la palma

Garafía, Tijarafe y El Paso, los más castigados en 2020 por la sequía y los incendios

El Cabildo hizo balance de las actuaciones de emergencias hechas a lo largo del año, resultando quemadas más de 1.200 hectáreas
Las consejeras insulares de Medio Ambiente y Seguridad y Emergencias, María Rodríguez y Nieves Rosa Arroyo. DA
Las consejeras insulares de Medio Ambiente y Seguridad y Emergencias, María Rodríguez y Nieves Rosa Arroyo. DA

La Palma registró en el año 2020 un total de 22 emergencias por incendio forestal que precisaron de la intervención del personal de extinción y que afectaron a más de 1.200 hectáreas, cerca de la mitad de ellas arboladas (602,98 hectáreas). De estos 22 siniestros, 20 fueron conatos, dos incendios forestales; uno de ellos gran incendio, el de Garafía, al afectar a una superficie igual o superior a 500 hectáreas.

Así se puso de manifiesto en el balance realizado desde las áreas de Medio Ambiente y Seguridad y Emergencias del Cabildo sobre el recién concluido año 2020, cuya campaña contraincendios tuvo dos momentos especialmente críticos: el gran incendio declarado el 21 de agosto en Catela (Garafía), que afectó a 1.183 hectáreas, y el 8 de septiembre, cuando aún no se había extinguido el primero, el de El Pinar (Tijarafe), que alcanzó a 20 hectáreas de superficie. Sendos fuegos coincidieron con el estado de alerta por incendios forestales debido a las altas temperaturas y muy baja humedad, así como calima.

En relación a la causalidad de los incendios forestales en la Isla, la actividad humana ha estado detrás de 16 de los 22 registrados. 11 de ellos se debieron a la realización de hogueras, quemas de rastrojos o instalaciones de tuberías, y los cinco restantes fueron intencionados. Este último dato es diferencial respecto a otros años, en los que los incendios intencionados son testimoniales. Los seis restantes no se ha podido determinar su causa.

En cuanto a la distribución geográfica, cabe destacar que tres de los 14 municipios de La Palma, Garafía, Tijarafe y El Paso, concentran el 65% de las incidencias acaecidas en el año 2020. Términos municipales ubicados en el lado oeste de la Isla, el más castigado por la sequía y con una vegetación más xerofítica y favorable por tanto a los incendios forestales.

Asimismo, cabe destacar que la experiencia del personal de extinción y el estudio de la evolución de los incendios históricos son factores claves en el diseño de las zonas de actuación. En este sentido, hay que valorar la intervención preventiva desarrollada escasas semanas antes del incendio de Garafía en puntos de paso de incendios históricos, como el barranco de Las Mejeras, que contribuyó notablemente -no sin dificultad- a contener un incendio como el garafiano, con un potencial de quema de 16.000 hectáreas, ayudado por la labor de los participantes en la extinción, profesionales y voluntarios, y la estrategia planteada por los equipos del Cabildo y el Gobierno regional.

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