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David Beriain, adalid del periodismo valiente: cárteles, guerrilla y sicarios

Se hizo conocido con el programa ‘Clandestino’, de DMAX, donde destapó innumerables injusticias que ocurren cada día en el mundo y yacen bajo un manto de penumbra; su premisa, buscar la verdad
El periodista navarro David Beriain, en el año 2019, durante uno de los episodios de su programa estrella, Clandestino | DMAX

Se infiltró en una de las organizaciones criminales más temidas del mundo, el cartel de Sinaloa; destripó los entresijos de la guerrilla de las FARC; entrevistó a sicarios que sentían a diario la necesidad de oler la sangre; dio a conocer cómo chicas menores de edad se veían empujadas a la prostitución en Medellín por sus deplorables condiciones económicas, e incluso abordó la problemática en torno a las mafias que en varios lugares del planeta se aprovechan de los migrantes, los dreamers. Es parte del legado que deja a su paso el periodista David Beriain y su camarógrafo, Roberto Fraile; ambos asesinados esta semana en Burkina Faso durante el rodaje del que habría sido su siguiente reportaje, sobre la caza furtiva en el país africano.

Beriain daba el salto a la fama dentro del gremio con el formato Clandestino, de DMAX, propuesta de periodismo valiente que se convirtió en un referente en su categoría y a la que precedieron programas de televisión como REC Reporteros Cuatro. Siempre al pie de la noticia, buscando destapar aquellas injusticias que tienen lugar en los lugares más recónditos del globo, el navarro sentía pasión por el oficio. La búsqueda de la verdad era su principal premisa, fuera cual fuera el coste. Parecía indagar sin miedo, aunque él decía: “Yo me cago”. Pero lo cierto es que en más de una ocasión se le pudo observar en apuros, bien por la desconfianza de sus entrevistados, que llegaban a dudar de que fuera un profesional de la comunicación y no un colaborador de la policía, o por los entornos en los que se sumergía.

En una entrevista concedida al diario 20minutos en 2017, el periodista recordaba uno de sus episodios más tensos, en el que un narco se le encaró y le dijo: “Apaga la cámara, me he quedado con tu cara; nos veremos en el infierno”. U otra vez en la que uno de los investigadores de su programa se vio arrinconado en la casa de la madre del Chapo Guzmán. Y ante la pregunta de Isra Álvarez sobre si merece la pena jugarse la vida para rodar, se manifestaba contundente: “Absolutamente, me considero un privilegiado. No voy solo para que la gente conozca esa realidad. Voy a aprender yo, porque necesito hacer preguntas, porque siento una curiosidad quemante por hablar con esas personas. No porque me guste el riesgo, pero lo asumo (…) intento encontrar verdades sobre la naturaleza humana en las condiciones más extremas, donde no hay sitio para la impostura”.

EL VASCO ROBERTO FRAILE, “UNO DE LOS MEJORES CÁMARAS DE ESPAÑA”

El cámara vasco Roberto Fraile también fue, siempre detrás de su instrumento gráfico, un profesional comprometido con el arte de contar historias. Y lo demostró, entre otros tantos momentos, cuando en 2012 fue víctima de la explosión de una granada de mano mientras cubría el conflicto bélico en la ciudad siria de Alepo. Un episodio que no frenó sus ganas de filmar todo aquello que merecía ser conocido, pues, una vez se recuperó, prosiguió con su labor.

Así lo recordó ayer el periodista Antonio Pampliega, que compartía en redes sociales una fotografía junto a Fraile y otros tres compañeros en el hospital turco donde al cámara le operaron de urgencia tras el incidente. “Nos reímos, contamos anécdotas, nos metíamos con Roberto y celebramos la vida”, relataba Pampliega, al tiempo que lamentaba su pérdida: “Pienso en su mujer, en sus dos críos, en su familia, en sus amigos… Roberto era uno de los mejores cámaras de España, pero sobre todo era una de las mejores personas con las que he tenido la posibilidad de trabajar”, remachó.

David y Roberto, dos víctimas más de la intolerancia y de la libertad de expresión.

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