san miguel de abona

De la huerta al banco de alimentos

Encarna Morales, agricultora con un puesto en el mercadillo de San Miguel de Abona, entrega 75 kilos de productos frescos cada semana a las familias más necesitadas del municipio
Encarna Morales, en su puesto del Mercadillo del Agricultor de San miguel de Abona. DA
Encarna Morales, en su puesto del Mercadillo del Agricultor de San miguel de Abona. DA
Encarna Morales, en su puesto del Mercadillo del Agricultor de San miguel de Abona. DA

Es uno de tantos ejemplos de la labor, sacrificada y silenciosa, que realiza nuestra gente del campo. Si ya de por sí su trabajo es lo más parecido a una montaña rusa sometida a los vaivenes del mercado, las condiciones meteorológicas, las plagas y los robos, el mérito de agricultoras como Encarna Morales se multiplica en época de pandemia, confinamiento y regulaciones de empleo.

Encarni, como la conocen en San Miguel de Abona, trabaja desde hace tres años una finca familiar en Atogo y vende sus productos en el mercadillo del agricultor, un recinto que cuenta con más de 60 puestos y que abre los sábados y domingos de 8.00 a 14.00 horas en Las Chafiras. La cuarentena y, sobre todo, el frenazo en seco del turismo han provocado una notable caída de las ventas.

“Ahora tan solo vendemos un tercio de lo que normalmente facturábamos, porque un 60% de la clientela del mercadillo es mayoritariamente alemana, rusa e italiana que pasa el invierno en la Isla y viene aquí a comprar. Es verdad que ahora empezaba la temporada baja pero esto lo ha adelantado todo”, explica a DIARIO DE AVISOS. La pérdida de beneficios ha obligado a la familia a eliminar algún espacio del mostrador, donde se expone una amplia representación de productos de la tierra, entre ellos, tomates, pimientos, papayas, coliflor, brócoli, coles, lechugas, perejil y albahaca.

La caída de casi un 70% de las ventas llevó a Encarna a dar un paso solidario que demuestra que detrás de esta ingeniera agrícola de 39 años, madre de un niño de tres, hay una mujer que rebosa generosidad. Contactó con los Servicios Sociales del Ayuntamiento de San Miguel para ofrecer al banco de alimentos del municipio todas las frutas y vegetales que no despacha. Ya ha entregado más de 300 kilos de productos (sobre todo papayas, coliflores y pepinos) a razón de unos 75 kilos semanales desde hace un mes. “Desde que empezó esta crisis, sabíamos que iban a aumentar las solicitudes de familias sin medios económicos, y por eso ofrecimos nuestros productos al Ayuntamiento”, explica.

variedad y calidad

Encarna defiende el consumo de productos locales “por frescura, proximidad, mayor valor ecológico y su precio”. Asimismo, subraya la calidad y diversidad de los puestos del recinto de Las Chafiras, situado junto al parque de bomberos. “La variedad es impresionante, hay quesos, carne, una pescadería increíble, panes artesanales, hortalizas, papas buenísimas… es una pena que haya decaído tanto”.

Recuerda que el Mercadillo de San Miguel cumple con estrictas medidas de seguridad para evitar la propagación de la Covid-19, como la obligatoriedad de pedir los alimentos al vendedor para evitar su manipulación, el uso de guantes desechables y el mantenimiento de la distancia de seguridad entre la clientela. Aun así entiende el bajón de visitas. “Viene gente, pero es normal que haya miedo, incomodan un poco las colas, las medidas de seguridad… al final deciden quedarse en casa o ir a una gran superficie donde tienen de todo”.

Pese a la incertidumbre actual, Encarni prefiere ver la botella medio llena. “Te mentiría si no te reconociera que estoy preocupada por la salud de la familia porque la agricultura es un sector esencial y hay que salir a trabajar, pero también soy agradecida porque podemos traer un dinero a casa con todo lo que está pasando”.

Amenazas permanentes que acechan al sector primario como la sequía, la competencia de las grandes superficies, la falta de ayudas y ahora una pandemia voraz, no pueden con el pundonor de trabajadoras como Encarna, que siempre están ahí, trabajando la tierra, cultivándola, recogiendo los frutos del esfuerzo para ofrecerlos en su puesto del mercadillo y regalarlos al banco de alimentos. Ella también figura en la gran nómina de héroes contra el coronavirus.

Arturo González: “Es un gran gesto para ayudar a los más necesitados”

El alcalde de San Miguel de Abona, Arturo González, agradeció el “gran gesto” solidario de Encarna Morales porque “contribuye a ayudar a quienes más lo necesitan en unos momentos, además, donde nuestros agricultores tienen muchas dificultades”. Asimismo, aplaudió otras iniciativas similares de hoteles del municipio y de empresas del polígono de Las Chafiras que también arriman el hombro en estas fechas. Sobre el Mercadillo del Agricultor, el regidor valoró la labor que realiza desde hace 20 años, “ofreciendo los productos frescos de nuestras huertas, de gran calidad y a muy buenos precios”, por lo que animó, en estos tiempos de vacas flacas, a visitarlo y adquirir sus productos.

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