
Había dos vidas en juego y solo pudieron sacar adelante una de ellas. Este fin de semana la plantilla del Hospital San Cecilio de Granada vivió el episodio más duro desde que en marzo comenzaron a luchar contra la pandemia del coronavirus: una mujer embarazada, de 29 años, que estaba enferma de Covid, murió en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) después de que trajeran al mundo a su bebé.
“La paciente entró en parada cardiorrespiratoria y los compañeros trataron por todos los medios de sacarla de la parada, pero no pudieron salvarla y tuvieron que someterla a una cesárea de urgencia para evitar el fallecimiento de la neonata”, según confirman fuentes sanitarias a EL ESPAÑOL.
“La paciente llevaba un tiempo ingresada en la UCI por el coronavirus y presentaba patologías previas”. Esta mujer residía junto a su pareja en Granada, tenía una hija, de 3 años, y esperaba otra cuando se contagió. “Al parecer se encontraba en la semana treinta de gestación”, según coinciden en detallar las citadas fuentes sanitarias. “En la noche del sábado al domingo empeoró el pronóstico de la mujer”. Tan delicada se tornó la situación que la embarazada entró en parada y el personal de la Unidad de Cuidados Intensivos optó por someterla a una cesárea para salvar a la bebé.
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