economÍa

Jorge Marichal: “No se trata solo de abrir hoteles, sino de poder mantenerlos. Sería un suicidio reabrir alocadamente”

El presidente de la patronal hotelera arroja luz sobre el futuro inmediato de nuestro turismo

El sector turístico será uno de los grandes perjudicados por la crisis económica que vendrá tras resolverse la crisis sanitaria de la COVID-19. El cero turístico provocará en las Islas una pérdida de 200 millones por cada mes que los hoteles y las fronteras estén cerradas y, según los datos del Gobierno canario, 2020 cerrará con no más de 4 millones de visitantes. Una cifra muy alejada de los 15,5 millones que recibió el Archipiélago el año pasado. El motor económico de Canarias está a cero. Solo queda que el virus pase para poder iniciar el descofinamiento y que la economía arranque, pero nada volverá a ser lo mismo. Las rutinas habrán cambiado y la normalidad previa al coronavirus, en el mejor de los casos, no llegará hasta principios del otoño. Por ello, los hoteleros solicitan garantías para la reapertura de puertas y unas normas transversales que impliquen a todo el sector. Solo así, la apertura turística podrá ser una realidad. Todo lo demás: hoteles al 50%, plantas alternativas o recepciones virtuales no dejan de ser alternativas, pero ninguna rentable. “¿Qué hotelero abrirá un hotel para no tenerlo al 100% de su capacidad?”, se pregunta el presidente de la patronal.

-¿Tienen una fecha clara de cuándo podrán abrir los hoteles?
“Yo le voy a ser claro. Los hoteleros no estamos pensando en una fecha, estamos pensando en unas condiciones. Creo que tenemos que quitarnos de la cabeza si abriremos en mayo, en verano o para la temporada de invierno, y concentrarnos en trabajar para que se den las condiciones para poder abrir. Y me explico. Hay unas condiciones de carácter sanitario que se tienen que cumplir que dependen, sobre todo, de las instituciones públicas, y otras económicas, es decir, que se vea que existe una cierta capacidad para que una vez abiertos las empresas se puedan mantener. No se trata solo de abrir, si no de abrir y de mantener las empresas, porque sino sería un suicidio abrir sin tener un mercado claro. Es tan importante o más saber cómo, con qué condiciones y normas vamos a reabrir los alojamientos turísticos y la hostelería que cuándo podremos hacerlo. Está claro que ningún turista europeo va a coger a su familia y se va a meter en un avión para venir a Canarias si no está seguro de que el transporte será seguro y de que en el destino de sus vacaciones también lo serán”.
-¿El hecho de ser Islas nos puede beneficiar para que esa apertura sea más pronto?
“Bueno, es cierto que el hecho de estar aislados es una ventaja, porque podemos controlar mejor que en otros territorios continentales la entrada y salida de personas. Por eso, lo que proponemos es que una vez que tengamos controlada la enfermedad en las Islas, instauremos un protocolo internacional que empezaría en el momento en el que el turista entra en el aeropuerto de origen con la realización de test rápidos. Esto es que a cada cliente, en el momento de facturar, se le haría el test para conocer si es negativo, si tiene los anticuerpos por lo que ya ha pasado la enfermedad, o que tiene la enfermedad, lo que le impediría viajar. Con esto aseguramos que todos los que se suban a un avión lo harán con ciertas garantías de seguridad. Una vez hecho el test se le dará al turista un código QR con el que podrán demostrar allá donde vayan que han sido testeados y que están libre de COVID. Este protocolo deberá tener las garantías de las autoridades internacionales que acredite a todos los intervinientes en el sistema”.
-Ese código será como una especie de pasaporte.
“Más o menos. Será como un certificado o un visado y servirá, además, para saber de dónde viene, dónde ha estado… haciendo así una trazabilidad de todas las vacaciones. Esto es muy positivo, porque si en cualquier momento hubiera algún turista infectado con el virus, se podría identificar dónde ha estado y las personas con las que ha estado”.
-¿Es posible hacer esto?
“Con la tecnología que tenemos ahora es perfectamente factible y, además, debe ser obligatorio para poder viajar porque es la única forma de mantener la seguridad. Ya se está haciendo en Corea y en China, aunque es mucho más invasivo porque al régimen chino la privacidad le importa menos. Los hoteleros tenemos claro que esto es lo que hay que hacer para mantener la seguridad de los empleados y de las Islas. Y lo mismo se hará al regreso a su lugar de origen. Entendemos que, a día de hoy, es la única solución que hay para que la gente se suba a los aviones o se vaya de vacaciones con cierta seguridad. Este es a nuestro juicio cómo debe ser el desescalonamiento”.
-¿Pero comenzaría directamente ya con el mercado internacional o se empezaría a aplicar, como ha dicho el Gobierno, primero con el mercado local y regional, después el nacional y por último, internacional?
“Sí, podríamos empezar con el mercado local y regional y después irlo aplicando a otros mercados internacionales. Con esto no quiero decir que si el mercado europeo está preparado no puede empezar antes. Con los test, en Canarias podríamos empezar pronto y, por lo menos salvar el verano. Creo que es un protocolo totalmente asumible para que el turismo vuelva a funcionar y los costes son asumibles para las pérdidas que tenemos en estos momentos de cero actividad”.
-Bueno, parece que ustedes están haciendo la tarea y ya están preparándolo todo para cuando el Gobierno diga que se puede abrir.
“Nosotros estamos haciendo lo que tenemos que hacer, pero desde luego, lo que tenemos claro es que no le vamos a decir al Gobierno cuándo tenemos que abrir. No vamos a meterle prisa a nadie. Ni vamos a llamar al Gobierno todos los días para ver si podemos abrir. Lo que estamos haciendo es lo que nos corresponde que es trabajar en el protocolo y en las infraestructuras internas de los alojamientos para poder reanudar la actividad, así como recopilar todo el material necesario para los trabajadores.
-¿Qué pasará el día después, cuando el Gobierno diga que se puede abrir?
“Estaremos preparados, pero la apertura dependerá de las empresas. Habrá algunas que estarán en disposición de abrir justo el día después y otras que tardarán. Por eso, es importante que el Gobierno apruebe las medidas económicas y fiscales cuanto antes para que las empresas tengan ciertas garantías de que al abrir su negocio se va a poder mantener”.
-¿El que le guste viajar va a tener que cambiar sus hábitos?
“Eso no lo sabemos. Ahora hablamos de futuribles. Con lo que tenemos que trabajar es con los datos que tenemos sobre la mesa. Y en este caso, lo que sabemos es que tendremos que aplicar este protocolo en el que ya estamos trabajando para reiniciar la actividad turística”.
-¿Y la reapertura será total o a mitad de la capacidad del hotel?
“Vamos a ver. Esto es algo que tenemos que tener claro. Yo no puedo decirle a un señor que tiene un negocio que lo abra y que lo haga al 30% de su capacidad, porque no le va a ser rentable. Mire, los negocios se abren para ganar dinero. Vamos a ser realistas, después de semanas cerrados, nadie abrirá para arruinarse. Por eso, le insisto que de lo que se trata es de tener las condiciones para que cuando los empresarios abran lo hagan con cierto grado de confianza de que van a poder mantener sus negocios. Es importante, que los ERTE se mantengan para que los hoteleros sepan que hay flexibilidad y que pueden ir sacando a sus trabajadores de los ERTE a medida que el negocio vaya recuperándose; y a su vez que tengamos la posibilidad de retrasar un poco los pagos a los bancos. Todo este engranaje debe ir funcionando conjuntamente para que dentro de unos meses podamos estar si no al 100%, al 90% de nuestra capacidad”.
-Es que hay algunos empresarios, sobre todo del sector de la restauración, que me dicen que si tienen que abrir con tantos condicionantes, prefieren no hacerlo.
“Es lógico. ¿Cómo evitamos que el empresario piense eso y prefiera tener su negocio cerrado? Pues teniendo a la gente testeada, con su código QR”.
-Por lo que veo, está de acuerdo en que la apertura sea en tres fases: local, nacional e internacional.
“Si, trabajamos en las fases de forma conjunta, pero no porque los queramos separar, sino porque la lógica nos dice que primero vendrán a nuestros hoteles los ciudadanos de Tenerife, después los de la Isla viajarán a otras Islas. En tercer lugar, vendrán los de la Península y por último, los extranjeros. Pero se puede dar el caso que un turoperador ya aplique estos protocolos y podamos recibir primero a los turistas de Londres o Berlín que a los de Madrid”.
-¿Hay reservas? Ya hay hoteleros que dicen que para este verano tienen algunas.
“Reservas tenemos todos. Se están intentando hacer ventas por parte de los turoperadores. Todos los días hay reservas, pero también hay cancelaciones, pero le vuelvo a repetir que todas esas reservas si no se dan las condiciones de seguridad necesarias son papel mojado. Le insto, sería un gran error abrir alocadamente, para después tener que cerrar en septiembre y perder nuestra temporada alta que es el invierno. Hay que hacer las cosas bien y tener templanza porque no por correr vamos a llegar antes. Paso firme”.
-Imagino que este mismo protocolo es aplicable al transporte marítimo.
“Por supuesto. Todo el que venga en avión o barco a Canarias habrá que testearlo. Y, además, se aplicará con agilidad. No es algo que cueste mucho y, sobre todo, que tarde en aplicarse. Vamos a tener que convivir con la enfermedad o quedarnos en casa y morirnos de pena. Al final la gente lo pedirá porque estas medidas serán por su propia seguridad. Tenemos que vender seguridad, protocolos y las cosas bien hechas y esto es una ventaja para Canarias “
-Se dice que de toda crisis sale una oportunidad . ¿Podemos aprovechar que Canarias es una Archipiélago, sus hoteles y su sanidad para que la gente prefiera venir a las Islas antes que, por ejemplo, ir a otros destinos europeos, o competidores, como Egipto o Túnez?
“Hombre si nosotros conseguimos instaurar este protocolo y con el buen hacer que tuvimos con los italianos contagiados en el hotel del Sur de Tenerife, tendremos una oportunidad de hacer números, pero tendremos que ser diligentes y rápidos. Mire, yo creo que la gente seguirá queriendo ir de vacaciones, pero a destinos seguros y cercanos. Esos aviones grandes cruzando el Atlántico se verán poco este verano, por eso nosotros tendremos que aprovechar esta oportunidad. Todo será mucho más fácil con la aplicación de los mecanismos de control”.
-Dependerá mucho también del presupuesto de las familias.
“Por supuesto, y del tipo de vacaciones. Habrá familias que si les aseguras que le haces el test y se van a un hotel, por ejemplo a Lanzarote, y todo el trayecto está testeado, se irá de vacaciones porque la gente tiene muchas ganas de salir de vacaciones”.

TE PUEDE INTERESAR