
El Gobierno central anunció ayer el plan de deconfinamiento que será de aplicación para todo el país a partir del próximo lunes, 4 de mayo. Eso sí, a diferente ritmo y atendiendo a la evolución de la pandemia en cada provincia o, en el caso de Canarias y Baleares, de acuerdo a su progresión por islas. Y es precisamente en los dos archipiélagos que, tal y como detalló DIARIO DE AVISOS en su edición de ayer, se producirán excepciones, con atención a sus singularidades; tanto La Gomera, El Hierro y La Graciosa en nuestra tierra, como Formentera en el caso Balear, arrancarán la desescalada un paso por delante que el resto de los españoles.
El denominado plan de transición hacia la nueva normalidad consta de una fase cero de preparación y otras tres de reapertura de establecimientos y adaptación a la realidad que nos tocará vivir dentro de poco; provisional, hasta que se encuentre una vacuna. Si bien la norma general será, a partir del próximo lunes, ver escenas a las que antes estábamos acostumbrados, como gente practicando deporte -individualmente- o la apertura de locales con cita previa, para las referidas islas, que poseen unos datos de contagios considerablemente más favorables que el resto, ya comenzará la siguiente etapa, la primera, con las terrazas y pequeños comercios en funcionamiento con aforo limitado.
Aún así, pese al optimismo que ya embriaga a la población por ver una luz al final del túnel, los expertos coinciden en pedir prudencia, calma y sosiego para afrontar la situación que se avecina, puesto que, de no cumplirse las expectativas, es posible que las autoridades se vean obligadas a volver a un paso anterior, o parar el proceso en aquel territorio donde las cifras acusen cierto empeoramiento. Es algo que ya están experimentando en Alemania, país que se ha puesto como ejemplo europeo de buena praxis y donde los más críticos con un desconfinamiento apresurado, como quería la canciller Angela Merkel, han acabado teniendo razón, dado que el Gobierno germano ha pulsado el botón de pausa por empeorar.
De igual manera, el presidente español, Pedro Sánchez, mostró ayer, durante su comparecencia pública, confianza en la conciencia colectiva de quienes han permanecido durante las últimas cinco semanas aislados en sus hogares, visto que se ha registrado un número bajo de infracciones durante el estado de alarma. Asimismo, la estrategia dada a conocer por Sánchez confirma que Madrid ha escuchado las demandas trasladadas por el Ejecutivo canario, ofreciendo un trato diferenciado a las ínsulas que fueron señaladas desde un primer momento para aplicar la desescalda por ser las que tenían un riesgo prácticamente nulo de contagio. También el plan nacional se inspira en algunas ideas sugeridas por Canarias, como las franjas horarias.
De hecho, es tal la ventaja que lleva Canarias respecto a otros territorios en lo que a datos de contagios se refiere, que según el plan de transición podría adelantarse el paso de una fase a la siguiente, aunque está ideado a razón de una etapa cada dos semanas, periodo de incuvación medio del virus.
LA VACUNA, MÁS CERCA
Buenas noticias también en la búsqueda de una vacuna, y es que la investigación liderada por la inmunóloga británica Sarah Gilbert, de la Universidad de Oxford, está obteniendo tan buenos resultados que el magnate estadounidense Bill Gates y su esposa Melinda se han comprometido a financiar su distribución mundial.