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Canarias, en la senda de tener la mejor carta sanitaria en invierno

El consejero regional de Sanidad, Blas Trujillo, aseguró estar dispuesto a tomar medidas más duras de aquí en adelante si es preciso, a fin de salvar la próxima temporada turística
El 40% de los puestos de trabajo del Archipiélago dependen, directa o indirectamente, del turismo, así como el 35% del PIB isleño. Sergio Méndez

El Ejecutivo canario celebró este año, por primera vez, reuniones del Consejo de Gobierno cada una de las cuatro semanas de agosto. En ellas, se adoptaron diversas medidas restrictivas para prevenir contagios e intentar presentar, con vistas a la temporada turística de invierno, los mejores datos epidemiológicos. Y ayer, el consejero de Sanidad, Blas Trujillo, afirmó en sede parlamentaria que el Archipiélago camina en la senda de lograrlo, al haber reducido en 20 puntos la cantidad de contagios por cada 100.000 habitantes de los últimos siete días; precisamente, el parámetro que habían empleado hasta ahora países como Alemania para determinar si en una zona existe riesgo o no de contraer la COVID-19.

Trujillo dijo rehuir de “triunfalismos”, a pesar de valorar positivamente los resultados de las pautas marcadas, y anunció que la Administración autonómica está dispuesta a endurecer aún más las normas si es preciso, puesto que se ha de disponer de una buena carta de presentación para reactivar el que es el sector productivo con mayor peso en la economía de las Islas, el turismo, del que dependen el 40% de los empleos y el 35% del PIB. “No nos temblará el pulso para tomar medidas más duras”, dijo el responsable regional, consciente de que también Reino Unido tiene a la comunidad bajo la lupa, si bien las autoridades británicas ya comienzan a verse desbordadas por la segunda ola del virus.

En concreto, las Islas poseían, con fecha de ayer, un índice acumulado en la última semana de 71,19 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 90 que se superaban a mediados del mes de agosto. Y si tomamos como referencia los 14 días previos a este miércoles, la cifra pasaría a 163 positivos, cantidad sensiblemente inferior a 190, como también se registrara tiempo atrás. Entre los factores determinantes para cambiar la tendencia, en mitad de un periodo en el que ya de por sí se preveía que pudieran surgir nuevos contagios, está la realización de más pruebas diagnósticas PCR (se han efectuado 304.457 con una tasa de positivos de 4,59%), la creación de equipos de rastreo y el uso de mascarilla, en torno al 90%.

Pero si hay una región española que está siendo tocada de lleno por la pandemia y tiene dificultades para controlarla es la Comunidad de Madrid, donde ya se plantean volver a habilitar el recinto de Ifema como hospital de campaña debido al aumento de casos y fallecimientos. De hecho, dados los incumplimientos y la imposibilidad de dar con los infractores para sancionarlos, también se han querido tomar decisiones de carácter extraordinario, como la articulación de confinamientos selectivos en algunas zonas. Una medida que no ha estado exenta de polémica, puesto que uno de los partidos que conforma el grupo de Gobierno madrileño, Ciudadanos, asegura que su socio, el PP liderado por Isabel Díaz Ayuso, no le consultó antes de dar el anuncio de la que es, sin duda, la restricción de movilidad más drástica planteada en este territorio. El viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero (Cs), llegó a decir que se había enterado “por WhatsApp”, algo que fuentes cercanas a la dirección popular niegan.

Todo ello, en una jornada en la que España registraba su peor cifra de muertes por coronavirus desde que se puso fin al estado de alarma (239) y el Ejecutivo central anunciaba el reparto de 15 millones de mascarillas, de las que 688.000 irán a las Islas.

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