Tinerfeño de nacimiento, pero criado en Maracay, Venezuela, Laurano Márquez, es humorista, escritor y politólogo. Buscando un trabajo serio, Laureano se topó con la risa y el humor, y pensando que se dedicaría a ello de forma temporal, la vida le sorprendió. Con el tiempo, estos elementos se convirtieron en su trabajo, en su forma de ganarse la vida. Ya lleva más de 34 años en esto.
Hoy, con millones de seguidores en sus redes sociales, más de uno en Instagram y casi cuatro en Twitter, Laureano practica el humor inteligente y enamora a todos los que se sientan a escucharle, desde cualquier parte del mundo. Dicen que parte de su secreto radica en provocar risa y silencios para reflexionar.
-¿Cómo un tinerfeño llega a convertirse en una celebridad del humor en Venezuela?
“Nací en Güímar y, en efecto, he hecho toda mi carrera en Venezuela, a donde sueño con volver algún día. En Tenerife, la situación económica era muy mala y a nuestra familia no le quedó otra que emigrar. Después la situación se torció en Venezuela y hace tres años que regresé. Así fue cómo ocurrió”.
– ¿Cuál es su secreto para quedarse en el bolsillo, en el buen sentido de la palabra, con todos sus seguidores?
“Creo que el secreto está en la honestidad. Yo no ando buscando a los seguidores. Los seguidores aparecen como consecuencia de mi trayectoria de trabajo. Creo que lo importante es ser una persona auténtica. Eso es lo que hace que la gente te vea como realmente eres”.
– Dice que vivimos en tiempos de miedo y que el miedo hay que analizarlo con humor, que hay que reírse de él. ¿Es esta la mejor forma de combatirlo?
“Es una de las formas de combatirlo. Debemos tener miedo a ciertas cosas, pero también hay miedos que uno puede y debe vencer. Me refiero a los miedos cotidianos o las fobias. Eso se puede manejar con humor porque el humor hace que aumente tu nivel de seguridad. Si eres capaz de reírte de ti mismo ya estás reconociendo tus fallos, y reconocerlos es el primer paso para superarlos. Lo mismo pasa con el miedo”.
– Ahora mismo, con la pandemia, ha cambiado su forma de ofrecer humor. Lo hace vía Streaming pero, ¿para cuándo en vivo y en directo? ¿Tiene ganas?
“Tengo muchas ganas. No hay comparación. El humor necesita de la respuesta del público porque eso es lo que te indica que está surgiendo efecto. Me ha tocado trabajar durante este tiempo frente al ordenador y las emociones así no se sienten. Creo que un alto porcentaje del resultado de calidad de una presentación humorística lo hace el público. La gente genera en ti una mayor seguridad y esto hace que aumente la calidad de lo que ofreces. Hace falta el público y lo extraño mucho”.
– Ha hecho humor en televisión, radio y teatro. También ha escrito humor y hace monólogos. ¿Con cuál se siente más cómodo o disfruta más?
“Todo lo que implique estar en el escenario lo disfruto mucho. Tengo pánico al público y a que las cosas no resulten bien y eso me condiciona, pero después disfruto. La escritura es otro tipo de creación que me encanta, trabajar en solitario. De hecho, todas las semanas publico algo”.
– Lleva a Venezuela en la sangre y eso se nota porque es algo que plasma en lo que hace. Se define como una persona antifragilística al Régimen de Maduro. ¿A qué se refiere?
“Hay un fenómeno que se llama la antifragilidad y viene a decir que hay cosas que son frágiles y otras no, que son antifrágiles, que no se rompen aunque uno quiera. El régimen de Maduro, por ejemplo, es antifrágil, y aunque tu lo quieras romper, a veces, terminas haciéndolo más fuerte. Por eso digo que yo soy antifrágil al régimen en Venezuela”.
– ¿Es el humor un arma, junto a la palabra, frente a los poderosos?
“Es un arma potente y temible. Los poderosos le temen al humor porque lo desnudan. El humor se basa en el ingenio y este es difícil contrarrestarlo si no es con más. Además, por lo general, los políticos tienen poco ingenio. Cuando no hay libertad, el humor surge mayor efecto porque es el último refugio para poder expresarse. Con el humor se usan códigos que el poder no entiende por eso digo que el humor salva en situaciones de represión”.
– ¿Cree que algún día cambiará la situación en Venezuela?
“Sí, va a cambiar porque Venezuela tiene mucha gente noble y mucha fuerza espiritual. Esta situación me ha demostrado que la maldad existe y muchas veces toma el poder de un país. Venezuela estará así tiempo pero en el fondo sientes que no puedes perder la esperanza. Algún día llegarán tiempos de cambio. Tengo esperanza y trabajo para la esperanza”.
– ¿Cuáles son sus proyectos a corto y a largo plazo?
“Me he reencontrado con mis raíces canarias. Estoy empezando a sembrar las tierras de mis abuelos aquí en Tenerife, pero laboralmente seguiré con mis proyectos de humor vía online. Quiero seguir con la escritura, pasar a una fase más literaria aunque siga con el humor. También me gustaría dar clase a los jóvenes, talleres de literatura. Y me encantaría, sin duda, que la situación en Venezuela cambiara para poder volver”.
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