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“Tenerife no es Alemania” y se cerrará a partir del sábado para evitar serlo

El presidente canario presentó un paquete de medidas que estará vigente 14 días; los residentes podrán acceder a la Isla, mientras los no residentes deberán tener reserva alojativa y test negativo

Toque de queda a partir de las 22.00 horas; restriccción de los encuentros, públicos y privados, únicamente a los convivientes; recomendación de no desplazarse entre municipios; inhabilitación de los interiores de los establecimientos de hostelería y restauración, cuyas terrazas solo podrán funcionar al 50% de su capacidad máxima, o restricción de las entradas y salidas en avión y barco a motivos debidamente justificados, aparte de los turistas con reserva de alojamiento que porten prueba de COVID negativa. Estas son algunas de las medidas que desde la medianoche de mañana entrarán en vigor en Tenerife durante un plazo de 14 días, según informó ayer el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, tras una reunión extraordinaria del Consejo de Gobierno regional.

En esa misma jornada, Tenerife sumaba, de acuerdo con los datos facilitados diariamente por el departamento regional de Sanidad, 242 de los 308 contagios de coronavirus registrados en el Archipiélago. Unas cifras que, unidas a una incidencia acumulada (IA, positivos por 100.000 habitantes detectados en los siete días anteriores) de 110,26 casos, constituían un caldo de cultivo que, si bien el jefe del Ejecutivo canario no quiso comparar con la de otros territorios, al afirmar que “Tenerife no está en la misma situación de Alemania”, ponía a la Isla en “riesgo alto”.

En lo relativo a los centros comerciales, limitarán su aforo por planta al 33%, y los viajeros que quieran acceder a la Isla podrán hacerlo solo si son residentes canarios o turistas con reserva alojativa y test negativo. Aquellas personas empadronadas en la Península o el extranjero que pretendan hospedarse en casa de algún allegado tinerfeño no estarán capacitadas para hacerlo. Un conjunto de normas que Torres calificó de “varapalo” para muchos, aunque defendió que se adoptan “por el bien de la salud de la Isla, para que en 14 días la situación se pueda revertir, siendo conscientes de su implicación en el sector económico y en el tejido productivo”.

No obstante, los días 24, 25 y 31 o el 1 de enero, en la mesa se podrá sentar un máximo de seis convivientes, y, en el caso de que sean dos grupos convivenciales, no podrán superar esa cantidad. Las fiestas, ferias y atracciones quedarán suspendidas, al igual que los eventos multitudinarios. España, por su parte, evaluará las opciones de vacunación el día 21. ¿El principio del fin del virus?

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