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Jesús Farráis: “Mi vida es un espectáculo: de todo procuro sacar chispa”

El realejero Jesús Farráis no farda cuando sale de farra y tampoco se enfada si lo confunden con el granadillero Ignatius Farray
Jesús Farráis, humorista. / DA
Jesús Farráis, humorista
Jesús Farráis, humorista. / DA

Los maestros del humor son alumnos de la risa que aprenden de las experiencias cotidianas y enseñan con gracia. El realejero Jesús Farráis no farda cuando sale de farra y tampoco se enfada si lo confunden con el granadillero Ignatius Farray 

-¿Cómo estás afrontando esta vuelta al cole?
“Con una enorme incertidumbre. Es probable que se nos borren las huellas dactilares de tanto lavarnos las manos. Va a ser un constante aprendizaje. Eso sí, con muchas ganas de ver a los niños.  Desde marzo no teníamos contacto directo con ellos, y eso es algo que quien aprecia tanto la enseñanza como yo lo echaba mucho de menos”. 

-¿Qué edad tiene tu chiquillo?
“Trece años. Lo estábamos deseando él y nosotros, para salir un poquito de la rutina [risa]”.  

Un alivio!
“¡Bueno, a ver qué pasa!”. 

-¿En qué te ha cambiado la crisis del coronavirus?
“Pues, en la forma de ver las cosas y valorar aspectos a los que antes no le prestabas la debida atención. Por ejemplo, hay rincones de mi casa que vine a descubrir durante la cuarentena”. 

-¿No habrás encontrado un tesoro escondido? Una caja fuerte, quizá…
“¡Ojalá! He descubierto que el balcón soporta el peso de tres personas apoyadas. He aprendido a saludar con la mirada y a reconocer a le gente por la frente. Con mascarilla, ¡ya me dirás!”. 

-Georgios Schieich, un joven griego que vive en Malta, se dedica a publicar fotos de su frente en Instagram (Giorbakis)…
“Y, a partir de ahora, vamos a abrazarnos con los ojos. Ya no se puede ni con el codo”. 

-La OMS aconseja hacerlo con una mano en el corazón. ¡Verás los equívocos que se generan!
“Aunque esto no sea un juego, sería oportuno que a los canarios se nos permitiera saludar con el palo. ¡Fuera bromas! Lo más importante de todo es la salud. Y ni eso ha conseguido ponernos de acuerdo, porque lo que para uno es blanco para otro es completamente negro”. 

-Un presente gris y un futuro abstracto… 
“Como los ERTE se transformen en ERE y no vengan turistas, apaga y vámonos”. 

-¿El test no consistía en elegir la respuesta correcta entre varias opciones fijadas?
“Eso es lo que hacen en los aeropuertos. ‘¿Usted ha dado positivo en covid? ¿Fiebre, tos?’. ‘¡Venga, pase! ¡El siguiente!’. ¡Un método infalible!”. 

Vaya! Disparas con balas de plata…
“Precisamente, estoy montando un espectáculo que iba a estrenar este año y que se llama Humor de plata”. 

-Veinticinco años sobre el escenario. No siempre el mismo…
“¡Unos cuantos! [risas]. Empecé en 1995, por lo que en 2020 se cumplen veinticinco años”. 

-En pocas palabras…
“Un sueño cumplido: verte sobre el escenario, que la gente se ríe, que te contratan… Ha sido maravilloso. Con piedras en el camino, no te voy a decir que no. Este año comencé actuando en San Sebastián de La Gomera, en enero, y he hecho televisión. Se me presentaba prometedor”. 

Jesús Farráis. / DA

-¿Cuál fue la primera actuación de tu carrera artística?
“En Los Realejos, mi pueblo, en las fiestas de la Cruz. Recuerdo que temblaba más que un flan. Eran mis vecinos y me esforcé un montón para no quedar mal. Su apoyo se convirtió en responsabilidad. Al final salió muy bien”. 

-Una piedra es mejor en el camino que en la mollera, ¿no?
“Sí, exactamente. Y, si las tiran, que sea de arena de playa, que se rompen en el aire. En Albacete, una [arrojada desde fuera del recinto] impactó en el piano de Pablo López. Gracias a Dios, no he pasado por eso. Piques en la plaza y tal, pero nada que ver conmigo. Lo más inquietante fue cuando el presidente de la comisión de fiestas se subió al escenario, agarró el micrófono y reprendió a quienes lo acusaban de haberse mamado las perras. Después, en otra ocasión, uno que estaba medio borrachito se me acercó y le seguí la corriente. La gente se descojonó”. 

-¿Te animaron para esto o acaso te intentaron convencer para que desistieras?
“Bueno… En realidad, un amigo me contó en Fuerteventura, estando de vacaciones, que había un programa en Antena 3 Televisión de chistes que era ideal para mí. Me lo pensé y participé en Genio y figura, en 1994. Hay una anécdota muy divertida: en la sala Nooctua Guamasa, un hombre me dijo: ‘Si lo haces bien, te mandamos al programa de los chistes de Antena 3’. ¡No estaba despistado ni nada!”. 

-¿Cuáles son los colores del humor?
“Los colores del arcoíris: el humor amarillo, el negro, el verde… Es una gama amplia”. 

– ¡Hasta ponerte morado!
“Chistes de morados ¡podemos! hacerlos”. 

Jesús Farráis. / DA

-¿Tu vida está basada en hechos reales?
“Mi vida es un espectáculo, porque de todo procuro hacer humor, sacar chispa”. 

-¿Qué hay que estudiar para ser como tú?
“Lo fundamental es ser una buena persona, más que un artista reconocido. Creo que nadie que sea una mala persona llegará a ser un excelente profesional”. 

-Sin embargo, se conoce de diablillos que triunfan…
“¡Chiquita careta! ¡Cómo nos tenían engañados!  Yo me identifico con la bandera de la transparencia y la humildad”. 

-¿Los ataques de risa más efectivos son por sorpresa?
“Si se pierde la incertidumbre, no es lo mismo. El efecto sorpresa provoca el ataque de risa”.  

-El chiste es lo que el porno al erotismo: te puede hacer gracia una vez, o dos, pero luego caes en una vulgar monotonía. De tanto repetir, te cansas…
“Claro, porque ha perdido la capacidad de enganchar”. 

Se afloja el interés!
“El primer chiste que oí me hizo gracia y no lo entendía: ¿qué le dice la leche al gofio? Échame polvos, que estoy caliente”. 

Jo!
“Ja, ja, ja…”. 

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