28 de enero. Un grupo de seis alemanes llegan a La Gomera para pasar una semana de vacaciones en un apartamento en La Punta, municipio de Hermigua. Un día después, cinco de ellos, son ingresados en el Hospital Nuestra Señora de Guadalupe, tras un aviso de la Embajada alemana advirtiendo a las autoridades españoles que habían estado en contacto directo con un persona que había dado positivo por coronavirus tras un curso de capacitación de una profesora china en una fábrica de repuestos de automóviles en Baviera. Esta, procedente de Shangai, había sido contagiada tras una visita de sus padres, a principios de enero, residentes en Wuhan, donde nació el virus.
31 de enero. El Instituto Carlos III de Madrid confirma el primer caso de coronavirus en España. Se trata de uno de los cinco alemanes ingresados en el hospital gomero, los otros cuatro, asintomáticos, dan negativo, aunque quedan aislados hasta que son dados de alta el 4 de febrero y regresan a la casa alquilada en Hermigua, donde tienen que pasar la cuarentena de los 14 días. Oliver Henrich, que hace de portavoz, comenta a la salida: “Lo único que he echado de menos es una cerveza”, lamentando que su compañero diera positivo, “aunque no tiene síntomas y se encuentra bien”.
14 de febrero. El primer positivo por coronavirus en España recibe el alta y se reúne con sus amigos en Hermigua. Alquilan un monovolumen para ir al Cedro antes de regresar el día después a Alemania, Se marchan agradeciendo el trato recibido por el personal del hospital y con el deseo de regresar “para conocer toda la Isla”.
4 de mayo. Oficialmente Hermigua y toda La Gomera -al igual que otras islas como El Hierro, La Graciosa y Formentera- quedan libres del contagio e inician el desconfinamiento después de una larguísima cuarentena, en donde en La Gomera se dieron 10 casos de contagio, todos ellos importados, como el de una colombiana trabajadora del centro de mayores de Valle Gran Rey que se infectó en un viaje a Italia.
Con la isla prácticamente sellada por mar y aire, Casimiro Curbelo, el presidente del Cabildo abogó desde mediados de abril por el desconfinamiento insular, manteniendo, eso sí, las restricciones de movilidad con el exterior. La semana pasada, el Consejo de Ministros anunciaba las fases de lo que dado en llamada desescalada -con permiso de la RAE- y La Gomera era uno de los escasos territorios nacionales que entraba directamente, desde hoy, en la fase 1, mientras que el resto de España lo hará el 11 de mayo. Desde hoy, La Gomera puede abrir determinadas actividades, como las terrazas de los bares y pequeños comercios, sin embargo, muchos no están por la labor de hacerlo, al entender que las exigencias -solo el 30% del aforo- no es rentable, prefiriendo seguir cerrados y manteniendo a sus trabajadores en el ERTE, “al menos -coinciden casi todos- hasta que se abra el muelle y entre el turismo, aunque sea el solo el canario o peninsular”.
Por lo pronto, el Cabildo de La Gomera anuncia medidas de apoyo para los pequeños empresarios, como un desembolso de 1.500 euros a cada autónomo, tras las distintas reuniones que se han tenido con los sectores empresariales y que hoy repetirá Casimiro Curbelo con los seis alcaldes de la Isla.
Poco cambiará
César, propietario junto a su esposa Eva, del Restaurante Las Chácaras, no cree que Hermigua cambie mucho con el desconfinamiento, porque “aquí hemos tenido la tranquilidad que no han tenido en Tenerife”, aunque personalmente “me vendrá bien para sacar la bici hasta Los Pajaritos y dejar de hacer rodillo, y así dejar de pintar, que llevo todo el mes pintando la casa, el bar”. Y no cambiará mucho porque “abrir las terrazas solo al 50% significa que solo puedes tener unos seis o ocho clientes y con eso no puedes mantener a dos trabajadores y dos autónomos” comenta. “Yo -añade- hasta el 25 de mayo no pienso abrir y así me lo han trasladado también restaurantes de la Isla. Hasta que no se abran los puertos y venga gente de Canarias o de la Península, que en todo caso será para junio, no tendremos negocio”, señala César, quien presume de que “en Hermigua nunca se ha perdido la tranquilidad, a pesar de haber sido pioneros en el coronavirus. Aquí han censadas 1.700 personas pero que residen a diario habrá 700, y ni siquiera se ven mascarillas por la calle o la gente en sus huertas o con sus animales, solo cuando vas al supermercado o hacer una gestión en la Villa (San Sebastián) que te obligan hasta llevar tu bolígrafo”, comenta.
La apertura del puerto al turismo lo ven todos los gomeros como algo esencial, “siempre tomando las medidas de precaución que se han tomado hasta ahora, todos saldremos adelante”, relata Estela Morales, propietaria de la Floristería Laurisilva, en Hermigua, y miembro de la directiva de la AEN (Asociación de Empresarios del Norte de La Gomera) que preside Luisa Gámez.
“Fuimos los primeros en conocer esta pesadilla del virus y los primeros en salir de ella, porque entiendo que las cosas aquí se han hecho bien, algo que deben destacar ustedes, los periodistas”, indica Estela, que desde la semana pasada ya puede repartir a domicilio flores, “uno de los sectores más castigados en esta crisis, sobre todos para los cosecheros, que perdieron la flor cortada de exportación y las fechas del día del Padre y ahora el de la Madre”, indica Estela que “en un día de la Madre sacaba 5.000 ó 6.000 euros y si ahora sacó 1.000 serán muchos”, gracias a que es la distribuidora de Interflora en la Isla.
Estela Morales destaca que la gente de Hermigua “ha vivido con mucha tranquilidad el confinamiento, otra cosa es que sin turismo será muy difícil salir adelante”, mientras destaca que “aquí es fácil mantener las medidas de seguridad, porque disponemos de aceras anchas en la carretera y apenas hay contactos entre la gente”.
Viviendas de alquiler
Hermigua, otrora poderoso valle de caña dulce y plataneras, que llegó a tener 6.000 habitantes en los años sesenta, un casino y dos cines, es hoy un municipio que se mantiene a duras penas de la agricultura y del turismo rural. Kristof Nowak regenta una tienda de alimentos orgánicos y ecológicos y tres viviendas de turismo rural. “La tienda, que la he mantenido abierta, sin extranjeros es una ruina y aunque tengo reservas para las casas rurales cada día llegan cancelaciones. Hasta que no se abran los puertos no habrá alquileres y espero que los tinerfeños y grancanarios puedan venir en verano y podamos recuperar un poco de turismo, porque el alemán seguro que no regresará hasta el invierno. Dependemos mucho de que cuándo abran las fronteras y las conexiones aéreas en la Unión Europea”, señala.
Kristof nos envía un mensaje a los medios de comunicación: “El turista alemán, al menos el que viene a las Islas, busca seguridad y por eso es muy importante la labor de los periodistas, que deben trasmitir que aquí en La Gomera no hay riesgo sanitario, que estarán en buenas manos”, entendiendo que “el episodio de los alemanes que fueron aislados en el hospital hace dos meses y el buen tratamiento que tuvieron se debe convertir en una buena propaganda para la Isla”, finaliza.
El Cacao sí abre en San Sebastián
“Viendo como han sido estos estos días que llevo abierto, solo para comida por encargo, creo que la cosa va ir bien cuando hoy abra la terraza, aunque sea al 30 o al 50%, afirma un optimista emprendedor, Alfonso, duelo del bar-café Cacao, en San Sebastián. La semana pasada ya comenzó a despachar comida para llevar (Kebab y pizzas sobre todo) y desde hoy abrirá al público su pequeña terraza en la avenida de Colón, en San Sebastián de La Gomera, donde ha adaptado el local a las medidas de seguridad que requiere en Covid-19.