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Juan Márquez: “En 2021 habrá Festival de Música de Canarias; falta definir el cuándo y el cómo”

Juan Márquez, viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias
Juan Márquez, viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias. / Fran Pallero

No son tiempos fáciles para nadie. Y si hablamos del ámbito cultural, una de las áreas de gestión pública tradicionalmente perjudicadas cuando las prioridades son otras y toca apretarse el cinturón, no pinta mejor. Sin embargo, Juan Márquez, viceconsejero de Cultura del Gobierno regional, traslada en esta conversación con DIARIO DE AVISOS un mensaje que se acerca al optimismo, pero más a la necesidad de no bajar los brazos y a la certeza de que solo si todos y todas trabajan juntos nadie quedará excluido. Pues al final de lo que se trata, como apunta, es de superar el shock cuanto antes y tirar para adelante.

-La primera pregunta es inexcusable. ¿Cómo se gestiona la cultura entre tanta incertidumbre?

“El mayor hándicap es precisamente eso: la incertidumbre. No saber cómo evolucionará la pandemia. Aunque confiamos en que sea de una manera favorable si todos asumimos la responsabilidad, individual y colectiva, de respetar las medidas sanitarias que se han implantado para intentar minimizar cualquier efecto negativo. A partir de ahí, debemos ir adaptándonos a las circunstancias. La industria cultural no puede parar. Cuando hablamos de cultura lo hacemos de derechos recogidos en la Constitución y en nuestro propio Estatuto de Autonomía. Pero es que además nos referimos a un sector que genera riqueza y empleo, y ante la crisis que atravesamos no podemos dejar atrás a las industrias que tienen una alta productividad, como es el caso de la cultura. Ahora más que nunca es imprescindible seguir caminando, y hacerlo de la mano de las autoridades sanitarias”.

-El Gobierno acaba de aprobar una actualización de la normativa sanitaria que, básicamente, pretende diferenciar la programación cultural estable de las actividades puntuales, en especial de las fiestas y el ocio nocturno. ¿Se logra con ello evitar que no se repitan las sucesivas cancelaciones que hemos vivido estos días?

“Lo vamos a comprobar en las próximas semanas. Seguro que tendremos que ir puliendo ese documento, que desde el principio ha estado abierto y se ha ido adecuando a las circunstancias. Lo que se busca con esta normativa, en primer lugar, es diferenciar lo que es cultura de lo que es cualquier otro tipo de iniciativa multitudinaria. La actividad cultural estable, aquella que se realiza en infraestructuras públicas, auditorios, teatros, casas de la cultura…, queremos diferenciarla de un acto extraordinario que se pueda celebrar al aire libre o en un espacio que no es cultural. Esa autorización única va a generar seguridad, porque conoceremos cuáles son las medidas y protocolos sanitarios que ese recurso posee. Para poder proyectar actividades a medio plazo, un programador necesita tener la confianza de que puede llevarlas a cabo. Todo esto condicionado, obviamente, a que los datos epidemiológicos cambien y se deban cancelar actividades. Sin embargo, disponer de esa autorización única, y no necesitar una individual para cada iniciativa que se programe, diferencia lo que es la infraestructura profesionalizada, estable, con protocolos rigurosos que han sido testados previamente, de la extraordinaria, en la que se tendrá que analizar cada caso en particular. Si se quiere organizar en una plaza, se ha de especificar cómo se pretende hacerlo, su protocolo sanitario de qué manera se ha previsto el proceso de entradas y salidas… Un conjunto de aspectos que la infraestructura cultural ya tiene controlados. En definitiva, esa autorización única va a generar mucha más estabilidad en el sector y evitará cancelaciones. Entre otras cosas, porque también va a descargar de trabajo a Salud Pública. No es lo mismo hacer una valoración sobre un espacio una sola vez que estar evaluando cada actividad que se lleve a cabo en él. Esto no es factible en la gestión de esas valoraciones”.

-¿Y es viable económicamente la obligada reducción de aforos a causa de la COVID-19?

“La cultura no se puede medir exclusivamente en términos de rentabilidad económica directa. Es una industria que no solo genera beneficios en la creación de empleo y en el impacto que tiene en el producto interior bruto, sino que también hace de tractor de otros servicios y trabajos que se generan en torno a su actividad. Dicho esto, tenemos que intentar buscar un equilibrio. Lo prioritario ahora es preservar la salud del público y de los artistas, que se cumplan las normas de distanciamiento social, las de higiene y las de seguridad y, por otro lado, las administraciones públicas tendremos que responder a esa ausencia o disminución de las recaudaciones por taquilla”.

“Esta crisis le llega al sector cuando aún arrastra otra por la falta de apoyo público sufrida en el pasado”

-Usted es músico y asume la cultura desde la doble vertiente de gestor y de creador. ¿Cuál fue el momento más crítico que vivió en medio de esta pandemia?

“El confinamiento total. Cuando proyectas una serie de iniciativas en materia de gestión cultural, para ir implantándolas de forma progresiva, y todo eso se desmorona de un día para otro, recibes un golpe muy duro. La clave es tener capacidad para reaccionar con rapidez, que el shock dure lo menos posible, porque detrás hay un sector muy diverso, vinculado a distintas disciplinas, al que debemos responder. Lo peor fue ver cómo se cancelaba absolutamente toda la actividad cultural, y nos veíamos obligados a cerrar bibliotecas, archivos, teatros… Todos nuestros centros. Sí, fue un momento muy complicado para mí como gestor y también como alguien de la cultura. Vernos obligados a cerrar un auditorio es algo dramático. Pero, por otra parte, también han existido satisfacciones, como la alegría de ser la primera comunidad autónoma que reabría un teatro tras el confinamiento, el Guiniguada”.

-¿Considera que esta pandemia ha obligado a asumir definitiva y mayoritariamente el uso de internet y las redes sociales, el streaming, como uno de los canales para la difusión cultural?

“Si a algo nos ha obligado el coronavirus es a dar pasos de gigante en la modernización digital. A apretar el acelerador y buscar alternativas para la proyección y, sobre todo, para el acceso. Si tenemos dificultades para generar actividad en la calle, eso no debe impedir que la ciudadanía continúe accediendo a contenidos culturales. Las plataformas digitales son una alternativa, y de hecho las contemplan todas las convocatorias que el Gobierno de Canarias ha sacado tras el confinamiento para la ejecución de proyectos culturales”.

-Y sin embargo, la ciudadanía seguirá demandando palpar la cultura, disfrutar de ella sin intermediarios tecnológicos…

“Lo bueno de lo que vivimos hoy es que pasará. Estoy convencido de que nos instalaremos en una normalidad en la que habremos derrotado al coronavirus y regresaremos a los teatros a sentir el directo que tanto echamos de menos, aunque ya se desarrolla actividad en muchos de ellos, no sin dificultades y restricciones. El directo es insustituible. La magia que se produce en un auditorio escuchando música en directo no se puede reemplazar”.

“El uso de recursos digitales se ha acelerado con la pandemia, pero el directo como experiencia es insustituible”

-¿Se está trabajando en nuevas líneas de ayudas para los artistas canarios, mucho de los cuales obtienen sus ingresos exclusivamente de las taquillas?

“El Gobierno de Canarias ha movilizado durante estos meses más de cuatro millones de euros en ayudas. Tanto para artistas, a través de la elaboración de proyectos, como las dirigidas a la producción de artes plásticas, a los autónomos, a empresas… Incluso existe una línea específica de subvenciones para cubrir gastos de cancelación dirigida a empresas, asociaciones y autónomos que las han sufrido por el coronavirus. Hemos movilizado recursos y seguiremos haciéndolo. Ahora trabajamos en respaldar a las producciones, tanto en las artes escénicas como en la música, que se puedan plasmar en 2021. Este Gobierno ha asumido que la cultura es un servicio esencial, y así aparece recogido en el pacto de reactivación económica y social. Forma parte de nuestra estrategia de desarrollo y de externalización de la economía y, por tanto, vamos a seguir trabajando como lo hemos hecho, por ejemplo, en sectores tan importantes como el audiovisual, para el que se han destinado ya 1,3 millones de euros”.

-Uno de los tesoros culturales del Gobierno regional es el Festival Internacional de Música de Canarias. ¿A día de hoy se pueden garantizar su celebración en 2021 y la prevalencia de uno de sus principales rasgos, los conciertos en las ocho islas?

“Este lunes se reúne la comisión asesora del Festival Internacional de Música de Canarias y en ese encuentro, con todos los cabildos y los agentes culturales que pertenecen a esta herramienta del Ejecutivo regional, tomaremos una decisión. Pero de lo que estoy seguro es de que en 2021 habrá Festival de Música de Canarias. Lo que debemos plantearnos es cuándo y cómo”.

-Aunque ahora todo está condicionado por el coronavirus, hasta esta entrevista, el Gobierno de Canarias también ha de reflexionar y analizar la gestión cultural desde una perspectiva más amplia. ¿En qué proyectos se trabaja más allá de la pandemia?

“Lo principal ahora es resolver esta situación, pero nuestros objetivos generales siguen estando claros: trabajar con el mundo de la cultura como un factor clave para la cohesión social y territorial del Archipiélago; asumirla como una parte muy importante de los derechos fundamentales de la ciudadanía, y eso no solo tiene que ver con facilitar su acceso a la población, sino también con la capacidad de participar en ella. Además, entendemos la cultura como un aspecto esencial en nuestras estrategias de desarrollo económico, siendo un sector que aporta una alta productividad si lo comparamos con la inversión que requiere procedente de las administraciones públicas. Esos objetivos son inamovibles, y tenemos, a pesar de las dificultades económicas, que seguir ambicionando ese aumento presupuestario en la inversión cultural. Además, entiendo que se trata de una responsabilidad compartida, por lo que la coordinación con los cabildos y los ayuntamientos es fundamental”.

“Desde los ámbitos públicos y privados se están siguiendo los protocolos sanitarios de forma ejemplar”

-¿Cómo vamos a salir de esta? ¿Qué mensaje trasladaría al sector cultural?

“Sería también un mensaje a la ciudadanía, para que participe con responsabilidad en las actividades programadas, pero sabiendo que la cultura es segura y que en Canarias, tanto en el ámbito público como desde el privado, se están desarrollando las diferentes propuestas de manera ejemplar. Al sector cultural le diría que, si bien es evidente que ahora atravesamos una fase de resistencia, y también de impulso, para no quedarnos atrás, todo esto es circunstancial y lo vamos a superar. Si algo tienen las industrias culturales en Canarias es capacidad creativa y de adaptación a las malas circunstancias. A la cultura esta crisis la coge arrastrando otra más amplia que ha sufrido durante años como consecuencia de la falta de financiación pública. Vamos a resistir y estoy convencido de que, más pronto que tarde, volveremos a disfrutar de la cultura en toda su amplitud”.

” A pesar de todo, no vamos a dejar de trabajar para incrementar los presupuestos de la cultura”

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