violencia de género

La Guardia Civil sabía del secuestro cuando dio el alto a Tomás Gimeno

Un fallo de comunicación provocó que los agentes que lo sancionaron por incumplir el toque de queda no preguntaran por las niñas
Los investigadores hallaron restos de sangre de Tomás Antonio Gimeno en la embarcación en la que desapareció junto a sus dos hijas, Anna y Olivia, de uno y seis años, hace hoy 14 días. Sergio Méndez
Los investigadores hallaron restos de sangre de Tomás Antonio Gimeno en la embarcación en la que desapareció junto a sus dos hijas, Anna y Olivia, de uno y seis años, hace hoy 14 días. Sergio Méndez
Su barco fue localizado en el mar vacío y a la deriva a la altura del Puertito de Güímar. Sergio Méndez

Noche del 27 de abril a las 23.15 horas. Tomás Gimeno regresa a la Marina de Santa Cruz de Tenerife en su lancha tras, presuntamente, arrojar a sus hijas, Anna y Olivia, al mar. El filicida vuelve porque necesita cargar su teléfono móvil.

El barco es pequeño, de seis metros de eslora, y con un pequeño camarote en la proa. Llegando al punto de amarre tiene un encuentro inesperado: se topa con una embarcación del Servicio Marítimo de la Guardia Civil. Los agentes le dan el alto y le ordenan que atraque su barco. Una vez allí, proceden a sancionarle por incumplir el toque de queda, que por aquellas fechas seguía vigente.

La Benemérita le pide la documentación a Gimeno, que necesita ir al coche a por ella. El trámite procede con total normalidad. El presunto asesino de sus hijas les dice a los agentes que va a dormir en la embarcación. No obstante, 45 minutos antes de este episodio, Beatriz Zimmerman, madre de las niñas y expareja de Gimeno, había hablado con él por teléfono desde el cuartel de la Guardia Civil, después de que Tomás le dijera que no volvería a ver a sus hijas. Es más, hasta un agente habló con Tomás para disuadirle de hacer una locura.

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