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Mercedes Coello, el ángel de los palmeros

La gerente del Hospital palmero ha destacado por ser la cara visible de la gestión COVID en la Isla, pero también por su calidad humana
Coello en Tazacorte, tras atender a los inmigrantes llegados en patera. Cedida

Detrás de toda crisis hay un equipo de personas encargadas de mitigar su impacto, y tras cada colectivo suele haber un líder, un ser iluminado al que seguir en los momentos difíciles. Y esa guía, durante los más de siete meses que La Palma lleva batallando contra la pandemia, ha sido y es la gerente del Hospital, Mercedes Coello. Sus compañeros, al ser preguntados por DIARIO DE AVISOS, subrayan que “no ha tenido vida” desde que irrumpió la COVID-19. Aseguran, además, que el ritmo de trabajo es tan frenético que “hace la conciliación imposible”, de ahí que sus trayectos se hayan reducido a “de casa al trabajo y del trabajo a casa”.

Facebook es una de las principales vías que ha empleado la médico para dar a conocer, más allá de los canales oficiales, la evolución de la enfermedad en el territorio insular. Con un tono cercano, legible para la población y fiel a como se autodefine: “afable y risueña, pero dura cuando es necesario”. En este sentido, sus allegados destacan que, pese a “la rutina de psiquiatra” que ha asumido, viéndose envuelta en una vorágine de cifras, bulos y complicaciones, no ha perdido un atisbo de su esencia, convirtiéndose en “la madre del grupo, la cabeza pensante”. “Siempre ha tenido una actitud de construir equipo. Cuenta mucho con la opinión de los demás”, resaltan.

Si el coronavirus ha tenido baja incidencia en la Isla es gracias a la labor del personal sanitario, que ha contado tanto con ella como con el director del Área de Salud, Kilian Sánchez. Aunque no todo ha sido, ni mucho menos, un camino de rosas, sobre todo por la complejidad de rastrear los contactos de cada positivo. Es por ello que, en determinados momentos, al ver que el ánimo de Mercedes podía decaer, “hemos hecho reuniones para que se levantara”, relatan miembros de su entorno.

De entre sus grandes apoyos, Balú, su perro, despunta sobre el resto, pues “le da mucho cariño”, al igual que el shiatsu, técnica de relajación japonesa que le ayuda a, dentro de lo posible, desconectar. En los pocos ratos libres de los que dispone también trata de practicar algo de natación y, en especial, leer. Ahora, para ser precisos, está inmersa en la lectura de la última novela de Carmen Mola, la cual devora cuando tiene oportunidad. Aun así, si hay alguien que ha aportado un chute de energía a Mercedes estos últimos días es su madre, doña Carmen, que ayer cumplió 93 años y con la que pudo celebrar, respetando las medidas de seguridad pertinentes, su efeméride en Tenerife. Y hoy, justamente, es el cumpleaños de ella, por lo que muy probablemente podrán soplar las velas por otros 365 días juntas.

Lo que no ha podido saber este periódico es si en el menú que compartirán ambas este fin de semana estará un chile con carne o un solomillo Wellington, los platos estrella de la que puede presumir, asimismo, de ser una “excelente” cocinera. Es más, todavía hoy se comentan sendas recetas en los pasillos del Congreso de los Diputados, pues Coello representó a la provincia de Santa Cruz de Tenerife en la Cámara Baja entre 2004 y 2011 y, cuando había algo que festejar, sus señorías -no solo del Grupo Socialista- sabían a quién dirigir la mirada para hacerse cargo del ágape; era una apuesta segura.

La calidad humana es uno de los rasgos más característicos de la gerente del Hospital de La Palma, según comentan sus propios pacientes. Una virtud que ha hecho extensiva a todo el equipo que la acompaña en un mal trago como es el de gestionar una crisis sanitaria sin precedentes, y la cual es percibida, incluso, a pie de calle. “Intenta salir lo menos posible”, reconocen personas que la conocen bien, ya que la gente la detiene para hacerle preguntas acerca de la pandemia. Y es que, a pesar de tener a profesionales como Kilian Sánchez o la directora de Gestión y Servicios Generales del complejo sanitario, Raquel Alonso (“uno de sus pilares fundamentales”), a su lado, Mercedes Coello se ha ganado el título de ángel custodio de los palmeros. Una figura que vela por nuestra seguridad y nos da aliento para, aun con la tempestad, seguir adelante.

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