El paro se incrementó en Canarias en 47.800 personas durante el tercer trimestre de 2020, lo que supone un 21,15% con respecto al periodo anterior y eleva a 273.700 el número de desempleados en el Archipiélago.
Son datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), publicada ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE). En el interanual, el desempleo crece en menor medida en las Islas, ya que lo hace en 34.100 personas (+14,24%) en relación al tercer trimestre del año anterior.
Canarias es, en la actualidad, la comunidad con mayor tasa de desempleo de España, con el 25,04%, seguida de Andalucía (23,80%).
En lo que se refiere a la cifra de ocupados, en Canarias se sitúa en 819.300 personas, lo que supone 2.800 menos que el trimestre anterior.
En términos porcentuales implicó una caída de un 0,34%, aunque en el interanual descendieron en 71.800 personas (una bajada del 8,06%).
Las personas activas superan el 1,09 millones, al aumentar en 45.000 personas en relación al trimestre anterior (+4,29%), mientras que en interanual cayeron en 37.700 (-3,33%).
En el conjunto nacional, el paro subió en 355.000 personas en el tercer trimestre del año, lo que supone un 10,5% más que en el periodo anterior, y la ocupación subió en 569.600 puestos de trabajo (+3%), su mayor alza trimestral de toda la serie histórica.
El paro ascendió en todas las comunidades autónomas menos en Baleares y Cantabria, y todas las regiones crearon empleo salvo Canarias, que destruyó 2.800 puestos de trabajo respecto al trimestre anterior (-0,34%).
El viceconsejero canario de Empleo, Gustavo Santana, reconoce que la EPA del tercer trimestre es mala y cree que hubiera sido peor con otra gestión de la crisis desatada por la pandemia de la COVID-19.
A su entender, la tasa de paro del 25% de la población activa está aún muy lejos de la tasa máxima del 35% que se alcanzó en 2012: “Es un dato previsible por la falta de actividad económica”.
El exsecretario general de UGT en Canarias atribuye el alza del desempleo “a la finalización de contratos temporales. Sobre todo, en el sector de servicios, porque muchas empresas deciden no renovar las relaciones laborales ante la elevada incertidumbre a causa de una crisis inusual, de origen sanitario, pero con múltiples efectos”.
En su opinión, “la elevada temporalidad es uno de los déficit estructurales que arrastra Canarias durante la última década y que ahora se evidencia más” por el freno productivo derivado de la pandemia.
El presidente de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, Santiago Sesé, llama a priorizar la seguridad sanitaria y el control de la pandemia, “pues sin esta premisa no se podrá generar un entorno favorable a la actividad económica y el empleo”.
Sesé arguye que la evolución del mercado laboral previsible obliga a mantener las medidas paliativas, como los ERTE, así como a “dinamizar nuevos proyectos e inversiones”.
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