El CD Tenerife sumó una jornada más sin perder tras empatar a uno con el Deportivo de La Coruña. No fue un partido brillante de los blanquiazules, quienes incluso se beneficiaron de una rigurosa decisión del colegiado cuando pitó un penalti de Mujaid a Joselu. Milla transformó, pero la alegría local duró poco. Aketxe, en el tiempo de prolongación, empató un encuentro que permite a los de Baraja sumar una jornada más y atar, matemáticamente, la permanencia.
Rubén Baraja siguió confiando en los mismos jugadores que han llevado al equipo hasta el campamento base. Solo realizó un cambio en el once inicial: Joselu volvió y Lasure.
El partido empezó con ritmo y en apenas tres minutos los dos equipos ya habían pisado el área rival. El primero en probar fortuna fue Aitor Sanz que golpeó con un disparo desde fuera del área que repelió de puños el portero del Deportivo, Dani Giménez. De inmediato el grancanario David Simón montó una contra por el carril derecho y acabó probando a un Ortolá que desvió a saque de esquina.
A partir de ahí el cuadro coruñés demostró que es un equipo en crecimiento y empezó a pisar con cierto peligro el campo tinerfeño. No mordía, pero incomodaba. Los blanquiazules tuvieron que recuperar el dominio de la pelota y darle un poco de paciencia para controlar el encuentro.
El ritmo del choque se frenó debido a la lesión de Dani Gómez, quien sufrió un golpe en un costado y, pese a intentar continuar, pidió la sustitución en el minuto 22. Entró Ramón Miérez en su puesto tras recibir una buena larga lista de indicaciones por parte de su entrenador. El cambio, forzado, suponía un grave contratiempo para Baraja. Perdía al goleador del equipo (lleva nueve dianas el madrileño, dos de ellas logradas el pasado fin de semana ante el líder).
Pero no fue ese el único frenazo que sufrió el partido, porque el Deportivo también tuvo que realizar un cambio obligatorio, también por lesión. Entró Borja Valle y se marchó Uche Agbo. Estos dos parones, unido a la pausa de hidratación, provocaron que en la primera media hora de juego casi no se jugase gran cosa.
En el tiempo restante el Tenerife entregó el protagonismo al Deportivo, quien movió la pelota de un lado a otro sin demasiada intención. La poca intensidad que había volvió a perderse cuando recibió un duro golpe en el hombro Luis Pérez, quien a punto estuvo de no poder seguir.
Arrancó mucho mejor la segunda parte el Deporivo, quien cercó la portería tinerfeña con varias ocasiones consecutivas. La más peligrosa la protagonizó el exblanquiazul Shibasaki. Ortolá rechazó como pudo el portero. El córner posterior lo remató Mollejo y salió rozando el larguero. Acto seguido,Sabin Merino remató con la derecha muy escorado desde la derecha una asistencia de Hugo Vallejo con un centro al área. Desvió a córner Luis López.
Baraja apreció las dificultades que estaba atravesando su equipo y trató de cambiar la dinámica. Quitó a Bermejo del campo y metió a Nahuel Leiva en el minuto 58. Un minuto después, Fernando Vázquez también realizó su segundo cambio: entró al campo Ager Aketxe sustituyendo a Hugo Vallejo.
El Deportivo tuvo la ocasión más clara de gol en el minuto 72, cuando Cristian Santos aprovechó un taconazo de Gaku. Ortolá se inventó una parada abajo con el pie izquierdo para desbaratar la oportunidad más clara del encuentro. A esas alturas de partido, estaba claro que el portero blanquiazul era el mejor de los locales.
Pero de la ocasión más clara de los visitantes se pasó al penalti que pitó el colegiado por un golpeo de Mujaid a Joselu. Un castigo excesivo en una acción que de diez, se pita una. Y esa fue la que el colegiado señaló y transformó Luis Milla engañando a Dani al tirar por el centro.
El Tenerife había logrado casi lo imposible y tocaba guardar el preciado botín. Baraja metió a Undabarrena por Joselu.
Pero ni así. El Deportivo se fue a por todas para intentar empatar y metió en su área a los blanquiazules. No les costó demasiado. Ager Aketxe remató con la izquierda desde el centro de la portería y a la escuadra.
Aunque duela, el tanto deportivista equilibraba el marcador y hacía justicia a un partido un tanto gris de los blanquiazules.
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