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Núria Espert: “En cada poema de Lorca está la simiente de lo que podría haber sido una obra maestra del teatro”

La actriz catalana llega a Tenerife para presentar este jueves y viernes 'Romancero gitano' en la Muestra Escénica Iberoamericana (MEI), que organiza el Cabildo en el Teatro El Sauzal hasta el 30 de septiembre
Núria Espert representará este jueves y viernes en El Sauzal ‘Romancero gitano’. / DA

Esta vez la ilusión de regresar a Tenerife se entremezcla con unos nervios que se asemejan a los que sentiría horas antes de un estreno. Núria Espert se subirá mañana y el viernes (ambas funciones a partir de las 20.30 horas) al escenario del Teatro El Sauzal para representar Romancero gitano, dirigida por Lluís Pasqual. La gira de este proyecto en el que la artista catalana vuelve a abrazar a Federico García Lorca, aunque un Lorca visto desde otra perspectiva, se interrumpió súbitamente, como tantas cosas en España y el mundo, con la llegada de la pandemia.

Por ello, asegura la intérprete en esta charla con DIARIO DE AVISOS, las dos funciones cobran un sentido muy especial. Por eso, y también porque la Isla le despierta muchas emociones vinculadas a su carrera. Y a Lorca. Precisamente aquí Núria Espert estrenó en 1980 Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, bajo la dirección de Jorge Lavelli, un texto del poeta andaluz que no se había escenificado en España desde antes de la Guerra Civil. El Romancero gitano forma parte de la programación de la Muestra Escénica Iberoamericana (MEI), que organiza el Cabildo de Tenerife en El Sauzal hasta el 30 de septiembre.

-En marzo el tiempo se detuvo y los teatros se cerraron. ¿En algún momento de su carrera había experimentado algo semejante?

No, nunca antes. Sí que recuerdo una vez en la que, debido a una protesta de los actores, se cerraron los teatros, pero fue algo extraordinario y duró solo 24 horas. En cambio, ahora no pude darme cuenta de la que se nos venía encima con la pandemia hasta que pasaron tres o cuatro días, hasta que todos lo supimos. Fue duro experimentar cómo todo se detenía, y hoy, cuando unas cosas medio marchan y las otras continúan vetadas, cada día seguimos aguardando, como si fuésemos niños, a que nos digan lo que hay qué hacer en cada momento”.

-¿Cómo vive ahora este regreso a los escenarios, a pesar de todas las restricciones, las medidas sanitarias y las reducciones de aforos?

La gira de Romancero gitano tuvo que interrumpirse en pleno éxito, en medio de esa locura que representan los viajes y los cambios permanentes de teatros y auditorios. Así que el confinamiento fue una ruptura que me dejó, supongo que de la misma manera que al resto de la profesión y a todo el mundo, inmovilizada, paralizada. Es como si en todo el tiempo que ha pasado hasta hoy nos hubiéramos quedado con el último gesto congelado de la última función. Ahora ya hay compañeros que están retomando, como yo, las giras que quedaron entonces pendientes y firmadas. Por lo tanto, me hace mucha ilusión venir ahora a Tenerife, al tiempo que debo confesar que también tengo nervios, pues, de algún modo, es como si me enfrentase a un estreno, como si fuera la primera función de este espectáculo. Espero que la gente que acuda a verme sienta algo parecido: esa emoción que tuve en el primer momento en el que representé el Romancero gitano”.

-¿Cree que vamos a aprender algo de todo esto o en una situación como la actual no existen lecciones ni moralejas?

Realmente no lo sé. Pero sí que creo que lo primero que deberíamos aprender es a protegernos y también a llenarnos de esperanza ante los éxitos que se produzcan en la lucha contra esta enfermedad, que sin duda los habrá, porque están trabajando intensamente para ello las personas más capacitadas del mundo en esa materia. Lo que no tengo muy claro es que vayamos a saber prevenir mejor. ¿A prevenir el qué? Quizás el próximo coronavirus que venga no tenga nada que ver con este. La gente se ha quejado mucho de la improvisación de quienes nos gobiernan. Naturalmente que sí, pero porque nadie sabía qué era exactamente eso que nos atormenta, cuándo iba a parar, cuántas muertes iba a dejar… Y todos vamos improvisando también para intentar afrontar el miedo, porque da mucho miedo este bicho. Pero vamos a derribarlo, porque en la historia ya ha habido otros terribles y la humanidad ha seguido adelante”.

-¿De qué manera Lluís Pasqual y usted han querido abordar esta traslación a las tablas del Romancero gitano de Federico García Lorca?

Es un trabajo que, además de en el Romancero en sí, se basa en la conferencia que dio Federico en 1935 sobre su poemario, también en los comentarios que les hacía a sus amigos cuando leía sus primeros versos, y de lo que yo sentí cuando era una niña de 13 años y mi padre apareció con el Romancero gitano, que trajo a escondidas a casa. Copió varios poemas para él, los que más le gustaba recitar, y uno para mí, el Romance de la luna, luna, que figura en este espectáculo que el jueves estará sobre el escenario. Como ya he dicho, vengo a Tenerife con mucha ilusión, aquí tengo muchos amigos y, además, prácticamente todos mis espectáculos han llegado a la Isla. Por eso me apetece muchísimo que vean este, porque considero que es de una belleza extraordinaria”.

Cuando todo paró por la pandemia fue como quedar congelada con el gesto final de la última función”

-Uno de los aspectos que caracterizan a esta producción es el minimalismo. ¿Siempre tuvieron claro que esa era la forma con la que querían mostrar las palabras y los versos de Lorca?

Sí, desde un principio. Cada palabra es tan bella y tan actuada que siempre he pensado que cualquiera de los poemas del Romancero gitano permitía, por sus argumentos y sus personajes, escribir una nueva obra, como Bodas de Sangre, como Yerma… En cada poema está la simiente de lo que podría haber sido otra más de las obras maestras que nos ha dejado Federico”.

-¿Cuál considera que es la vigencia de Federico García Lorca?, ¿qué nos dice el poeta y el dramaturgo a los ciudadanos del siglo XXI??

Federico García Lorca habla de la belleza, del amor, de la violencia, de sí mismo… Y por eso siempre lo vamos a sentir como alguien muy cercano. En este recital todo eso está muy presente, de la misma manera en la que lo está durante la función el momento en el que se encontraba cuando escribió el Romancero gitano, hasta dónde llegó y cómo se expandió esta obra por el mundo entero”.

-¿Cómo cree que ha cambiado en Núria Espert la manera de acercarse a García Lorca desde los primeros textos que interpretó hasta hoy?

En cada ocasión me he acercado de un modo diferente. A Lorca lo grabé en varias discos cuando era muy joven. Hicimos Yerma y fue una de las cosas más interesantes de mi carrera, con Víctor García dirigiendo; después, con Jorge Lavelli hicimos y estrenamos Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores. La ensayamos en Tenerife, la estrenamos en Tenerife e hicimos en la Isla las primeras funciones de esa obra. Lavelli hizo un espectáculo extraordinario que pudimos llevar por el mundo durante años y años. Después he recitado a Lorca yo sola en un escenario, lo he interpretado, lo he cantado… Forma una parte muy importante de mi carrera y de mi desarrollo como actriz”.

-¿Existen aspectos concretos que siempre busca en un texto teatral para decidir interpretarlo o se mueve por la intuición y prefiere que le sorprendan?

Yo creo que tiene que ver más con la sorpresa. Estos poemas de Federico García Lorca los he recitado antes muchas veces, pero el hecho de encontrar con Lluís una nueva manera de interpretarlos, actuarlos como si estuviera haciendo 10 obras de teatro a la vez, presentarlos con todos los personajes que Federico ha puesto ahí… Me parece muy raro que no se nos ocurriera antes, porque los dos somos profundamente lorquianos, pero cuando apareció el porqué de este montaje teatral, todo se volvió de pronto fácil y el espectáculo se llenó de luz y de posibilidades”.

En tiempos difíciles, la poesía tiene guardados unos medicamentos para el alma extraordinarios”

-La cultura siempre es necesaria, y quizás en estos momentos lo es aún más si cabe. ¿Considera que el teatro puede ser hoy también terapéutico en medio de una época tan compleja como la que atravesamos?

Quizás en otro momento de nuestras vidas diría que no es para tanto. Pero ahora mismo, con todo este dolor y el aturdimiento con el que estamos viviendo esta catástrofe, sobre todo sanitaria, pero también social, económica…, sí diría que una de las pocas cosas a las que la gente puede agarrarse para sentirse más segura es el mundo de la cultura. La música, la pintura, la poesía… La poesía tiene guardados ante estos momentos tan difíciles unos medicamentos para el alma extraordinarios, y puede realmente sanar. Creo que la gente necesita apoyarse cada día en algo que no se reduzca a la televisión con las cifras de muertos y contagiados. Sí, estoy convencida de que la poesía puede ayudarnos a pasar por este trance”.

 

 


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