Marco González recalca el papel que tuvo la cultura durante los meses de confinamiento, una especie de “salvavidas” que nos hizo sentirnos vivos mientras estábamos encerrados en casa, en un momento complejo. Inmersas en una gran incertidumbre, las personas se refugiaron en un libro, escucharon música o vieron películas para sentirse vivas. Por todo ello, cree que la población “está en deuda con la cultura”, un bien esencial del que no se puede prescindir en ningún momento y que, en el caso del Puerto de la Cruz, resulta fundamental para mantener la oferta turística y continuar con la reactivación económica de una ciudad que poco a poco comienza a remontar.
-¿Fue difícil tomar la decisión de celebrar el Phe Festival, el Festival Canarias Jazz & Más, el Carnaval de Verano y Mueca?
“Ha sido todo complejo porque además nos enfrentamos a esa demagogia que hay en un ámbito social e incluso político a la hora de pensar que por recuperar la vida cultural en el municipio no se está asistiendo a las personas. Allí no podemos entrar porque la cultura es también una industria y tiene sus trabajadores y a nadie se le escapa la doble vertiente que tiene de transformación social, de atractivo y de recuperación económica en este caso. Es una decisión del gobierno que ha sido amparada con muchas medidas que se han tomado con la oposición y con emprendedores y productores que están detrás de esta iniciativa, como es el caso de la plataforma Cómplices Mueca. Claro que hay un cierto riesgo y un reparo del público a la hora de acudir, pero se han tomado todas las medidas de seguridad posibles, hay un aforo restringido, la obligatoriedad de usar mascarillas, reserva de espacio, y rastreo a la hora de saber quién ocupa los asientos. Sin embargo, las medidas son mucho más flexibles en cualquier establecimiento, centro comercial o en la playa, y la gente no tiene tanto miedo. Achacar a la actividad cultural la posibilidad de que se genere cualquier tipo de rebrote en un acto no tiene sentido”.
-¿El Phe también tendrá un aforo limitado?
“Todas las actividades culturales que se están promoviendo en el municipio, como dice el decreto del Gobierno de Canaria dictado al efecto, tiene contemplado un plan anticontagio y todas las medidas son supervisadas por un técnico. Por eso se ha establecido un precio simbólico, para permitir el control”.
-En el caso del Phe atrae a un público muy joven, la franja de edad en la que más se han producido contagios en el último mes. ¿Cómo se garantizará la seguridad del público?
“La primera decisión que adoptamos ha sido trasladarlo del muelle al estadio El Peñón para poder acotar el aforo, que no puede superar las 1.000 personas, y las medidas que se tienen que tomar para garantizar el acceso. La segunda, es la reserva de espacio y también hay un lugar reservado en caso de que alguna persona sufra síntomas o fiebre con el consiguiente protocolo de actuación. No se puede tampoco generalizar y decir que la juventud incumple, porque no es una fiesta en la calle o de un macrobotellón, sino de un festival que tiene un determinado tipo de público que quiere disfrutar de la música”.
-¿Se ha sentido respaldado por la oposición y por la ciudadanía en general cuando decidió celebrar estos eventos?
“Es difícil que la gente lo entienda, habrá quien me aplauda y quien no. Hay quienes utilizan la demagogia o la banalidad de ver siempre en la cultura y de atacarme por mi pasado artístico, que nunca tuve problema en reconocer, todo lo contrario. Quizás esa sensibilidad me haga poner en la balanza este tipo de actos, pero no es el único Ayuntamiento que los celebra. A los grupos de la oposición no les he escuchado nunca nada, ni a favor ni en contra, aunque habrá quien quiera sacar un aprovechamiento partidista de esta decisión, que el gobierno ha tomado muy convencido, porque además cuenta con un respaldo social y empresarial muy importante”.
-¿Con el mismo convencimiento que se organiza el Carnaval de Verano?
“Teníamos una apuesta muy clara de cara a la promoción turística y no me gustaría que los visitantes se sintieran defraudados. No estamos hablando de un Carnaval al uso, con verbenas, bailes en la calle o la fiesta del flotador. El Carnaval de Verano es un producto nuevo y propio del Puerto de la Cruz, que se está adaptando y vamos a aprovechar para hacer dinamización en los hoteles y de paso, colaborar con ellos. La elección del Rey de Carnaval, que siempre ha tenido aforo limitado, también se hará con todas las medidas de seguridad”.
-Mueca también cambia y no solo de fecha…
“Sí, tendrá lugar del 10 al 13 de septiembre y se están ultimando todas las alternativas que hemos podido encontrar. Desde el minuto cero de la pandemia la Plataforma y el Ayuntamiento trabajaron de forma conjunta para darle una vuelta al festival porque no se podía jugar con esta imagen. Estamos valorando si se pueden celebrar pequeñas alternativas durante el año. También nos iremos a espacios acotados y no será en la calle. Ya tenemos los borradores y se presentará en poco tiempo para que la gente pueda ir reservando sus sitios. Aunque esta edición será distinta, vendrá con su alegría de otra manera y con menos compañías participantes. Si alguien puede reinventarse y encontrar una salida a la actual situación es Mueca”.
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