cultura

Una casa, un taller y una exposición

La santacrucera Galería Leyendecker abre este viernes la temporada con una muestra del artista chileno Francisco Rodríguez, fruto de la residencia artística realizada en la Isla durante 56 días
Leyendecker abre la temporada con una exposición del chileno Francisco Rodríguez. / DA
Leyendecker abre la temporada con una exposición del chileno Francisco Rodríguez. / Leyendecker

Corría el año 1984 y un prácticamente desconocido George Condo (Concord, New Hampshire, Estados Unidos, 1957) era el primer invitado a las residencias artísticas de la Galería Leyendecker, en la capital tinerfeña. Hoy es uno de los creadores más influyentes del arte contemporáneo “y, probablemente, el pintor vivo más importante de Estados Unidos”. Sus obras alcanzan precios millonarios, pero más allá de cifras que pueden provocar un estado cercano a la lipotimia, la presencia inaugural de Condo en estas residencias artísticas quizás nos sirva para ponderar el criterio y la trayectoria del espacio de arte capitalino.

Leyendecker abre este viernes (18.00 horas) la temporada con Cuaderno canario. 56 días bajo la mirada del Teide, que es justo eso, la transcripción pictórica de los 56 días que el pintor Francisco Rodríguez (Santiago, Chile, 1989) ha pasado en la Isla desarrollando una residencia artística.

CREADOR INTERNACIONAL

“Francisco Rodríguez es un pintor joven afincado en Londres que hace como un año y medio fue escogido entre los 10 mejores nuevos artistas de Reino Unido”, expone Ángel Luis de la Cruz, fundador, junto a Lele H. Colomer, de la galería capitalina. “Durante la última edición de ARCO figuró en la muestra que, casi como una tradición, lleva a cabo la Sala Alcalá 31, en una especie de presentación de la feria”, apostilla De la Cruz, al tiempo que detalla que Rodríguez ha expuesto también de la mano de Leyendecker, además de en la principal cita internacional de España con el arte contemporáneo, en Zona MACO (México) o en ARCO Lisboa. A lo que se pueden sumar ciudades como Los Ángeles, Santiago de Chile, Toronto o Londres. A primera vista, la pintura de Francisco Rodríguez puede parecer poco elaborada: “Apenas toca la tela, no es muy gestual y tampoco posee mucha masa”. Es una obra “muy social, crítica, politizada” y, sobre todo, “no representa la belleza, pero sí la calidad, y es muy directa, sin hacer concesiones a los recursos técnicos”, resalta De la Cruz.

Quienes visiten estos días la Galería Leyendecker podrán contemplar en la planta alta, y en la escalera que lleva a ella, alrededor de media decena de telas de gran formato que habitualmente se hallan expuestas en Los Ángeles. La planta baja se ha reservado para mostrar el trabajo creativo que ha desarrollado Francisco Rodríguez en Tenerife.

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