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Teatro desconfinado: José Padilla

El dramaturgo tinerfeño estrena y dirige este viernes en Madrid la obra 'Golfa', y en octubre presenta en la capital un nuevo montaje: 'Bacantes. La fiesta de 15 de María Elena'
El dramaturgo tinerfeño José Padilla. /DA
El dramaturgo tinerfeño José Padilla. /DA
El dramaturgo tinerfeño José Padilla. /DA

Apenas quedaban diez días para el estreno de Bacantes. La fiesta de 15 de María Elena, cuando la realidad truncó los planes del dramaturgo José Padilla (Santa Cruz de Tenerife, 1976). La declaración del estado de alarma por el coronavirus puso de manifiesto de forma radical -y también cruel en numerosos casos- aquella frase de John Lennon que ha acabado en los imanes de nevera: “La vida es lo que sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes”. “Te puedes imaginar la frustración que nos supuso a todos los que hemos estado embarcados, y muy ilusionados, en este proyecto”, explica Padilla. “Con el confinamiento eso mismo le ocurrió a otras muchas producciones teatrales en España, pero lo esencial ha sido no tirar nunca la toalla y ya puedo adelantar que Bacantes se estrena en octubre”, manifiesta.

Aunque antes de que llegue al escenario el texto de José Padilla a partir del original de Eurípides, este viernes 4 de septiembre el madrileño Teatro Galileo acoge el estreno de Golfas, en una función que contemplarán profesionales del sector. Se trata de una obra que versa sobre la sexualidad y que ha sido concebida como una invitación al debate sobre ella en el ámbito familiar, “un marco donde no se suele hablar de esta cuestión tanto como resulta necesario”. En una producción de Primera Toma y Crémilo Proyectos, Fran Cantos, Montse Díez, María Rivera y Ninton Sánchez interpretarán el texto escrito por el dramaturgo tinerfeño, quien también los dirige. Además, en el montaje colabora Iván Torres, vocalista de la banda canaria Efecto Pasillo, con la canción Dónde, cuándo y cómo. Golfa llegará próximamente al público en general.

A diferencia de otros, José Padilla no se reinventó durante el confinamiento para meterse de lleno en un periodo de escritura compulsiva. “A la hora de sentarme frente al ordenador para escribir y mantener una disciplina -comenta- las rutinas no han cambiado en absoluto”. “Lo que sí que es evidente es que al preparar un nuevo montaje, como en el caso de Golfa, los cambios están siendo muy profundos y radicales. El uso de mascarillas, la toma de temperaturas y otras medidas sanitarias de seguridad son una serie de rituales completamente nuevos, que además de determinar los ensayos incluso llegan a influir directamente en la producción: hasta hay un uso teatral de ese distanciamiento social”, subraya.

Ese tiempo de confinamiento, “en el que todos nos instalamos en una enorme incertidumbre”, José Padilla lo aprovechó para leer los libros y disfrutar de las películas que tenía pendientes, pero, sobre todo, “para ver mucha obras de teatro que se compartieron durante esos días”. “De algún modo, todo esto me nutrió”, asegura. “Además tuve la suerte, la enorme fortuna -apostilla-, de que a medida que las cosas fueron recobrando un mínimo de normalidad, a mi alrededor comenzaron a surgir oportunidades de creación: realicé un par de colaboraciones con el Centro Dramático Nacional, participé en el Torneo de Dramaturgia del Teatro Español y quedé finalista… No ha formado parte de ningún plan, de ningún cálculo, porque eso en la cultura y en una situación como esta es totalmente imposible: de manera que me siento muy afortunado y lo mínimo que puedo hacer es reconocerlo”.

Cartel de la obra que se estrena este viernes en Madrid. /DA

LA CULTURA

Ante unos tiempos que ya son y se aventuran complicados, José Padilla es contundente al reclamar que esta crisis no se convierta en una nueva excusa para abandonar a la cultura. “Ya quisiera yo contar con una buena estrategia para resolver la situación -expone-, pero sí que tengo muy claro que la cultura es vital para todos y no la debemos arrinconar”. “Y hubo un triste amago al principio por parte del Ministerio que dirige José Manuel Rodríguez Uribes, quien vino a decir, poco más o menos, que mejor dejamos a un lado al sector cultural en espera de que lleguen épocas mejores. Frente a esto, nos movilizamos inmediatamente para protestar. Fue un toque de atención muy serio. Si lo miramos desde un punto de vista práctico, la cultura es un sector muy beneficioso para la economía española, pero es que además es un artículo de primera necesidad, como se demostró durante el confinamiento”, agrega.

Galardonado en los Max y en los Réplica, Premio El Ojo Crítico de Radio Nacional de España en 2013, estrenos en Londres, París, Moscú… José Padilla no deja de sorprenderse de lo difícil que le resulta plasmar en su tierra algunos de sus proyectos teatrales. “No sé a qué se debe, pero lo cierto es que cada vez que lo logro, la siguiente ocasión que lo intento es como si empezara desde cero. Es como si no hubiera nacido en Tenerife, sino en Valladolid”, comenta. “De manera que voy llegando a la conclusión de que lo mejor es dedicar mis energías a los proyectos con los que puedo sacar algo en claro”.

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