
El creciente nivel de contagios de la isla de Tenerife, que a diferencia de Gran Canaria no ha podido contener la curva epidemiológica ni aun aumentando las sanciones a los incumplidores, ha llegado a un punto de inflexión. Ayer el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, dio a conocer las restricciones que casi con toda probabilidad entrarán en vigor a partir de hoy en la Isla, y dejó el camino allanado para la posible imposición de un toque de queda: si en 14 días la evolución de la pandemia no mejora en el territorio insular, el Ejecutivo regional pondrá sobre la mesa echar mano de ese recurso, que rehusó hace semanas por los buenos datos que tenía la comunidad autónoma.
Sin embargo, que Tenerife se quede atrás en la estrategia de convertir al Archipiélago en un destino seguro pone en riesgo la recuperación socioeconómica por la que claman instituciones públicas, entidades y población en general. No obstante, para frenar la expansión de la COVID la “única” fórmula, de acuerdo con el presidente Torres, es que la ciudadanía tome conciencia de la gravedad de la situación, pues entre las pautas anunciadas está la restricción del horario de los establecimientos de hostelería y restauración a las 23.00, la limitación de las reuniones a seis personas -en espacios públicos o privados-, o la prohibición de fumar en terrazas.
Un paquete de acciones que, a buen seguro, dejará secuelas en el tejido productivo, y que se podrán levantar en el momento en que el índice acumulado de Tenerife se sitúe cerca de los 40 casos por cada 100.000 habitantes detectados en los siete días anteriores, valor de referencia por ser la media de las Islas.
A la rueda de prensa en la que Torres presentó las medidas también asistió el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, el regidor de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, y el presidente del Cabildo, Pedro Martín. Este último, señaló que la Isla no puede seguir siendo “el farolillo rojo en Canarias de manera permanente”, por lo que abogó por tomar las mayores precauciones, “sobre todo ahora, que se acerca el periodo de Navidad, donde todo se podría empeorar”. Asimismo, dijo suscribir las normas adoptadas e, incluso, un “mayor endurecimiento” de ellas si fuera preciso. Además, adelantó que se habilitará desde este fin de semana en el Recinto Ferial un dispositivo para hacer cribados.