguna troika ni órgano designado para tal fin. Una fórmula que se complementaría con la emisión de eurobonos. Ambas propuestas arrojarían algo de luz en el futuro inmediato de las Islas.
DESCONFINAMIENTO
En el ámbito sanitario, Canarias atraviesa una situación mucho más optimista, siendo de las regiones que mejor están conteniendo la pandemia, a tenor de las cifras de fallecimientos y nuevos casos respecto a las de altas, que confirman los augurios de expertos epidemiólogos: se está doblegando a la curva de contagios. En este sentido, el Gobierno regional ha manifestado su predisposición a ser un “laboratorio de desconfinamiento”, para que durante la salida de la cuarentena, que se realizará de forma escalonada, las Islas puedan dar pasos a un ritmo más rápido, en la misma medida en que los datos son más positivos comparados con otros territorios, así como por la circunstancia de ser ínsulas, que facilita el aislamiento.
Aún así, las fuentes consultadas por el DIARIO señalan que “viviremos con mascarilla” al menos durante los próximos meses y el “futuro inmediato”, visto que será necesario esperar por una vacuna o un tratamiento que tenga resultados favorables debidamente contrastados.
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