conversaciones en los limoneros

Alejandro Tosco: “Un artista no es nadie sin constancia ni perseverancia, aun en tiempos difíciles”

Presidente del Círculo de Bellas Artes, cónsul de Guatemala, realizó la carrera de Náutica, pero su madre, ya fallecida, Pilar de Castro, que era una artista, lo condujo por la senda de la pintura y de la escultura
Andrés Chaves junto a Alejandro Tosco de Castro SERGIO MÉNDEZ

Si ustedes acceden a Santa Cruz por el Palmetum de Los Llanos encontrarán una rotonda que luce, en el centro, un enorme pez escorpión. Esa escultura es de Alejandro Tosco de Castro (Santa Cruz, 1975). Presidente del Círculo de Bellas Artes, cónsul de Guatemala, realizó la carrera de Náutica, pero su madre, ya fallecida, Pilar de Castro, que era una artista, lo condujo por la senda de la pintura y de la escultura. Y hoy tienen cuadros suyos un servidor –que es un hombre de poca importancia-, pero también Silvester Stallone y la familia de Stephen Hawking. Autor del cartel del Carnaval del año 2015, ha expuesto individualmente en el TEA, pero también en varios países latinoamericanos y en Berlín. En sus ratos libres diseña joyas y ropa.

-¿El confinamiento y las restricciones de movilidad vienen bien a los artistas?
“No, todo lo contrario”.

-¿Por qué?
“Pues porque el artista, por lo general, funciona mal con el estrés y esta pandemia lo que provoca es un enorme estrés”.

-O sea, que has pasado un año malo.
“Malísimo, pero me he entretenido con el diseño, que es otra de mis aficiones artísticas, sobre todo con el diseño de joyas y de tazas que se venden bastante bien”.

-Supongo que habrás pensado en otros proyectos.
“Hace años que me hice con una colección de fotografías eróticas del pintor y fotógrafo Martín González. Son unas cuarenta, muy interesantes. Quiero preparar un libro y publicarlas para que no se pierdan. Las hizo en Cuba, durante su estancia, larga, en la isla caribeña. Y son muy curiosas, sobre todo para la época en que fueron realizadas”.

-Ustedes recogieron el Círculo de Bellas Artes en un estado lamentable, sobre todo el edificio. ¿Lo van a recuperar?
“Por supuesto. El Gobierno de Canarias, y se lo tenemos que agradecer a Juan Márquez, su responsable de Cultura, ya nos ha inyectado 220.000 euros. El Ayuntamiento de Santa Cruz, gracias al interés del alcalde Bermúdez, nos ha concedido 400.000 euros para 2022; y el Cabildo de Tenerife tramita una subvención. Reuniremos el millón de euros, ejecutaremos el proyecto de los arquitectos Cuende y Gutiérrez y recuperaremos ese edificio modernista para la ciudad”.

-Que estaba hecho polvo, según creo.
“No sólo eso, sino que, extrañamente, habían desaparecido casi todos los fondos de la pinacoteca y gran parte de la biblioteca. Hemos hecho un inventario y el Círculo de Bellas Artes, que fundó, entre otros, don Francisco Bonnín, recuperará sus glorias pasadas. Hacía 30 años que no se celebraban unas elecciones de verdad en el Círculo. Y nosotros vamos a luchar por la institución. Son cinco plantas de un edificio que necesita nuevas normas de seguridad, renovar completamente la instalación eléctrica y retoques en su estructura”.

-Pintor de santos de alcoba, dijo Machín.
“Bueno, no sé. En mis comienzos hice pintura figurativa para pasarme luego al color del abstracto. Estoy contento. Hace poco diseñé un mural de 3×3 metros para un ruso que vive en Los Gigantes. Los mosaicos se trajeron de Sevilla y quedó precioso. Las obras grandes me encantan y he tenido la oportunidad de crear algunas, por suerte muy valoradas”.

(Me enseña una fotografía de ese mural, realmente bien conseguido, y otras fotos con Stephen Hawking y Silvester Stallone junto a cuadros suyos. Alejandro, está claro, apunta alto. En el hotel Mencey cuelga un cuadro suyo en lugar destacado. Y tiene proyectos interesantes, uno de ellos para un local clave en la historia de Santa Cruz, que está a punto de salir. Pero no quiere que dé detalles y no los doy).

-También recopilaste los desperdigados carteles del Carnaval.
“Te tengo que regalar ese libro. Efectivamente, pero se editó y no se puede vender porque no existían los derechos de los autores a favor del Ayuntamiento. Se repartió en una edición no venal. Pero, bueno, ahí está”.

-Se quejan los artistas canarios de sus desventajas. Me refiero a asuntos fiscales, de distancia, de papeleos, dificultades a la hora de trasladar su obra fuera de las Islas y de regresar con ella.
“Y se quejan con mucha razón. Yo soy vicepresidente de una asociación que engloba a un montón de artistas en Canarias. Aquí hay dos cosas fundamentales que hay que solucionar. Una es la Ley del Mecenazgo, pero en todo el país. Es decir, tú ayudas al arte y no le pagas a Hacienda lo que le pagas ahora. Y la otra, los aranceles que hay que abonar por sacar y entrar tu propia obra. Te aseguro que es de locos”.

-¿Por dónde van los tiros en cuanto a tus gustos pictóricos?
“Por Néstor, indudablemente”.

-¿Sólo por Néstor?
“Hombre, yo no me olvido de César Manrique. De las viejas generaciones quedan pocos, entre ellos Pepe Dámaso. Pero Néstor era Néstor. Y existen artistas que siguen trabajando con más de 90 años, como Manolo Sánchez, que ha hecho cosas preciosas”.

-Aquí el que resiste gana, ¿no, Alejandro?
“El artista tiene que aguantar el tirón, no debe tirar la toalla. Mi padre siempre decía que el éxito está en la constancia y en la perseverancia, que son cualidades que una persona, y menos un artista, no deben perder”.

-Tú eres cónsul de Guatemala, pero también tienes un cariño especial por otros países de Latinoamérica, como Perú y Ecuador.
“He expuesto en Lima y también en Ecuador. En este país subimos al Chimborazo, nos reunimos con las tribus, sacaron a la calle sus bandas de música, fue muy emocionante. Aquello tiene una riqueza plástica increíble”.

-¿Se puede saber cuánto te pagó el Loro Parque por la recreación de una de sus orcas?
“Nada. Los escultores que las diseñamos lo hicimos gratuitamente para contribuir a la difusión del parque y de Tenerife en el mundo. El artista no debe ser egoísta”.

-¿Por qué un marino se metió en el mundo del arte?
“No es incompatible. Yo me licencié en Náutica, hice un máster en Protocolo y Relaciones Públicas, diseño tazas que se venden muy bien, lo de las joyas. Nada, y menos lo relacionado con el arte, es incompatible. Además, tengo la suerte de contar con un gran equipo en el Círculo, cuya gestión nos han encomendado los más de 200 socios que tiene la institución. Y lo vamos a sacar adelante, contra viento y marea. Gracias, sin duda, a los organismos públicos que nos están ayudando con la obra del edificio”.

-Tú dices que la pandemia nos ha acobardado a todos.
“Mira, yo he vivido un año muy malo, sobre todo por la muerte de mi madre, que fue mi maestra. Y la pandemia y la reclusión, te repito, que no sirvieron para aumentar mi producción artística. Le ha ocurrido a otros compañeros. La presión del estrés no es la mejor ayuda a la hora de inspirarte, más bien te quita la inspiración. Pero hemos aguantado, como es nuestra obligación, y aquí seguimos”.

-Los expertos, los marchantes, dicen que es mal momento para el mundo de la pintura, por ejemplo.
“Y lo es, pero también tienes la ventaja de que compras más barato. Este es un mercado que tiene sus fluctuaciones de acuerdo con los tiempos en que se vive, está claro”.

-Las fotos de Martín González que conservas, ¿las conoce alguien?
“Poca gente, por eso si editamos el libro serán un referente en la fotografía erótica de una determinada época del siglo pasado y ayudarán a conocer la obra de un tinerfeño que lo mismo pintaba hermosos Teides que retrataba a personas anónimas, dentro de un determinado género. Será novedosa esa edición y espero que interese. Son unas cuarenta placas, algunas firmadas con su sello, otras no, pero que indudablemente tienen un valor artístico y vital muy grande”.

-También has hecho pinitos en el mundo de la moda.
“Sí, es verdad. Muy breves, pero sí que los hice”.

(Luce una camisa muy bonita. Le pregunto que si es suya y me responde con sinceridad: “No, es de El Corte Inglés”. Confiesa su admiración por otros pintores canarios y se ve que el diseño es una de sus habilidades. “Es que el diseño es arte”, me dice. Y le pregunto por su próximo proyecto).
“Pues mira, será en tu pueblo. En febrero o marzo expondré esculturas en la rotonda del Puerto Palace, en la carretera de Las Arenas, frente al barrio de San Antonio. Al aire libre y para que puedan ser vistas por todo el mundo, aún en un momento en el que al Puerto van muy pocos turistas, por las conocidas razones de la situación en Europa”.

-Superada esa depresión que tú mismo confiesas, parece que ahora no paras.
“No, no paro; te recuerdo ese lema mío, que me legó mi padre, de la constancia y la perseverancia. Un artista no puede, o al menos no debe, parar; en lo posible, claro. Haciendo cualquier cosa, pero estando activo”.

-¿Desde la política se subestima al arte?
“No siempre, pero en ocasiones, sí. Yo he encontrado una gran sensibilidad en nuestras autoridades desde la presidencia del Círculo. Gracias al dinero público se va a poder restaurar el edificio, que se estaba deteriorando a marchas forzadas. Lograremos un Círculo que esté acorde con las miras que pusieron en él los fundadores. Y Santa Cruz y la Isla ganarán un espacio de arte que tanta falta les hace”.

-¿Dónde está esa pinacoteca, los cuadros que faltan, y esos libros, los libros que faltan?
“No lo sé. Cuando entramos hicimos un inventario y una auditoría, que están a disposición de los socios. El pasado no me interesa mucho, me interesa mucho más el presente y, sobre todo, el futuro. El Círculo de Bellas Artes vive una etapa nueva y a ella estamos dedicados absolutamente”.

-¿Tienes sueños profesionales?
“¿Y qué artista no los tiene? Trabajar por la cultura es emocionante. Yo recibo críticas por lo que hago, claro, pero también muchos elogios. Estamos sometidos a los gustos del público. La perfección no existe. Pero es bueno apartar los egoísmos y no escatimar esfuerzos por tu tierra. A ver si pasa de una vez esta mala hora a la que estamos sometidos, esta presión sanitaria impensable hace sólo unos meses”.

(Hay mucha gente hoy en Los Limoneros. Es sábado. Estamos casi al aire libre, obligados por las normas de seguridad y hace frío. Juan Inurria, que asiste a la entrevista, me ha traído un chaleco de su producción, de un verde actual, que Alejandro Tosco elogia. Alejandro está lleno de entusiasmo, superados –o casi– los meses malos para todos. En las mesas se habla mucho de las vacunas, que parece que van a aportar tranquilidad a una gente atormentada por la pandemia. Tenemos que celebrar que en Tenerife la cosa esté mucho mejor, pero hemos pasado meses de verdadera angustia. Ojalá que este 2021 sea mejor que el malhadado 2020, que dejó atrás tantas desdichas).

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