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La escuela de Ofra en la que el boxeo sirve como excusa para enseñar valores

Yeray Silvera, de Oya Team, entrena tanto a mayores con ganas de cuidar su salud como a jóvenes de familias desestructuradas que quieren mejorar su disciplina
Yeray Silvera, vecino de El Cigüeñal y amante del boxeo, decidió hace ocho años abrir un local para enseñar este deporte en el barrio. Fran Pallero
Yeray Silvera, vecino de El Cigüeñal y amante del boxeo, decidió hace ocho años abrir un local para enseñar este deporte en el barrio. Fran Pallero

Yeray Silvera, fundador de la Escuela Oya Team, lleva ocho años enseñando boxeo en el pequeño local que el Ayuntamiento de Santa Cruz le ha cedido en la Avenida de Los Príncipes de Ofra. Allí, puede presumir de haber instruido a campeones, aunque él prefiere poner en valor otro tipo de éxitos, como los que alcanzan quienes recurren al boxeo para superar una adicción o para dejar atrás situaciones familiares complicadas.

Fue su afición a los deportes de contacto lo que motivó a Silvera a abrir su Escuela. Había probado el muay thai, el kick boxing y el boxeo, pero los lugares a los que iba a aprender tenían unos precios “excesivos” y estaban lejos de su barrio. Así que un día, sentado en un banco de El Cigüeñal, él y dos amigos decidieron emprender y abrieron un negocio en un local cercano.

Los primeros cinco años de funcionamiento fueron suficientes para crecer y “padres de todo el barrio empezaron a traer a sus hijos para que se iniciaran en el boxeo”. Sin embargo, poco a poco el local se fue quedando pequeño y los problemas habituales de esa zona, donde se daban conflictos relacionados con el tráfico de drogas, motivaron un cambio de sede.

Así fue como, después de “mucha lucha”, el Consistorio capitalino les cedió un nuevo espacio, más accesible, en la Avenida de Los Príncipes, lo que supuso el despegue definitivo del proyecto.

Ya reconvertida en escuela de carácter municipal, Oya Team se volvió accesible a todo tipo de personas, desde menores que tienen su primer contacto con el deporte, pasando por adultos que simplemente quieren cuidar de su salud, llegando hasta profesionales federados que desean recibir un entrenamiento. Y, por supuesto, tampoco hay limitación respecto al género.

Asimismo, desde su fundación, la Escuela ha organizado ocho veladas bajo el nombre de ‘Ofra huele a boxeo’, que se han celebrado en el pabellón de deportes Pancho Camurria y en las que ha competido la cantera de distintos gimnasios de la Isla. Y Silvera cuenta que la acogida que hay en Tenerife a estas competiciones no es nada desdeñable, pues hasta 1.200 personas acudieron a los encuentros.

En estos combates han participado boxeadores formados por Silvera, como Andrés López, un joven que empezó con 16 años y que ahora, a los 22, ha sido campeón de Tenerife y Canarias, además de haber ganado premios nacionales y haber participado en torneos internacionales como el Boxam.

En la categoría femenina, Silvera destaca el trabajo que ha venido realizando la tinerfeña Laura Hernández, que fue seleccionada para los campeonatos estatales y, debido a la pandemia, su participación se ha visto frustrada. Aunque no le queda duda de que “llegará lejos”.

MÚLTIPLES BENEFICIOS
“Niños rebeldes, personas de familias desestructuradas, gente que lucha por superar una adicción o personas que sufren de estrés”, estos son algunos de los perfiles de las personas que recurren al boxeo para adquirir los hábitos saludables que necesitan en sus vidas. Y es que este deporte de contacto “obliga a ser disciplinado”, y por eso, “muchos padres terminan dando las gracias cuando ven el cambio en sus hijos”, explica Silvera.

Según este entrenador, otro de los aspectos positivos de practicar boxeo es que golpear al saco sirve para “descargar tensión” y “evadirse de los problemas”, de ahí que a Silvera le visiten también trabajadores estresados.

Y por último, no hay que olvidar el factor social: “En la Escuela surgen amistades, personas de distintas edades se relacionan y, cuando no había pandemia, salían a correr juntos en la Avenida como parte de los ejercicios de calentamiento”, añade.

En base a todos estos beneficios, la Escuela siempre ha mostrado su predisposición a colaborar con otras asociaciones de la zona. Además, el pasado septiembre lanzaron el proyecto Oya Team Educa, con el que, junto profesionales de la psicología, se pretende educar en valores y favorecer el desarrollo personal y social.

Así, teniendo como público objetivo a los vecinos de Ofra, se han programado talleres, charlas, psicoterapias y ponencias que se complementan con entrenamientos deportivos.

‘ENLACE’ VECINAL
Desde la escuela municipal, el compromiso de Silvera es contribuir a la mejora del barrio no solo impulsando el deporte entre los jóvenes y mayores de la zona, sino haciendo también de “enlace” entre el Ayuntamiento de Santa Cruz y los vecinos: “Cada vez que alguien ve que hay algo roto o necesita algún servicio viene por aquí y vemos cómo hacer que nos escuchen”.

De esta forma, Silvera cuenta que, como casi siempre están abiertos, desarrollan una labor complementaria a la que lleva a cabo la Asociación de Vecinos del Cigüeñal. Además, asegura que esta es una de las labores que más le gusta realizar, ya que en su opinión, “todo lo que sea contribuir a mejorar el barrio, siempre es bienvenido”.

Carlos Ordaz, de 73 años, lleva con orgullo ser el veterano de la Escuela y defiende los múltiples beneficios de golpear el saco. Fran Pallero
Carlos Ordaz, de 73 años, lleva con orgullo ser el veterano de la Escuela y defiende los múltiples beneficios de golpear el saco. Fran Pallero

SIN LÍMITE DE EDAD
Carlos Ordaz, de 73 años, sube en su bicicleta varias veces por semana desde Cruz del Señor hasta la Avenida de Los Príncipes. A su espalda lleva una cesta de mimbre en la que lleva sus guantes de combate y un cartel en el que puede leerse Escuela OYA Team: “El letrero lo llevo por si hace falta amedrentar a algún conductor que no guarda la distancia de seguridad”, bromea este luchador pacífico que en realidad evita las disputas.

El septuagenario es parte de la pequeña revolución que lidera Silvera y lleva con orgullo ser el veterano de la Escuela. Ya jubilado, pasó parte de su vida trabajando en una entidad bancaria y más tarde, como funcionario. Ahora que tiene tiempo, se ha decantado por el boxeo porque “es un deporte muy completo, que te permite mover todos los músculos del cuerpo, exceptuando los de la cara”.

Esta voz de la experiencia recomienda tanto a jóvenes como a mayores a sumarse a la práctica del boxeo y, sobre todo, pide a las Administraciones que inviertan más en dotar a los barrios de espacios deportivos como la Escuela: “Es el momento de que dejen de ver el deporte como un gasto y lo vean como la inversión en salud física y mental que realmente es”.

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